La importancia del gestor cultural como mediador entre creadores y ciudadanos, fue abordada en el ITESO por Margarita Maass, académica de la UNAM.

La cibercultura es una herramienta que ayuda a entender la estructura cultural de la sociedad, siempre influenciada por la comunicación. Esto lo aseguró Margarita Maass,  doctora en Ciencias Sociales por la Universidad Iberoamericana, durante la charla “Gestión cultural, comunicación y cibercultura”, que ofreció el pasado 11 de marzo en el Auditorio W del ITESO.

La plática giró en torno a la ideología del Laboratorio de Investigación y Desarrollo en Comunicación Compleja de la UNAM, del que Maass es integrante. Hablar de cibercultura, agregó, es tener una estructura y organización que a su vez sea reflexiva, colectiva y coordinada para poder generar conocimiento, manifestó. La comunicación está estrechamente ligada con lo cultural; incluso el psicólogo y biólogo Jean Piaget decía que la comunicación es un proceso biológico, indicó.

La comunicación influye estrechamente con la información por ser el medio en que se obtiene el conocimiento. Sin embargo, para adquirirlo se debe pasar por un desequilibrio interno, poniendo en  conflicto y duda la ideología de la persona, para después apropiarse de la información con una reestructuración: la unión del  viejo y el nuevo conocimiento.

Maass considera que la labor del gestor cultural es importante para la sociedad, al ser mediador de la comunicación entre la población y los campos especializados. Esta comunicación ha albergado una constante lucha por el poder, por agentes que buscan controlar a la sociedad dentro de un espacio determinado a través del discurso ideológico que más les convenga.

Estas confrontaciones dejaron de tener una comunicación de poder de arriba a abajo con la aparición de la internet y la accesibilidad de los usuarios a la red para manifestarse. Los gestores culturales ayudan, guían y provocan que estos procesos de discurso vertical -de abajo hacia arriba- u horizontal se multipliquen, con lo que dan pie a políticas culturales que  surgen de las necesidades sociales, comentó Maass. Texto Claudia Flores Foto Archivo