Cada uno de los diez episodios [y dos que se convirtieron en largometrajes] que conforman la serie del polaco Krzysztof Kieslowski tiene como pretexto inicial un mandamiento y sigue la cotidianidad de los residentes de un complejo habitacional de Varsovia, cuyos caminos se entrecruzan en algunos momentos

En sus inicios como cineasta, a mediados de los años sesenta del siglo anterior, el polaco Krzysztof Kieslowski tenía el propósito de hacer carrera en el documental, por lo que dirigió algunas películas de corta duración de este género. No obstante, descubrió que por medio del documental se limitaba el acceso a los temas que le interesaban, pues las personas no se abren cuando abordan experiencias íntimas como el amor o la muerte. El ingreso a la intimidad lo consiguió por medio de ficciones que tenían como punto de partida los sinsabores y las hostilidades que presentaba la vida cotidiana bajo el régimen socialista.

“El caos y el desorden reinaban en Polonia a mediados de los años ochenta, por doquier, todo, prácticamente en la vida de todos”, comenta el realizador; y añade: “Tensiones, un sentimiento de desesperanza y un temor de que lo peor estaba por venir eran obvios.” A finales de esta década registra ese paisaje en una miniserie destinada para la televisión, que pasará a la posteridad como una de sus grandes obras: El decálogo (1989).

Cada uno de los diez episodios que conforman la serie –como su título lo anticipa– tiene como pretexto inicial un mandamiento y sigue la cotidianidad de los residentes de un complejo habitacional de Varsovia, cuyos caminos se entrecruzan en algunos momentos. En la serie se consignan, entre otros asuntos: las preocupaciones de una mujer por la espiritualidad de su sobrino; el dilema de otra mujer, cuyo marido está gravemente enfermo, y lleva en el vientre el producto de una relación extramarital; el conflicto que se genera entre dos hermanos por la herencia paterna; los afanes de un hombre impotente para que su esposa busque un amante; la decisión de una madre para recuperar a su hija después de años de vivir en el engaño.

Mención aparte merecen dos episodios que se convirtieron en largometrajes y que ocupan un sitio de honor en la filmografía del cineasta polaco: Breve historia sobre el amor (1988), también conocida como No amarás, que acompaña a un joven que espía a una vecina y se enamora de ella; y No matarás (1988), que recoge de la debacle de un asesino.

El estilo (cámara, luz y música) da cuenta del clima espiritual que percibe el realizador, por lo que abundan los tonos grises y las atmósferas claustrofóbicas. En toda la obra, por otra parte, habita un riguroso afán de reflexionar sobre la moral. Los asuntos abordados y el tratamiento que reciben constituyen un motivo valioso para pensar sobre conductas y decisiones, sobre los conflictos que plantea el otro. Es decir, es un material maravilloso, fértil, para hacer un ejercicio ético.

La colección Criterion ofrece versiones remasterizadas, ricas en materiales adicionales, como comentarios del realizador y los dos largometrajes mencionados. En el acervo de la biblioteca se encuentran las ediciones en DVD y en blu-ray.

DVD: 891.85 KIE V. 1-3, V. 4-7, 8-10 T.1

Bluray: 808. 8 CRI V. 837 T. 1, T.2

FOTO: Tomada de https://www.criterion.com