El PAP Materioteca y Sustentabilidad acumula un trabajo de alrededor 14 años en la gestión, difusión, investigación y desarrollo de materiales, con la participación de estudiantes de 13 carreras del ITESO

Bambú, triplay, encino, cedro y pino; losa, panel de yeso, mármol, cantera y laja; tapial, tabique de arcilla, block de tierra, ladrillo cocido, adobe con paja y cubo de tierra vertida; piel de avestruz, piel curtida o piel de nopal; polipropileno reciclado, bovedilla, block sólido y trespa meteón. 

La lista anterior es apenas una diminuta fracción de un extenso catálogo que forma parte del primer espacio físico y virtual a nivel nacional que facilita la búsqueda de materiales, además de crear un índice de elementos sustentables. Se trata del Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) Materioteca y Sustentabilidad, un sitio donde muchas disciplinas convergen para buscar soluciones que simplifiquen o ayuden a comprender un problema de gran magnitud. 

El rector del ITESO, Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, realizó una visita a este PAP cuya área de consulta se encuentra ubicada desde hace tres años en la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, y que lleva alrededor de 14 años de trabajo para tener un registro abierto orientado al diseño con impacto ambiental, a la investigación y desarrollo de nuevos componentes y a la difusión de información sobre procesos de producción y sustentabilidad. 

En este recinto es posible encontrar materiales vegetales-maderables, de origen animal, metálicos, poliméricos, compuestos, cerámicos-pétreos, de construcción, circulares, así como materiales en proceso y experimentales.  

“Emprendimos un viaje sobre cómo comunicar el tema de los materiales, a qué público queríamos llegar, qué tipo de materiales íbamos a incluir. Nos hemos dado cuenta de que, cuando estás estudiando, te hablan de madera, de metales, pero hay una diferencia al entender los tipos y las resistencias no sólo a través de fichas técnicas, siendo viéndolos en directo. Lo que se ve aquí es el resultado de una planeación que va desde el diseño del mobiliario, las fichas, las muestras, toda una metodología”, explicó Jared Jiménez Rodríguez, coordinadora de este PAP y de la Materioteca ITESO. 

En este PAP colaboran cinco académicos del ITESO de Ingeniería Ambiental, Ingeniería Mecánica, Diseño y Comunicación, y participan alumnos de 13 disciplinas diferentes, que han aprendido a colaborar en una torre de Babel de lenguajes profesionales, generando entendimientos a partir de visiones diversas para que este proyecto pueda responder a retos complejos. 

“Tratamos de no encasillar a los alumnos que sabemos que traen habilidades y competencias de la naturaleza de su profesión, sino de integrarlos en grupos multidisciplinarios para que puedan dialogar. Nos dimos cuenta de que hay mucha información sobre materiales, pero normalmente es poco accesible para el público en general. Lo que queríamos era que un ingeniero ambiental pudiera entenderlo, pero también un mercadólogo, un diseñador, un arquitecto, que pudieran venir y comparar”, dijo Luis Flores, coordinador de la carrera de Diseño e integrante de este PAP. 

Una de las áreas de mayor innovación en el PAP es la de Investigación y Desarrollo, enfocada a la creación de materiales con menor impacto ambiental. Aquí el objetivo es mapear qué se está haciendo y ver las posibilidades desde un enfoque global, pensando en Latinoamérica; qué residuos existen, qué insumos y qué conocimientos hay, y cuáles aplicaciones, que pueden ir desde cuestiones de empaque, textiles u otras industrias. 

“Un factor importante de la cultura material es promover la circularidad, pensando en reducir el impacto ambiental durante su producción y su ciclo de vida. Esto se logra a partir de tomar los residuos como parte clave para, a partir de ellos, crear algo nuevo y que se busque reintegrarlos a la tierra o buscar una cadena de producción al final del ciclo de vida útil, para que puedan otra vez reutilizarse”, comentó Andy Ortiz, alumna de Diseño que participa en el PAP. 

Por ejemplo, con el hongo del micelio han logrado crear un textil o bio-cuero, también han desarrollado algunos a partir de la kombucha. “Hay varios ejemplos aplicados en los que se hacen cinturones o etiquetas; también hay un bioplástico hecho a partir de la semilla de aguacate, o del café y del cascarón de huevo”, mencionó Andrea Aguirre, también estudiante de diseño. 

Otra de las aplicaciones creadas con el proyecto es Ecomat, una herramienta digital que permite evaluar la huella socioambiental generada durante la producción de materiales, para que así las empresas generen estrategias de sustentabilidad. A través de esta certificación, es posible conocer las prácticas laborales respecto al uso de materiales. 

“Lo que buscamos es condensar de manera sencilla, para cualquier persona, el desempeño que están teniendo, para que cuando vengan a espacios como éstos, vea qué alternativas existen para un material convencional y tome una decisión más informada. Estos indicadores se han vuelto muy comunes cuando hablamos de impacto ambiental, por ejemplo, la huella de carbono”, expresó Enrique Cueva Lomas, profesor del PAP. 

 

Materiales con vocación ambiental y comunitaria 

El mismo proyecto de la Materioteca comenzó a generar exigencias nuevas, ya sea de análisis, de metodologías, o incluso de vocación social, como el trabajo que se está haciendo en la comunidad de San Pancho —en la Riviera de Nayarit—, donde a través de plásticos reciclados se tiene el plan de crear souvenirs para los turistas que visitan este pueblo playero. 

“Lo que estamos haciendo es reciclar el plástico, que es polietileno de alta densidad, lo trituramos y pasa a un proceso de presión y calor. La idea es utilizar los residuos que se producen en San Pancho, darles una segunda vida y así crear un ciclo del material. Lo primordial es comercializarlos para dar sustento económico a la organización comunitaria, pero también no generar más basura y crear productos funcionales, que les dejen un recuerdo a los extranjeros”, dijo José Daniel García Castro, alumno de Ingeniería Mecánica y parte de esta PAP. 

FOTOS: Zyan André