¿Hay alguna relación entre el reciente triunfo de Donald Trump y la represión que sufrieron campesinos de Atenco hace 10 años?, se preguntó David Velasco, SJ.

En ambos, los medios de comunicación jugaron un papel importante, apuntó el jesuita y profesor del ITESO, en la charla que ofreció el miércoles 16 de noviembre en el Auditorio D1 para conmemorar el episodio de represión policial de 2006 en el Estado de México que gobernaba Enrique Peña Nieto, en el que se violaron los derechos humanos de decenas de hombres y mujeres.

Atenco

En el primero, señaló Velasco, construyeron una imagen del candidato republicano que no corresponde a la realidad; en Atenco se justificó el operativo policiaco del 4 de mayo de 2006 en el que hubo excesos en el uso de la fuerza pública: dos muertos, lesiones y tortura, agresiones y violaciones a mujeres.

“La represión en Atenco no es solo la venganza del gobierno estatal y federal por echarles a perder el gran negocio que implicaba la construcción del nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; era también la media política para detener algo que políticamente parecía avasallador porque estaba aglutinando las protestas en mucha gente del todo el país”, afirmó Velasco.

El académico resaltó que si se trazara un mapa de las resistencias en el país se encontraría no sólo el Atenco del Estado de México, sino en todo el país y en Jalisco, dijo, “las grandes luchas son de pueblos indígenas: del pueblo wixárika en el norte cerca de Zacatecas, al sur toda la zona nahua por la expropiación de tierras por recursos (yacimientos) de hierro”.

Es en estas resistencias contra el capitalismo en donde, a decir de Velasco, se pone en juego la política moderna que no es la que realizan los partidos, es la del cabildeo en la que las corporaciones llevan mano.

“Por eso la reacción del pueblo de los EEUU contra Clinton, porque ella representa los intereses de las grandes corporaciones y Trump representa los intereses de los afectados por el libre comercio y así lo podemos traducir a nuestra realidad”.

Velasco instó a romper con la idea de que la participación ciudadana en la política se reduce a votar y destacó iniciativa del Congreso Nacional Indígena (CNI) en la que el académico encuentra otra manera de hacer política.

“Las iniciativas políticas sobre todo las que vienen de los pueblos indígenas, y en particular la de los zapatistas, tienen una larga tradición de razonar, y la manera de razonar indígena le hace caso al corazón, a un corazón que se sabe estrechamente ligado a la tierra por eso el lema de los campesinos de Atenco es: ‘la tierra no se vende’”. Foto Roberto Ornelas