En la segunda mitad de 2022 la inteligencia artificial subió al escenario de la discusión pública. No es que no existiera antes, pero a partir de la popularización de plataformas generativas como DallE y ChatGPT, por nombrar apenas dos, las personas comenzaron a ver a la IA en todas partes. Y las aulas no son la excepción. La sacudida ha sido tal, que casi tres años después se sigue hablando, debatiendo y reflexionando sobre las maneras en que el ámbito educativo debe incorporar estas tecnologías. Ese, seguir profundizando en el tema, fue el objetivo de la charla “Retos y oportunidades ante las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial para la educación media superior”, que tuvo lugar en el marco de la Reunión Anual de Directivos de Instituciones Educativas.
La reunión es un encuentro en el que cada año el ITESO recibe a personas a cargo de instituciones de educación media superior. Durante su mensaje de bienvenida, Alexander Zatyrka, SJ, rector del ITESO, recordó que se trata de “un espacio que se realiza cada año para estrechar lazos y consolidar los compromisos de aprendizaje y de colaboración. Ustedes son nuestros aliados para formar a las juventudes que darán forma al presente y al futuro de la sociedad”.
El Rector mencionó que las inteligencias artificiales y las tecnologías emergentes ya forman parte de todos los ámbitos de la vida cotidiana y que también han entrado “al corazón mismo de la educación”. Recordó las palabras del papa León XIV, quien ha dicho que “las nuevas tecnologías deben instrumentos que reflejen la fuerza ética de las personas que las utilizan”, por lo que, añadió, las y los directivos de las instituciones deben “realizar un discernimiento para no adoptar las tecnologías sin cuestionarlas, pero tampoco rechazarlas por temor. Se debe cuestionar y fomentar un uso responsable de ellas”. Este discernimiento debe llevar a responder a la pregunta de “cómo asegurar poner al centro a la persona y cómo contribuir al bien común”.
En su mensaje, también dijo que “la transformación digital no es un fin en sí mismo, sino un medio para trabajar en beneficio de la sociedad”. Sobre el encuentro, mencionó que es un recordatorio de que formar a las juventudes con valores sólidos es una responsabilidad compartida, y que todas las instituciones deben acompañarlas “para prepararlas para desarrollarse en un mundo en transformación, sin perder la brújula de la dignidad humana”, para así “ayudar a sociedad del mañana a encontrar un sentido profundo”, concluyó Alexander Zatyrka, SJ.
Luego de las palabras del rector, tuvo lugar la charla en la que participaron Mónica Márquez, directora de Información Académica; Juan Carlos Silas, profesor investigador del Departamento de Psicología, Educación y Salud; y Francisco Cervantes Álvarez, coordinador de la Ingeniería en Inteligencia Artificial. Para arrancar, Édgar Lomelí Aquino, quien hizo las veces de moderador, puso el micrófono a su teléfono para pedirle a ChatGPT que enviara un saludo a la audiencia y luego desarrollara tres aspectos importantes a considerar al usar la inteligencia artificial en el ámbito educativo. Luego de saludar, el robot mencionó que es importante cuidar la personalización del aprendizaje, el desarrollo de habilidades digitales entre el alumnado y el profesorado y, finalmente, asegurar el uso ético y equitativo.
Para abrir plática, Lomelí les preguntó a las personas participantes cómo ven el escenario del uso de la IA. Usando una metáfora playera, Mónica Márquez dijo que el estudiantado ya está surfeando en ella, utilizándola para todo; los profesores, en cambio, se han visto arrastrados hacia algo sobre lo que todavía no tienen control; las instituciones, finalmente, se encuentran en la orilla de la playa, sin saber bien qué hacer.
Siguiendo con las metáforas, Juan Carlos Silas se subió al ring de box y dijo que quienes se desenvuelven en el ámbito educativo habían recibido un “uno dos”, donde el uno fue la pandemia, que orilló a todos a la educación remota de emergencia y, cuando más o menos ya se había logrado cierta adaptación, llegó el dos con las IA demoliendo certezas. El estudiantado está sacudido por toda la información que está recibiendo y el profesorado por la avalancha de untas tecnologías que “estamos usando sin certezas”, dijo.
Por su parte, Francisco Cervantes dijo que la popularización de las IA es “uno de los principales desafíos del siglo XXI, pero también una de las más grandes oportunidades”. Ante un escenario en el que el exceso de información puede llevar a la “infoxicación”, dijo el académico, las preguntas deben ir en el sentido de cómo adaptarse y qué hacer para incentivar el pensamiento crítico y la reflexión.
La segunda pregunta estuvo relacionada directamente con los retos para las instituciones de educación media superior. Siguiendo con su metáfora inicial, Mónica Márquez dijo que el reto para el profesorado es “subirse a la ola”, formarse para usar las tecnologías y usarlas como herramientas a su favor, no como enemigas, mientras que las instituciones deben generar conocimiento desde una mirada crítica. Después, Juan Carlos Silas dijo que es importante encontrar “mecanismos para ir más allá de los datos y convertirlos en información, y la información en conocimiento. Ese es el reto: quitarles el respeto a los datos y dárselo al conocimiento”. En ese sentido, añadió, es importante que los estudiantes generen el conocimiento, pero esto no va a ocurrir sino hasta que las y los educadores modelen los procesos de enseñanza y aprendizaje, para lo que es necesario redefinir el rol docente y dejar de lado “las certezas que quizá ya no son tan útiles”.
Francisco Cervantes dijo que es necesario tener siempre presente que “la inteligencia artificial debe estar al servicio de la pedagogía, no al revés”, por lo que es necesario trabajar en la alfabetización digital para avanzar hacia un uso responsable, crítico y consciente de sus límites y sus riesgos. Y puso en relieve una idea importante: “La inteligencia artificial no genera cosas nuevas, sólo parafrasea o mezcla a partir de conocimiento ya existente. Puede aportar datos, pero no resolver problemas nuevos”.
El diálogo concluyó con las tres personas panelistas invitando a las y los directores de instituciones de educación media superior a crear rutas de trabajo y formación para incorporar las inteligencias artificiales a su favor, así como a reforzar las habilidades y competencias de aprendizaje, teniendo siempre presente la filosofía educativa de cada institución.

FOTO: Zyan André