El pasado 23 de julio, el equipo Alquimia obtuvo el primer lugar en el desafío de innovación patrocinado por la fundación PARIS21 y coordinado por el ITESO
El desarrollo de una plataforma web interactiva y fácil de usar, con la que se pueden identificar áreas boscosas y medir el carbono que capturan, permitió al equipo Alquimia, conformado por Juan Ángel López Delgadillo, Ricardo Reyes Mercado e Itzel Alejandra García Regla, obtener un premio de 50 mil pesos dentro de la décima edición del Hackathon Anual Talent Land, celebrado en Expo Guadalajara del 20 al 23 de julio pasados.
El desafío de innovación fue patrocinado por la fundación PARIS21 y coordinado por el ITESO. El objetivo de este reto, al que se inscribieron 19 grupos conformados por 70 estudiantes, era contribuir a la medición de la captura y almacenamiento de carbono en los bosques, así como al desarrollo de créditos de carbono.
El Hackathon es una actividad que forma parte de todas las ediciones de Talent Land presenciales, y este año surgió la oportunidad de que el ITESO participara con la organización PARIS21, organismo dependiente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que brinda genera información útil para el trabajo de los diferentes gobiernos en la lucha contra el cambio climático.
Arturo García González, de la Oficina de Relaciones Institucionales del ITESO, cuenta que desde finales de mayo se abrió la convocatoria, en la que podía participar cualquier persona. Luego de las inscripciones se pasó a la segunda fase, en la que se seleccionaron los proyectos que tenían una mejor preparación y un mejor avance. La decisión fue tomada por más de diez mentores, investigadores y profesores del ITESO, la Universidad de Guadalajara y el Tecnológico Mario Molina.
“A los equipos participantes se les brindó mentoría para que pudieran desarrollar un mejor proyecto. Luego se hizo otra selección, donde quedaron nueve equipos que pasaron a una especie de octavos de final y recibieron una mentoría más especializada. De esos nueve proyectos, tres equipos pasaron a la final, y entre ellos esos se eligió al ganador”, explicó el colaborador en la organización de este desafío.
“Los proyectos más interesantes giraron en torno a cuestiones prácticas para medir la huella de carbono utilizando herramientas existentes con las que ya cuenta el gobierno, o bien que tiene la biblioteca del ITESO. En este caso, usaron varias herramientas ya existentes en la universidad. Se presentaron proyectos que no sólo sirven para participar en el Hackathon, sino que también pueden tener un futuro y venderse a expertos”, agregó.
Juan Ángel López Delgadillo, estudiante de la licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Guanajuato (UG); Ricardo Reyes Mercado, estudiante de la licenciatura en Computación Matemática de la misma universidad; e Itzel Alejandra García Regla, egresada de la carrera de Ingeniería Ambiental del ITESO, no tenían un plan previo al Hackathon, por lo que el desarrollo de su plataforma se dio completamente durante el lapso de la competencia. Ricardo y Ángel se conocían de tiempo atrás. A Itzel la buscaron porque necesitaban a alguien que tuviera conocimiento de temas ambientales.
¿Por qué creen que es importante su proyecto?
Porque genera una estimación rápida y sencilla del potencial de captura de carbono de una zona, lo que, además de ser una herramienta de divulgación, puede incentivar a la gente a entrar al mercado de carbono y cuidar las zonas forestales.
¿En qué puede ayudar a las personas y a la sociedad su proyecto?
Al conocer la existencia del mercado de bonos de carbono, los beneficios de la reforestación y el manejo forestal sustentable, y al tener una herramienta de apoyo para realizar todo el trámite de incorporación del proyecto en el mercado de manera más ágil y sencilla, más personas pueden animarse a realizar este tipo de actividades en menos tiempo, impulsando así la conservación y restauración de zonas boscosas en el estado (aunque, más adelante, la aplicación podría tener un mayor alcance).
En un escenario ideal, ¿ven viable que se use su proyecto?
Itzel: Tanto los mentores y jueces que estuvieron en el Hackathon como algunos asistentes a la presentación y colegas han reconocido el alcance y el potencial que ven en nuestro proyecto, por lo que consideramos que sí es viable.
¿En qué instituciones o empresas podrían usarlo?
La plataforma está enfocada a ser una herramienta de apoyo y comunicación para técnicos forestales y consultores ambientales especializados en proyectos de captura de carbono.
¿Por qué es importante para ustedes que exista este tipo de concursos?
Ricardo: Honestamente, creo que los hackathones son una oportunidad estelar para aprender sobre nuevas tecnologías, en un cruce interdisciplinario que a veces es muy difícil que se dé. Esta clase de concursos suelen desafiar los límites individuales de todos los concursantes, afianzando sus habilidades y creando otras nuevas.
¿Qué tan difícil o fácil fue ganar?
Ángel: Durante la primera fase del concurso fue sencillo para nosotros elaborar una idea base de lo que íbamos a desarrollar en la competencia. Sin embargo, durante el desarrollo del prototipo surgieron muchas ideas y correcciones, de modo que nuestro proyecto fue transmutando hasta llegar a la idea final.
Itzel: Creo que durante cada fase de la competencia hubo distintas dificultades para cada uno de nosotros, y según nuestras ramas de especialidad fuimos aportando para solucionar los problemas a los que nos enfrentamos. No hubo, como tal, un momento totalmente fácil o difícil para todos; cada fase tuvo su reto particular para cada uno.
¿Les ayuda en su formación y crecimiento ganar un concurso así? ¿Por qué?
Ángel: Durante el proyecto, nosotros veníamos con una cierta cantidad de conocimientos relativos a nuestra área; sin embargo, en la competencia fuimos impulsados a ampliar nuestras habilidades, y eso nos ayudó a ganar experiencia y formación personal.
Itzel: Sí, muchas de las cosas que hicimos se hacen también en un trabajo, solamente que aquí fue todo mucho más rápido y la cantidad de conocimientos adquiridos durante esos días fue muy impresionante. También fue una muestra de la importancia que tiene aportar con lo que sabemos, escucharnos a todos, tener la mente abierta a nuevas ideas y a realizar cambios cuando detectamos que es necesario. Además, nos dio la oportunidad de conocer y contactar con muchos otros profesionales de nuestras mismas áreas y de otras distintas, abriendo así la posibilidad para, en un futuro, hacer más cosas.
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