El pasado 22 de noviembre se formalizó el surgimiento de esta nueva instancia universitaria, que agrupará los trabajos de cuatro departamentos y que tiene por objetivo propiciar el diálogo y la colaboración, en pro de fortalecer los trabajos de formación, investigación y vinculación, así como los programas educativos

Durante su visita a la Congregación General 36 de la Compañía de Jesús, el papa Francisco dijo a los jesuitas presentes que era importante entender que los problemas del mundo están conectados entre sí. Por esta razón, es importante comenzar a abordarlos desde diferentes enfoques y perspectivas, abriendo diálogos entre disciplinas, trabajando en red y compartiendo experiencias y saberes. Con esta premisa colaborativa es que nace la Escuela de Ingenierías del ITESO, instancia que, desde el martes pasado, conjunta los trabajos de los departamentos del Hábitat y Desarrollo Urbano; de Electrónica, Sistemas e Informática; de Procesos Tecnológicos e Industriales; y de Matemáticas y Física. 

Durante el acto en el que se firmó el convenio de colaboración entre los cuatro departamentos de la Universidad, Alexander Zatyrka, SJ, Rector del ITESO, señaló que el surgimiento de la Escuela de Ingenierías “es una muestra de que seguimos avanzando en el impulso al trabajo colaborativo, interdepartamental e interdisciplinar”. En ese sentido, el Rector señaló que ya desde tiempo atrás la Universidad ha venido haciendo patente su interés por enfrentar de manera conjunta los desafíos del mundo actual, ya que, dijo, “la realidad tan compleja que vivimos hace imprescindible abordarla desde enfoques multidisciplinares”. 

Zatyrka Pacheco subrayó que el diálogo entre los cuatro departamentos permitirá “seguir ofreciendo calidad en los procesos formativos de nuestras ingenierías, así como construir de manera colectiva proyectos estratégicos”. Destacó que buena parte de los estudiantes de ingeniería del ITESO se integran a la industria antes de concluir los estudios, lo que “habla de la calidad de nuestros programas, pero también de la urgencia y de la necesidad que existe de preparar a más personas en las ingenierías. La creación de la Escuela de Ingenierías permitirá diseñar estrategias más efectivas para atender esta necesidad de nuestra sociedad”. Además, añadió, se busca seguir avanzando en el fomento de una mayor participación de las mujeres en las ingenierías. 

Por su parte, Catalina Morfín, titular de la Dirección General Académica del ITESO, agradeció el esfuerzo de colaboración realizado durante mucho tiempo y que derivó en la creación de la Escuela de Ingenierías como un organismo que, dijo, “incentive el diálogo interdepartamental con el propósito de compartir experiencias de formación, investigación y vinculación; provea de lugares y tiempo para toma de decisiones que fortalezcan los programas educativos y amplíe y profundice la calidad educativa”. 

La académica recordó que el trabajo colaborativo entre personas y equipos es una práctica cotidiana de la Compañía de Jesús, y en especial del ITESO. Añadió que estas colaboraciones y el trabajo en red deben realizarse asumiendo “la interrelación que hay entre los diversos problemas sociales”. Y si los problemas están interrelacionados, también así deben ser enfrentados. “Estamos invitados a acercarnos a los demás y aceptar que construir redes implica abrirnos a distintas experiencias y formas de pensar. El trabajo de un verdadero universitario es colaborar y trabajar en red con la disposición de construir una manera de proceder cuidadosa, respetuosa y abierta a los demás”, dijo Catalina Morfín. 

Sarah Obregón, directora del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano, señaló que la Escuela de Ingenierías es producto de un trabajo realizado en equipo, por lo que externó su reconocimiento y agradecimiento por el trabajo previo que realizaron académicos como Óscar Castro, Víctor Zaldívar, Jorge de Obeso y Bernardo Cotero, quienes “pusieron los cimientos de esta iniciativa que es el inicio de una nueva etapa de colaboración”.  

La académica enlistó las ocho estrategias que servirán como base para la colaboración interdepartamental, a saber: la definición de un área básica común para Matemáticas, Física y Química; la apuesta conjunta por los talleres de investigación aplicada para las ingenierías; un mejor aprovechamiento de los laboratorios bajo esquemas innovadores de docencia; la generación y aplicación de estrategias con perspectiva de género que busquen construir oportunidades equitativas; el intercambio de experiencias y generación de prácticas que faciliten los procesos de acreditación; la definición del marco de acompañamiento en colaboración con la Coordinación de Acompañamiento para la Excelencia Académica; la definición y oferta del currículum universitario; y la consolidación de espacios colegiados para la atención de proyectos estratégicos comunes. 

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