“¿Qué tal si estamos orillando al público a tener una posición inactiva al estar hablando de la ciencia como si fuera un partido político? Es hora de cuestionarnos todo eso”, considera Francisco Martínez, ganador del XXIX Premio Nacional de Trabajos Recepcionales del Consejo Nacional para la Enseñanza y la Investigación de la Comunicación.
El egresado de la Maestría en Comunicación de la Ciencia y la Cultura del ITESO inscribió su tesis, Blogs de ciencia: Espacios de encuentro entre científicos y no científicos en la concurrencia de expectativas sociales y oportunidades tecnológicas, a sugerencia de su asesora, la doctora Susana Herrera.
Ante la idea de que la aparición de internet abrió la posibilidad para que las personas pudieran interconectarse y crear contenidos, Martínez decidió alejarse de estas visiones y explorar el mundo de los blogs científicos.
Explica que en los blogs (diarios electrónicos) de países anglosajones sí hay discusiones y conversaciones amplias, aunque los visitantes “son un público que mi asesora [Herrera] llamaría convertido, es decir, alguien que ya tiene una posición favorable respecto a la comunicación científica o que son científicos, entonces aquello se vuelve como una especie de círculo, un club, aunque el blog esté abierto”.
Blogs con comentarios y cuyo autor fuera un científico en activo fueron dos de los criterios de selección para elegir los sitios que analizaría en su investigación, la cual lo llevó a la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona –con apoyo del Conacyt–, para recibir la asesoría de la doctora Helena Calsamiglia Blancafort, experta en la divulgación de la ciencia en los medios de comunicación.
El egresado del ITESO aclara que la comunicación de la ciencia no solo se refiere a las ciencias “duras”, como física o química, sino que abarca un campo muy amplio que incluye campañas de educación sanitaria, por ejemplo.
“Hay que ver la ciencia en su conjunto; lo que produce no es nada más lo del laboratorio… Es un campo más grande de gran impacto”, señala. Texto Judith Morán Foto Luis Ponciano