El cuerpo como espacio literario

El club de lectura del Centro de Promoción Cultural del ITESO invita a la comunidad universitaria y al público externo a ella a participar en la ruta El cuerpo como espacio literario, en la cual se leerán tres libros: El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Ţĭbuleac; Canción dulce de Leïla Slimani, y La perra de Pilar Quintana. 

Estos tres libros tienen en común el vínculo con los cuerpos, dice Carolina Aranda, maestra de la asignatura Literatura Latinoamericana Contemporánea y quien dirige este club. Por un lado, se habla de la fragilidad del cuerpo de una madre que lucha contra el cáncer en la narrativa de Ţĭbuleac; el dominio del cuerpo con el que se trabaja y se gana la vida, que se presenta en la obra de Slimani; y el cuerpo como espacio vacío, un cuerpo que “se ha negado a la maternidad pero que es como el último reducto para habitar la individualidad en La Perra’”, dice Aranda.  

Quienes se inscriban en este club de lectura de literatura leerán por su cuenta cada uno de los libros y se reunirán con todos los participantes y la profesora Carolina Aranda una vez al mes para comentarlos. Además del diálogo, en las sesiones, Aranda comparte una ficha de análisis de las obras. 

El costo de inscripción es de $250 pesos por las tres sesiones del semestre, las cuales se llevarán a cabo en un horario de 5:00 a 7:00 pm por medio de la plataforma Zoom. Cada libro se comentará en las siguientes fechas:  

• Viernes 11 de febrero: El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes de Tatiana Ţĭbuleac.  
• Viernes 11 de marzo: Canción dulce de Leïla Slimani.  
• Viernes 8 de abril: La perra de Pilar Quintana.  

Para más información e inscripciones, comunicarse con Lupita Lira, Coordinadora del Programa de Literatura del Centro de Promoción Cultural, al correo mlira@iteso.mx 

El verano en que mi madre tuvo los ojos verdes (Premio Cálamo Libro del Año 2019), de la autora moldava-rumana Tatiana Ţĭbuleac, narra con crudeza las relaciones maternofiliales y el resentimiento, la impotencia y la fragilidad que pueden surgir de estas. La historia gira en torno a Aleksy, quien, a recomendación de su psiquiatra, recuerda el último verano que pasó con su madre para terminar con un bloqueo artístico que le impide pintar.  

Por su parte, Canción dulce (Premio Goncourt 2016) de Leïla Slimani, autora francomarroquí, retrata la vida de una pareja en París después de que Myriam, madre de dos niños, decide retomar su carrera en un bufete de abogados y tiene que contratar a una niñera. Louise, quién será la elegida para este puesto, pronto se encariñará con los niños, pero la interdependencia, el sometimiento y el poder aflorarán entre ella y los miembros de la familia.  

Por último, La perra (Premio Biblioteca de Narrativa Colombiana), de la autora colombiana Pilar Quintana, cuenta la historia de una pareja en un pequeño pueblo del Pacífico. Cuando se le presenta la oportunidad tras muchos intentos para tener un hijo, Damaris, la protagonista, decide adoptar a una perra. La relación que mantendrá con el animal marcará su experiencia para reflexionar acerca del instinto y la maternidad.