La Universidad recibió la visita del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo en representación de la Alianza para Ciudades con Emisiones Netas Cero, con quienes se está trabajando el plan y la Guía para el Desarrollo de Planes de Movilidad Escolar
Una de las grandes preguntas que no deja de hacerse el ITESO como institución es cómo mejorar la manera en que su comunidad llega al campus y se va de él. El transporte universitario, el sistema de auto compartido y la habilitación de ciclopuertos son apenas tres ejemplos de esta búsqueda permanente. En esa búsqueda, en julio pasado se firmó un convenio con el Instituto de Planeación y Gestión del Desarrollo del Área Metropolitana de Guadalajara (Imeplan) para el diseño del Plan de Movilidad Escolar y la creación de la Guía para el Desarrollo de Planes de Movilidad Escolar, proyectos que siguen avanzando: el pasado fin de semana, la Universidad recibió la visita del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) para realizar un diagnóstico del entorno del ITESO y tallerear el diseño de las estrategias, visión y objetivos del Plan de Movlidad Escolar.
César Hernández, director del Movilidad del ITDP México, explicó que todos estos trabajos se están realizando junto con el Imeplan como parte de la participación de Guadalajara en la Alianza para Ciudades con Emisiones Netas Cero, proyecto que cuenta con apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) y que ha venido realizando trabajos también en Ciudad de México, Monterrey, Hermosillo y Mérida. “El objetivo es la reducción de emisiones en diferentes sectores. El objetivo número 2 tiene que ver con la movilidad e implica el diseño de planes de movilidad para empresas, instituciones y escuelas, a partir de una plataforma de diagnóstico que se diseño para obtener información y su posterior estudio”.
Hernández dijo que la idea es brindar un acompañamiento al ITESO en el diseño de su Plan de Movilidad Estudiantil y en la creación de la Guía con la intención de que esta sea replicable por otras escuelas. “El ITESO ya tiene muchos proyectos, la idea es formalizarlos y avanzar con el plan. El Imeplan tiene interés para retomarlo y aprender de la experiencia del ITESO para diseñar la guía”, esto a partir de estudiar qué es realizable, cómo se puede monitorear su aplicación y cómo se adapta a las distintas realidades a donde se lleve.
Jorge Fernández, director de Administración y Finanzas del ITESO, calificó como valioso el acompañamiento y dijo que “la colaboración entre gobierno, organizaciones de la sociedad civil y academia es un buen ejemplo de la sinergia necesria para trabajar por el bien común”. Señaló que el interés por mejorar la movilidad, de la ciudad en general y de la comunidad universitaria en particular, no es algo nuevo, y añadió que desde el Departamento del Hábitat y el Desarrollo Urbano se han realizado acciones, mientras que el Colectivo de Movilidad ITESO ha sido una voz que impulsa a mejorar. Sobre el diagnóstico, precisó que este evidencia que sí hay avances, pero que sigue habiendo una prevalencia del uso del automóvil, por lo que es necesario seguir trabajando para explorar otras alternativas de movilidad que permitan avanzar hacia “un campus accesible, sustentable y seguro para todos y todas”.
Antes de comenzar con el taller impartido por ITDP México, el organismo expuso algunas estrategias de diseño de políticas públicas que se han realizado en otras partes del mundo. La presentación estuvo a cargo de Valentine Delleur, coordinadora de Políticas Públicas de ITDP, quien dijo que los diseños de planes de movilidad deben partir del análisis de los marcos normativos, de los beneficios que pueden implicar para las instituciones y, a partir de ahí, trabajar en las propuestas de políticas públicas.
Puso como ejemplos algunas iniciativas llevadas a cabo en Francia, en Medellín y en Bogotá, en donde las estrategias tienen dos cosas en común: el carácter obligatorio —aunque, matizó, en Francia se relajó esa disposición para facilitar las negociaciones con los empleadores— y la búsqueda incentivos —fiscales y económicos— para quienes implementan planes de movilidad.
Delleur dijo que la obligatoriedad de las medidas permite hacer planes a largo plazo y abona en la evaluación de sus resultados. Añadió que es necesario establecer sanciones y mecanismos de vigilancia, así como alentar la participación voluntaria a través de beneficios. Finalmente, señaló que es importante tener claro cómo se va a financiar el plan, quiénes van a ser sus beneficiarios, cuál va a ser su alcance, cómo se van a calcular los apoyos, cómo se van a distribuir y de qué manera se va a institucionalizar.
FOTO: Luis Ponciano