Paulo Silva, estudiante de Ciencias de la Comunicación, activista y consejero universitario, fue invitado al primer Parlamento de personas con discapacidad en el Senado de la República el pasado 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad

Por Grecia Aldrete/Comunicación DGA

Paulo es una persona activa. Le gusta salir de fiesta, cantar, bailar. Vivir la vida a su manera es la forma de decirle al mundo que tener una discapacidad no es un impedimento para ser feliz.

Paulo Silva Tostado es estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Comunicación y activista por los derechos de las personas con discapacidad. Para él, su activismo representa la defensa de sus derechos, pues él mismo vive con una condición de osteogénesis imperfecta, también conocida como «huesos de cristal».

Paulo es una de las más de 20 millones de personas que viven en México con una discapacidad. Sin embargo, para este joven eso no ha representado un obstáculo en su vida, sino un impulso para tener y dar voz por aquellos que comparten su situación. «Yo siempre he dicho que la discapacidad no se entiende hasta que se vive, por eso creo que es importante luchar por nuestros derechos, si no nadie lo hará», afirma.

Por su valentía e imparable esfuerzo fue invitado a la primera edición del Parlamento de personas con discapacidad, que tuvo lugar en el Senado de la República el pasado 3 de diciembre, Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

«Las personas con discapacidad hemos vivido en la oscuridad, relegados por la sociedad y por muchos años nuestras voces no fueron escuchadas. ¿Cómo vivir una vida plena si no podemos siquiera transitar las calles?», fue una de las preguntas que lanzó al auditorio durante su participación como parlamentario.

En su mensaje señaló las condiciones de desigualdad, discriminación y subestimación para acceder a un trabajo digno, educación, salud y el derecho a una vida plena. Las palabras de Paulo fueron certeras y contundentes para exigir acciones de las y los legisladores a partir de dos propuestas puntuales. La primera, modificar el Reglamento interno de la Cámara de Senadores a fin de incorporar una perspectiva de inclusión como requisito para iniciativas y dictámenes. Y segunda, exhortar a cámaras empresariales, universidades públicas y privadas y al mismo ejecutivo federal a tomar cursos de concientización sobre discapacidad. «Ya no queremos ser sujetos de caridad, es hora de ser sujetos de derechos», remarcó el joven estudiante.

Las distintas voces que se escucharon durante la sesión señalaron un mensaje central: el problema no está en la discapacidad, sino en el entorno. Es necesario cambiar conciencias y eliminar de fondo la discriminación para que las personas, a pesar de sus limitaciones auditivas, visuales, intelectuales, sensoriales o motoras puedan desarrollarse de manera libre y plena.

«No importa el número de rampas, elevadores, leyes, parlamentos o eventos para la comunidad. Eso no importa si no cambiamos la perspectiva que tenemos sobre la discapacidad».
Puedes ver la participación de Paulo en el minuto 77 del siguiente video:

De acuerdo con datos del INEGI, en México hay 20 millones 838 mil108 personas con discapacidad, con limitación en la actividad cotidiana o con algún problema o condición mental. Frente a estas es necesario pensar en los espacios que normalmente habitamos y preguntarnos: ¿son lugares incluyentes? ¿Cualquier persona puede acceder a ellos?

Lamentablemente, no. En las calles, transporte, espacios públicos, centros comerciales, lugares de recreación o escuelas no siempre existen las condiciones necesarias para que cualquier persona, con o sin limitantes, haga uso o pueda acceder a todos los espacios e instalaciones.

Como parte de su labor activista, Paulo tiene su podcast Voces Disidentes, en el que en cada episodio participan diferentes invitados que comparten posturas para hacer, proponer y accionar aquello fuera de la «normalidad».

Hablar del lenguaje igualitario, la identidad de género, las preferencias sexuales en comunidades indígenas, el arte y el deporte para personas con discapacidad son algunos de los temas que se tocan. «Quiero otorgarles un espacio para hablar por sí mismos y que sean escuchados», comparte Paulo.

Además del podcast, trabaja en la agencia de modelaje y talento Cambiando Modelos Managment, cuyo objetivo es visibilizar a las personas con discapacidad en medios de comunicación y proponer un plan de información y sensibilización por la igualdad e inclusión.

«Resulta impensable que hace tan solo 10 años las personas con discapacidad no existíamos como tal para estipular nuestros derechos, cuando México tiene más de 200 años como país», señala Paulo. Pues no fue hasta el 2011 que se promulgó la Ley general de inclusión para personas con discapacidad en México.

Impulsar pequeñas acciones inmediatas ayuda a construir un mundo más incluyente. Hace un par de años, Paulo presentó la sugerencia de una rampa en una cafetería de la universidad e inmediatamente se colocó. Estas son la clase de acciones que debemos pensar en cualquier contexto en el que nos encontremos, pues las personas con discapacidad pueden ser amigos, familiares, conocidos o incluso nosotros mismos.

FOTO: Cortesía Paulo Silva