Especialistas del sector agrícola, agroindustrial y de maquilas analizan el impacto económico de una aprobación de aranceles del 25 por ciento desde la administración de Donald Trump

Un efecto mariposa que puede afectar a toda la cadena de producción y el sistema económico nacional es lo que temen empresarios de distinto ramos ante la amenaza del cumplimiento de aranceles al 25 por ciento de todos las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos por parte del presidente Donald Trump.

Esto fue discutido dentro del panel “Reacciones empresariales ante aranceles”, organizado por la Escuela de Negocios, que se llevó a cabo en el Ágora de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ del ITESO, bajo la moderación de la académica Carol Salcedo, en donde representantes del sector aguacatero, tequilero y de maquila reconocieron que la incertidumbre es grande ante la posibilidad de esta situación.

Si bien, el cobro de aranceles fue pospuesto hasta el 2 de abril por parte del vecino país del norte, y que existe la esperanza de que no se apliquen si México logra cumplir solicitudes en torno al freno de la migración y el tráfico de fentanilo, los especialistas reconocen que de ocurrir, sería desastroso para muchos productores.

“La postura del gobierno mexicano es esperar hasta el 2 de abril, no sabemos cómo vamos a reaccionar, si pondremos algo recíproco, eso tampoco está claro, la incertidumbre está en ambas partes”, reconoció Seiji Núñez Quirarte, director Compliance en Aduanalink y especialista en temas de maquila.

Aún sin poner en marcha los aranceles, Núñez reconoció que las pocas certezas en el tema ya han ocasionado que algunos embarques hacia Estados Unidos estén detenidos, y muchas empresas estén optando por acercar el material a la frontera, sin embargo, esto eventualmente ocasionará un exceso de stock y un aumento en los costos de almacenaje. “Si ocurre (lo de los aranceles), el efecto dominó se va a venir desencadenando en otros sectores como servicio y transporte”, dijo.

Por el momento, consideró que la salida actual es que toda la mercancía califique como originaria del T-MEC –tal y como lo indicó Trump en su última disposición–, no obstante, esto no llega al 50 por ciento. La otra opción es desarrollar la proveeduría mexicana, sin embargo, esto también lleva mucho tiempo.

Otro asunto que consideró es que las empresas también deberán estar preparadas a que, con la designación de los cárteles de la droga como terroristas, es muchos más factible que las cadenas de suministro sean más supervisadas y haya más exigencias en cuestiones de seguridad, para asegurar cruces fronterizos seguros.

Roberto Herrera Moreno, representante de empacadora Avocali, dedicada a la exportación de aguacate, dijo que, ante este panorama indefinido, hay un parálisis productiva en la industria.

“La semana pasada el 80 por ciento de los empacadores de APEAM (Asociación de Productores y Empacadores Exportadores de Aguacate de México) pararon cortes, producciones, comercialización, ventas y envío, por la incertidumbre. La pregunta es, ¿qué va a hacer EU para satisfacer la demanda de sus consumidores?, ellos no tienen la capacidad de producción y abastecimiento, la temporada más fuerte en California se da entre abril y junio y su mayor lote fue de 7 mil toneladas, la semana pasada nosotros exportamos 23 mil toneladas”, explicó.

En México, la exportación de aguacate solo está autorizada para Michoacán y Jalisco, el último año se produjeron 1.8 millones de toneladas de este fruto en el primer estado y el 50 por ciento estuvo destinado a Estados Unidos. Jalisco produjo 350 mil toneladas y el 34 por ciento se destina a nuestro principal socio comercial. Para la temporada 2024-2025 se espera una producción mínima de 1.2 millones de toneladas para este mercado, de las cuales, el 10 por ciento de lo que se espera exportar se envía solamente para el Super Bowl.

En EU, el 88 por ciento de lo que se consume de aguacate proviene de México –entre 20 y 25 mil toneladas exportadas semanalmente; el 7 por ciento corresponde a California, y el 5 por ciento restante se divide entre Chile, Colombia, Perú y República Dominicana.

“México es el mayor oferente de esta fruta, es el referente a nivel mundial de exportación de aguacate y se espera que esto cause entre un 20 y 30 por ciento de disminución de las exportaciones. Una estrategia clave para evitar esto es hacer una negociación y llegar a un acuerdo entre productores y exportadores para equilibrar lo que se viene del arancel. Otra es prepararte como empresa, voltear a ver otros mercados, algo que implica certificaciones y trazabilidad”, añadió.

Otro sector con bastante impacto ante esta amenaza es el tequilero. Octavio García Muciño, responsable del área de aduanas del Consejo Regulador del Tequila, explicó que el primero impacto será con quienes tienen que pagar esos impuestos, es decir, los norteamericanos, sin embargo, posteriormente habría otras consecuencias. “La incertidumbre no permite establecer estrategias. Puede haber un estancamiento de industrias, de los agricultores, de la cadena de proveedores”, calculó.

En 2024, casi el 84 por ciento del tequila de exportación (334 millones de litros de un total de 400 aproximadamente) fueron para Estados Unidos. De las 206 tequileras existentes en México, 129 exportaron a este país. El valor estimado de esto es de 3 mil 300 millones de dólares, un impuesto del 25 por ciento sobre el valor factura, implicaría un costo adicional de más de 836 millones de dólares. En lo que va del año la producción de tequila ha bajado un 21 por ciento.

Para García Muciño, un plan de mitigación en este sector es complicado, por el hecho de que el 80 por ciento de las compañías tequileras son empresas micro o medianas que no tienen la infraestructura y recursos para ello. “Las grandes empresas posiblemente tengan algún plan para la contingencia, pero estas son empresas que dependen de algunos consorcios extranjeras”.

FOTO: Zyan André

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