El 23 Simposium de Educación del ITESO arrancó con la conferencia de Manish Jain, quien cuestionó los sistemas educativos tradicionales.
Todo lo que le gustaba hacer de niño a Manish Jain era “extracurricular”: emprender negocios, escribir en el periódico escolar, practicar deportes con sus amigos…
“Aquello me acercaba a la comunidad, a la gente, a los problemas reales y aprendía muchísimo, pero me decían ¡ponte a estudiar y deja de hacer todo eso!”, recuerda que le exigían sus familiares, profesores y el mismo sistema educativo de Estados Unidos, país al que llegó con tres años procedente de la India de la mano de sus padres, él ingeniero y ella médico, quienes migraron en busca de mejores oportunidades laborales.
Con los años, las cosas no mejoraron demasiado para el conferencista inaugural de la vigésimo tercera edición del Simposium de Educación ITESO, titulada “Educaciones alternativas y transformación social para cambiar el mundo”.
Académicos que sabían mucho y hablaban mucho, pero no lo ligaban a su vida cotidiana (knowing versus being, explicó en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ); escuelas que minaban la imaginación y creatividad de los estudiantes u organizaciones como la propia Unesco (ahí trabajó en la iniciativa Learning Without Frontiers) que parecían saber mejor que las propias comunidades cuáles eran los problemas que se debían resolver.
Perdió la fe en gobiernos, en las instituciones tradicionales, en la tecnología, en los académicos, en los expertos que cobran para resolver los problemas del mundo. Se alejó de todo y se fue a la India a vivir con su analfabeta abuela.
“Lo más importante por hacer hoy, si queremos realmente reimaginar y repensar la educación, es estar dispuestos a involucrarnos en el proceso de ‘desaprender’ [unlearning]”, afirmó Jain a los investigadores, estudiantes y orientadores ahí reunidos.
¿Cómo? Su hija de 14 años, por ejemplo, jamás ha asistido a la escuela, lo cual es congruente con el movimiento del cual forma Jain parte, llamado Walk Out y que promueve que los padres saquen a sus hijos de las escuelas; en India reúne a un grupo de personas y, sin dinero, comida, celulares o planificación alguna se va con ellas a recorrer comunidades.
Para Jain, involucrado en proyectos como Schooling the World o The People’s Institute for Rethinking Education (www.swaraj.org) los principales problemas de la manera en que la sociedad entiende la educación tradicional son la compulsión (obligar a los estudiantes a hacer cosas); la necesidad de poner a competir a las personas; la mercantilización que ve a la educación como un simple producto que se compra y se vende; lo que llamó Monoculture, es decir, la estandarización de una sola forma de enseñar y aprender y, por último, la fragmentación del conocimiento.
Para reforzar su discurso, Jain contó la historia de un pobre perico iletrado e hiperactivo, la cual creó inspirándose en una narración del Nobel indio Rabindranath Tagore.
Vivía en una jaula de oro y la idea era brindarle una McEducation (educación tipo McDonald’s) que lo convirtiera en un animal eficiente y obediente. No había que escatimar recursos y en la educación del perico particiaron el Banco Mundial, investigadores de Harvard, Apple, la OCDE y su informe PISA…, pero nada funcionaba. El perico era infeliz, depresivo y solo quería abandonar la jaula.
“Tanto que gastamos en tu educación y ni siquiera te importa; estás desperdiciando tu vida y no tienes futuro. ¿Les suena familiar?” Los sabios quisieron hacer sentir culpable al perico, al que le habían arrebatado su instinto, sus naturales ganas por aprender cosas nuevas, hasta que terminó deprimido, medicado, pensando que era un mal estudiante y sin ganas de dejar la jaula incluso con la puerta abierta.
Y Jain remató: “Como el perico, perdemos el instinto de querer ser libres, de aprender sin necesidad de instituciones. A veces ya ni vemos la jaula”.
“La educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”: Paulo Freire
Como tantos y tantos encuentros de educación, el Simposium del ITESO arrancó con una cita del educador brasileño Paulo Freire.
Ante un presídium conformado por el Rector de la universidad, José Morales, SJ; Gisel Hernández, la directora general académica; Francisco Morfín, director del Departamento de Psicología, Educación y Salud del ITESO y el propio Jain, Guadalupe Valdés, coordinadora del Simposium afirmó que una de las ideas centrales del mismo es que “lo educativo es mucho más de lo que sucede en la escuela. Es por ello que la apertura, las alianzas, la colaboración y la sinergia cobran sentido”.
Valdés pidió a los asistentes “apertura para aprender con y de los otros, con la gente en el mundo, en la vida cotidiana, con sus experiencias y con sus vivencias”. Les recordó que la educación alternativa presenta retos, pero también un sinfín de oportunidades, ya que esta se concentra en las condiciones y necesidades de cada persona y cada comunidad en aras de resolver problemas sumamente complejos, como el deterioro del medio ambiente, la violencia, la discriminación, la intolerancia, la injusticia y la pobreza.
El Rector del ITESO subrayó que la educación es una herramienta insustituible si se pretende transformar la actual realidad de México y el mundo.
“Sin un proceso educativo el país no va a cambiar, el mundo no va a cambiar; cualquier tipo de educación tiene que ser transformador de la persona si es que queremos hacer de nuestro mundo un mundo más justo, más incluyente y más equitativo”, afirmó Morales. Texto Enrique González Foto Archivo