Francisco Vázquez, cofundador de Testing México, expuso cómo encararon los desafíos de la pandemia durante una master class organizada por el MBA del ITESO
Luegode dos años de confinamiento, y ante lo que parece ser la salida de la pandemia, muchas empresas están comenzando a repasar la manera en que sortearon la crisis. Y es que, si bien muchos emprendimientos naufragaron, muchos otros echaron mano de sus experiencias previas y de sus fortalezas para innovar en medio de la crisis y encontrar soluciones que les permitieran salir adelante. Por ejemplo, Testing México, cuya experiencia fue compartida el pasado 10 de mayo en una master class organizada por el Master of Business Administration (MBA) del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM) del ITESO.
El encargado de llevar la charla fue Francisco Vázquez, cofundador de Testing México, quien comenzó señalando la importancia de que los emprendimientos se preocupen siempre por diversificar sus negocios y proteger sus productos con los registros de marca, así como hacer planeaciones y tener una innovación permanente. En el caso de Testing, explicó, la innovación se refleja en la “sistematización de procesos que tienen impacto en la utilidad financiera”.
A manera de contexto histórico, Vázquez compartió con la audiencia cómo, en un trabajo conjunto con la empresa Nortel, sortearon una crisis hace muchos años. Luego explicó cómo en 2018 decidieron aliarse con Interlatin, empresa que históricamente había sido su competencia directa. Y cuando todo parecía ir por buen camino, llegó la pandemia. “En 2020, Interlatin decide que nos separemos y firmamos un acuerdo para no competir directamente”, relató.
Los problemas para Testing comenzaron cuando las cadenas de suministros —en su caso particular, los semiconductores que se producen en China, pero no aquí— se interrumpieron. “La covid vino a poner sobre la mesa las cosas que había por atender, los retos que era necesario resolver, y nos hizo cuestionarnos qué debíamos aprender para resolver la crisis de forma innovadora”, dijo Vázquez.
Para encarar el desafío, se desarrolló un esquema que involucraba a la empresa, a la universidad y al gobierno. En cuanto a la relación empresa-gobierno, se buscó cumplir con los trámites para constituirse como actividad esencial, así como buscar apoyos y créditos.
Por otro lado, la relación empresa-universidad se llevó a cabo en dos frentes: uno por mediación de Pilar Ballesteros, que con un Proyecto de Aplicación Profesional ayudó a mejorar los flujos de efectivo de la empresa; el otro, a través de Alejandro Vigna, del Centro para la Gestión de la Innovación y la Tecnología (Cegint), quien tomó a Testing como objeto de estudio para poner en práctica un modelo de intervención iterativo. “Del proyecto de Alejandro Vigna surgieron nuevos proyectos; además, contamos con el trabajo de cinco PAP que hicieron milagros mercadológicos en la empresa. Encontramos muchas soluciones en el ITESO”, dijo Francisco Vázquez.
Un elemento clave que rige el trabajo de Testing es el liderazgo humilde, que consiste en entender que no siempre los directivos tienen las respuestas a todos los problemas ni pueden ver todos los escenarios. “Es importante reconocer las fortalezas y las limitaciones, pero también las contribuciones que tienen otros integrantes del equipo. Debes preguntarte qué tanto te dejas enseñar y qué tanto puedes seguir a otra persona”, señaló el empresario y añadió que es importante “facilitar las condiciones para que las personas tengan un espacio seguro para que las ideas florezcan”.
Finalmente, señaló cómo ven en Testing la innovación: “entendemos la necesidad tecnológica del cliente y, con base en la tecnología existente, creamos una solución específica para sus requerimientos. Traducimos las necesidades de los clientes en soluciones tecnológicas”.
FOTO: Roberto Ornelas