La casa que fuera sede del Instituto Libre de Filosofía y de la CEDHJ es ahora la nueva ubicación del Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Juárez, SJ, y como tal fue inaugurada oficialmente por autoridades universitarias y representantes de gobierno y organizaciones civiles

Con el propósito de estar más cerca de las víctimas de una violación de derechos, así como de los actores políticos, económicos y sociales interesados en defender, difundir e impulsar los derechos humanos, el Centro Universitario por la Dignidad y la Justicia Francisco Juárez, SJ, inauguró oficialmente sus nuevas instalaciones en la antigua Casa Madero. 

El acto se llevó a cabo en las nuevas instalaciones ubicadas en Madero 836, en la Colonia Americana —a un costado del Templo Expiatorio—, y contó con la participación del rector del ITESO, Alexander Zatyrka Pacheco, SJ; de la directora del CUDJ, Alejandra Nuño Ruiz Velasco; y del  representante adjunto de la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Jesús Peña Palacios, así como de autoridades universitarias, representantes gubernamentales y de organismos civiles. 

“El tema de los derechos humanos ha estado presente en nuestra Universidad prácticamente desde su fundación, abordándose desde diversos campos del conocimiento, pero también como parte de nuestras labores de formación, de colaboración e incidencia”, expresó Zatyrka, quien recordó personalmente que en ese edificio estudió durante tres años. 

Las nuevas oficinas albergaron con anterioridad a la sede del Instituto Libre de Filosofía y de su biblioteca, hoy incorporada a la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, del ITESO, así como distintas obras sociales y organizaciones de la sociedad civil; incluso fue una de las sedes de la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco (CEDHJ). 

“Confío en que la apertura de la nueva sede traerá esperanza a todas aquellas personas que lo requieren, impulsando iniciativas y actividades que nos permitan avanzar hacia la transformación positiva de la realidad que vivimos”, añadió el Rector, quien realizó un acto de bendición del recinto. “La bendición no es un acto mágico ni una especie de encantamiento, sino un compromiso de tener una sensibilidad interior para percibir esta presencia que sostiene la realidad y lo que existe; es también el compromiso de esta entrega ejemplar del Dios en que creemos, que nos invita a hacer lo mismo, a gastarnos la vida para que otras y otros tengan vida”. 

Nuño Ruiz Velasco recordó que la vocación del CUDJ, creado en agosto de 2019, es trabajar en pos del cumplimiento de la meta plasmada en el artículo 28 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, según el cual toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social internacional en el que los derechos y libertades proclamadas sean plenamente efectivos. 

“Tenemos la posibilidad, desde la academia, de contribuir a la transformación de nuestro entorno acompañando, analizando, denunciando, incidiendo, documentando y, sobre todo, proponiendo alternativas para soluciones viables, para cambiar la realidad en la que nos encontramos”, explicó. 

Esta tarea es vital, consideró, en una entidad como Jalisco, en la que hay un deterioro vertiginoso en materia de derechos humanos, al ser el estado con más desapariciones forzadas a nivel nacional, con casi 15 mil personas sin localizar, a la par de que el país tampoco arroja cifras positivas al respecto: “Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, en México, la violencia contra personas y comunidades que cuidan nuestros ríos, selvas y montañas llegó a 582 agresiones en 2022, un nivel histórico; ONUDH ha documentado 13 asesinatos [en 2023] de personas defensoras de derechos humanos en México, ahora 14, sumado el asesinato [del activista] Higinio de la Cruz [el mes pasado]”. 

Desde su labor en la oficina del ACNUDH en México, Peña Palacios explicó que, en el marco del 75 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es importante recordar que la ignorancia es la enemiga de las sociedades pacíficas y prósperas, y que un centro como el CUDJ contribuye a iluminar desde el saber la defensa de la justicia y la dignidad. 

“La incidencia social, el compromiso público del ITESO y del centro, ha llevado a un trabajo colaborativo y constructivo con organizaciones, con las instituciones jaliscienses que están investigando las violaciones, que están buscando a los seres queridos, a las víctimas; por eso creemos que son tan importantes los aportes que se pueden hacer desde el mundo de la academia”, dijo.

FOTOS: Luis Ponciano