El 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, este año con el tema de contaminación por plásticos como foco. Un PAP concebido para la mejor utilización de este material apunta a abrir nuevas posibilidades para proteger al entorno de esta forma de contaminación
A nivel mundial, son más de 400 millones de toneladas de plástico las que se producen cada año y apenas 9 por ciento se recicla, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). En México, cifras oficiales reportan que en 2017 se produjeron alrededor de 5 millones de toneladas de residuos plásticos, con volúmenes de reciclaje cercanos a los mundiales.
A pesar de estas cifras poco alentadoras, el plástico es un material cuyas propiedades y costos lo hacen excepcional para una gran cantidad de usos que no debería ser satanizado, afirma Luis Flores Flores, coordinador de la Licenciatura en Diseño.
Ejemplo de ello es el proyecto Artifex, albergado en la Materioteca del ITESO y articulado como un Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) para la formación de estudiantes, principalmente de Diseño y de Ingeniería Mecánica.
“No hay material malo, sólo mal utilizado. El problema está en el uso que les damos a los materiales. Jamás debería hacerse un producto que tenga que morir siendo desechable; todo debería ser reusable, reparable y, si no hay de otra, reciclable. Lo que no se vale es hacer que los objetos sean desechables”, menciona el académico.
En este último eslabón entra el proyecto Artifex, pensado como una línea de reciclaje móvil para promover el interés de las comunidades en la separación de residuos, y, por tanto, en el cuidado del medio ambiente.
“Gracias al trabajo multidisciplinario del PAP, los diseñadores aportan elementos de usabilidad y ergonomía, y los ingenieros, de procesos y engranes. Y ambos aspectos se ven coludidos en las máquinas”, comenta.
Flores Flores señala que el proyecto abarca diferentes etapas, que incluyen el diseño y la construcción de máquinas que puedan triturar, lavar, compactar, extruir plástico y hacer placas. Todas ellas deberán contar con características necesarias para que puedan ser fácilmente transportables, a fin de llevarlas a diferentes comunidades y realmente aportar a la calidad de vida de las personas. Al momento, dos máquinas que trabajan con diversos plásticos y tetrapack han sido desarrolladas desde el PAP.
A mediano plazo, la intención es fabricar productos como tejas a base de tetrapack reciclado o madera plástica, entre muchos otros. “Queremos que sea una herramienta que pueda aportar valor y mejorar su entorno. No podemos quedarnos con las manos cruzadas”, afirma.
Además, el equipo deberá involucrarse aún más con quienes se convertirán en usuarios de los productos en un proceso de codiseño.
Una segunda meta es despertar vocaciones. “Tiene partes transparentes para que se pueda ver el proceso. Creemos que puede haber niños y niñas que, al verla funcionar, se enamoren. Entonces, éste también es un proyecto de sembrar ingenierías”, añade.
Plásticos en el ITESO
En el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio, conviene recordar algunas de las acciones que desde el ITESO se emprenden para abonar a la reducción del impacto medioambiental ocasionado por plásticos.
No sólo se trata de reciclar, sino que también es necesario dejar de consumir con el objetivo último de desmotivar la producción de plásticos de un solo uso. Por ello, el ITESO ha instaurado diversas políticas institucionales para aportar al cuidado de la casa común.
Desde 2015, en la Universidad se puso en marcha el Plan de Manejo de Residuos (PMR), que incluye estrategias de separación de residuos reciclables, entre ellos las botellas y contenedores de plástico. En tanto, en 2018, se sustituyeron los desechables de plástico por cubiertos y popotes reutilizables y biobasados en todas las cafeterías del campus. Ésta fue una estrategia impulsada además por el colectivo estudiantil RedUc.
Rigoberto Díaz Reyes, colaborador en el área de mantenimiento, adscrito a la Oficina de Servicios Generales de la Universidad, ideó recogedores más aptos para las labores de limpieza de hojas en los jardines del ITESO. Lo hizo reutilizando los envases de galones de 20 litros, cortándolos, lijándolos y adaptándolos a una estructura que resultara cómoda y útil para la tarea asignada.
Por otra parte, desde la Coordinación de Servicios de Gestión del campus se comenzó en 2022 un proyecto para elaborar escobas con procesos de suprarreciclaje, aprovechando residuos plásticos de la Universidad. Además de utilizarse en el campus para las labores diarias de aseo, se han donado varias piezas a hospitales y escuelas de la zona.
FOTO: Roberto Ornelas