La frase es de Carl Sagan, icono de la divulgación astronómica. Explorar cómo y cuándo se formó, expandir la mente, debatir cuestiones filosóficas y físicas, deleitarse con espectaculares galaxias y los notables avances tecnológicos que nos acercan como nunca antes a nuevas fronteras, explican la pasión por la astronomía, una ciencia arraigada en el ITESO gracias a clases, cursos y dos Diplomados.

“Hemos tenido gente que a media clase nos dice: ‘maestro, ¡esto es maravilloso!’ Creo que la astronomía satisface un anhelo de expansión, de trascendencia, de apertura mental, de querer admirar la grandeza de la creación. Lo he visto”.

Foto portada 1
Quien habla es Luis Ignacio López, pura pasión por la astronomía, Doctor en Física y jefe del Departamento de Matemáticas y Física del ITESO, desde donde se coordina todo lo que esta universidad ofrece en forma de clases y un par de Diplomados en torno a la ciencia que nos remite a Galileo Galilei, Hypatia de Alejandría, Carl Sagan, Neil deGrasse Tysons, Stephen Hawking o esos innumerables relatos y filmes donde nos topamos con la humanidad buscando, a millones de años luz de casa, respuestas a su origen, su presente y su futuro.

Además, los recientes y monumentales avances y descubrimientos abonan a la fascinación por el Universo y sus secretos.

El 14 de julio, la nave New Horizons de la NASA llegó a Plutón, el planeta más alejado de nuestro Sistema solar, lo fotografió y subió la imagen a Instagram, después de un histórico viaje de más de 4 mil 800 millones de kilómetros que inició una nueva era de la exploración espacial.

Un par de meses antes se hicieron públicas las fotos de EGS-zs8-1, la galaxia más lejana conocida hasta ahora (a 13 mil millones de años luz), y justo en estos momentos, a un millón y medio kilómetros de la Tierra, la misión Gaia de la Agencia Espacial Europea anda sacando fotos de la Vía Láctea con una cámara de mil megapíxeles. ¿Qué pretende? Saber cuál es el lugar que ocupa en dicha galaxia nuestro Sistema solar, mediante la observación más de mil millones de estrellas.

“Hay un deseo de romper fronteras y la ciencia te lo va permitiendo; creo que ese componente es uno de los principales atractivos para que la gente se interese cada vez más por la astronomía”, considera López, quien junto a Javier Zapata y Alberto Mariscal conforma la columna vertebral del ITESO en estas cuestiones, siendo responsables de la asignatura “Astronomía” que puede tomar cualquier alumno de licenciatura y de los cursos que conforman el Diplomado, entre ellos “Astronomía planetaria y exploración espacial”, “Astronomía, arte y mitología”, “Planetas extrasolares”, “Descubriendo el Universo” o “Astrofísica de estrellas y agujeros negros”.

¿Hay un boom de la astronomía?
López cree que sí.
“Vemos que crece el gusto de la gente por la astronomía. Estamos sorprendidos de cuánta gente viene a los cursos, cuánta gente tiene telescopios –aunque la mitad de ellos casi no los han usado–, porque se emocionan y los compran, pero no les sacan provecho. Entonces vienen al ITESO y aquí les decimos ‘tráete tu telescopio, aquí lo arreglamos, aquí te lo alineamos, aquí lo ponemos a funcionar’. Terminan usándolo en el curso y después continúan con su afición, pero con mayor conocimiento”.

Fascinado con objetos como el Cúmulo Globular Omega Centauri –formado por más de 10 millones de estrellas detectable a simple vista desde la Tierra o la espectacular Galaxia M51 (conocida como la Galaxia del Remolino, foto principal de este reportaje), la cual “convive” con una galaxia vecina–, López habla con orgullo de la diversidad que distingue a los cursos de astronomía del ITESO.

“Hemos tenido filósofos, doctores en lógica o jesuitas, y eso da para mucho material, para conversaciones y discusiones para tratar de comprender esa vastedad de conocimientos. Simplemente, cuando les empiezas a hablar de que el espacio y el tiempo son curvos o que el Big Bang es una singularidad y entras a detalles que a veces son poco aprehensibles a la primera, todo esto crea emoción y la gente dice: ‘Quiero seguirle, porque cada vez que veo un programa o leo algo o encuentro algo en Google le entiendo un poco más’”.

El interés por el Universo ha florecido en la Compañía de Jesús desde sus orígenes, aportando grandes maestros a esta ciencia, como Matteo Ricci. De hecho, desde el Siglo XVI el Observatorio Vaticano está a cargo de los jesuitas y su director, el padre José Funes, visitó el ITESO hace un par de años para hablar de los lazos entre ciencia, astronomía y religión.

¿Desde dónde miraremos esta noche el cielo?
El Observatorio astronómico del ITESO (ubicado en el edificio F) se utiliza principalmente en la asignatura para licenciatura y en los cursos básicos de observación del Diplomado. Cuenta con un telescopio más que respetable, un catadióptrico Schmidt-Cassegrain marca Meade. Para observaciones de mayor rango, la universidad tiene un Obsession de 15 pulgadas de apertura, un telescopio reflector, así como un telescopio solar que no funciona de noche y tiene un buen filtro para ver las llamaradas del Sol, sus manchas y sus filamentos.

Interior del Observatorio del ITESO

Interior del Observatorio del ITESO

Pero si hace algunos años el campus era un buen lugar para voltear al cielo, eso ya quedó en el pasado: las luces de fraccionamientos, hoteles, fábricas y centros comerciales se han llevado la oscuridad de la zona, así que toca buscar otros puntos para disfrutar con el espectáculo de la bóveda celeste.

Los alumnos de astronomía del ITESO suelen ir ahora al Cerro de Tequila, específicamente a la Reserva de los Encinos en el Bosque La Primavera (se han llegado a topar con venados en plena sesión de observación astronómica), al Club de Yates de Chapala, a la zona del Club Deportivo de la UdeG o a lugares elegidos por el Club de Astronomía de Tepatitlán, en los que López dirigió un Maratón Messier, es decir, ver en una noche los 110 objetos catalogados por el célebre astrónomo francés Charles Messier.

“Son maravillosos los binoculares, yo disfruto muchísimo. Para alguien que no conoce nada son muy recomendables y ya después pasas al telescopio”, recomienda el Doctor en Física.

Así, siguiendo una milenaria pasión de la humanidad y haciéndose las mismas preguntas que en su momento se plantearon los mayas o ahora el prestigioso Centro de Investigación CERN (el que descubrió el Bosón de Higgs), ¿De qué estará hecho el Universo? ¿Cuándo empezó?, los profesores del ITESO encargados de la astronomía, la cual disfrutan también con unos simples binoculares, están listos para guiar a cualquiera que desee mirar con otros ojos y seguir el consejo de Borges: “Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos”. Texto Enrique González Fotos NASA/Agencia Espacial Europea/Luis Ponciano

 

Un Diplomado que mira al cielo

En el ITESO puedes obtener, según los cursos que elijas hasta completar 100 horas, un Diplomado en Astronomía o un Diplomado en Astrofísica. Tienes para escoger, entre otros:
“Astronomía, arte y mitología”
“Astrofísica de galaxias y cosmología”
“Astrofísica de estrellas y agujeros negros”
“Planetas extrasolares”
“Observación de estrellas múltiples”

¿Te interesan? Contacta con Educación Continua ITESO: diplomados.iteso.mx, correo diplomados@iteso.mx, teléfonos 3669 3482, 3669 3524 y 3669 3480