Aunque muchos han señalado la “inspiración franciscana” de la encíclica dada a conocer por el Papa Francisco, Pedro de Velasco, SJ, afirma que el documento tiene elementos de la espiritualidad ignaciana.

En mayo de este año, el mundo volteó a ver al Papa Francisco. No era la primera vez, claro: desde su elección como jerarca de la iglesia Católica, el jesuita argentino ha atraído los reflectores por sus posturas respecto a algunos temas que son delicados para el catolicismo, como la homosexualidad o el divorcio.

Papa

Sin embargo, lo que ocurrió en mayo fue diferente: Francisco dio a conocer la encíclica Laudato Si’, un documento en el que aborda el tema del cuidado del medio ambiente y del planeta —“la casa común”, la llama—.

Las reacciones no se hicieron esperar: desde los que aplaudieron la decisión de incluir a la iglesia Católica en un debate del que se había mantenido al margen, hasta los que criticaron al Papa por meterse en algo que no es de su incumbencia, como el candidato a la presidencia estadounidense Jeb Bush, quien declaró: «No me dejaré dictar la política económica por mis obispos, mis cardenales o mi Papa».

LEE AQUÍ LA ENCÍCLICA DEL PAPA

Si quieres llegar preparado a la charla, en este enlace puedes leer completa la encíclica Laudato Si’.

 

Pedro de Velasco, SJ, señala que el texto Laudato Si’ ha atraído la atención en el contexto internacional porque es una aportación a un tema —el de la crisis ambiental— muy importante para la agenda política y económica mundial, pero al que solo se le dan “pinceladas de arreglo”.

El jesuita señala que también representa una toma de postura de la iglesia “frente a la realidad desajustada de nuestro mundo actual, que está produciendo una serie de desastres y una destrucción sin paralelo en la historia y que es la manifestación máxima de la injusticia. La iglesia no había tenido una posición suficientemente clara y evangélica sobre el tema”.

Aunque muchos han señalado que el documento tiene una inspiración franciscana —simplemente el título y su arranque están tomados del “Cántico de las criaturas” de San Francisco de Asís—, De Velasco señala que hay una serie de elementos propios de la espiritualidad jesuita.

Para comenzar, explica, hay una relación con lo que en sus Ejercicios Espirituales San Ignacio de Loyola llama “contemplación para alcanzar amor”, y que tiene que ver con el hecho de que el encuentro con Dios es en el mundo, en la realidad mundana, en la naturaleza.

De Velasco participará, junto con Sergio Cobo, SJ, en la charla “Claves ignacianas para leer Laudato Si’”, dentro del ciclo Pensamiento Jesuita sobre la Actualidad, el 15 de octubre a las 18:00 horas en la terraza de la biblioteca. Texto Édgar Velasco Foto Archivo