David Fernández ofrece sendas para caminar la actualidad

Guerreros, sanadores, videntes y maestros eran, o siguen siendo, figuras recurrentes en las antiguas religiones y en comunidades originarias. Son, también, protagonistas del nuevo libro de David Fernández, SJ, quien se preguntó cómo podían vivirse estos papeles en la vida actual. La respuesta tomó la forma de sendas que se convirtieron en palabras y devinieron en Cuatro caminos: posibilidades para una vida plena y con sentido en el mundo de hoy, libro que fue presentado en el Auditorio M del ITESO. 

Guadalupe Lira, coordinadora del Programa de Literatura del Centro de Promoción Cultural (CPC) del ITESO y encargada de conducir la presentación, describió el libro del jesuita como «un título que resuena en los tiempos que estamos viviendo». El comentario fue secundado por Patricia Villarreal, directora del Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles del ITESO (C-Juven), quien señaló que en su intervención quería compartir su experiencia durante la lectura de un libro que, dijo, «mira la realidad desde diferentes perspectivas». 

Villarreal señaló que, en tiempos en los que «estamos hartos de no ver caminos para hacer algo diferente, este libro es una respuesta por su compromiso con la realidad, con el mundo y con quienes miran la historia desde abajo». Dijo que, en sus páginas, David Fernández demuestra «que quien toca el drama de la vida humana no puede más que estremecerse y salir de sí para actuar». 

Luego de destacar la prosa fluida del libro, se refirió a los cuatro caminos que plantea el autor a partir de las cuatro figuras ya mencionadas: «La senda de las, les, los guerreros, en donde se habla de quienes ven la vida como un campo de batalla contra el capitalismo y el sistema patriarcal; la senda de los, les y las sanadoras, donde vemos que es necesario sanarse a uno mismo para luego sanar a la sociedad; la senda de les, las, los videntes, que sueñan con un mundo más justo y fraterno y son creadores de nuevos significados, y la senda de las, les y los maestros, en donde nos ofrece cuatro pasos para vivir esta figura de manera congruente». Concluyó afirmando que «es un libro que me atrapó y me conmovió». 

Guadalupe Lira, Jorge Rocha, David Fernández, SJ, y Patricia Villareal

En la presentación del libro también participó Jorge Rocha, director de Integración Comunitaria (DIC) del ITESO, quien confesó que una de las primeras preguntas que se hizo al conocer el libro fue para quién estaba escrito, y la respuesta la encontró en las primeras páginas. «Es un libro para las, les y los jóvenes y eso hay que destacarlo, porque hoy casi no escribimos para elles. Ése es el primer acierto del libro».  

Rocha Quintero también destacó que el libro puede ser útil para las personas que acompañan los procesos formativos y resaltó que en sus páginas se invita recurrentemente a superar tres cosas: la ambición por el poder, el dinero y la fama, «no porque sean malas por sí mismas, sino porque hay que aprender a manejarlas en función de un bien mayor». El académico concluyó su intervención señalando que, una vez finalizada la lectura, el libro lo dejó «con un sentimiento de esperanza: con esto podemos guiar, facilitar procesos». 

Al tomar su turno, David Fernández, SJ, dijo: «Siempre me siento en casa cuando vengo al ITESO», y agradeció la lectura de los presentadores, retomando una idea de Umberto Eco según la cual «toda obra es una obra abierta que se completa con la lectura. Es como echar un hijo al mundo: el libro ahora le pertenece a quien lo lee, a quien lo utiliza». En ese sentido, se dijo estimulado al saber que el volumen «puede tener utilidad pedagógica y educativa». 

El exrector del ITESO y de las universidades Iberoamericana (Ibero) Ciudad de México y Puebla anticipó que el libro no será un éxito editorial porque los senderos que propone van en sentido contrario de los caminos que propone el mainstream, y llevó esta reflexión a la vida y el trabajo de las universidades. «No podemos ser universidades en el sentido pleno de la palabra si seguimos atendiendo sólo lo que traza el mercado universitario». David Fernández también dijo que, si bien el libro no busca dejar de lado la acción política, prefiere abogar por lo que llamó la micropolítica, es decir, «las prácticas comunitarias, una militancia o un activismo que encaren situaciones concretas sin enamorarse del poder, sino de la posibilidad de la resistencia. Es un libro que quiere decir que hay margen de acción para cambiar cosas». 

FOTOS: Luis Ponciano