En el marco de los 60 años del ITESO y de la licenciatura en Ingeniería Civil, la decimonovena edición del simposio busca reflexionar sobre la importancia de encontrar soluciones sustentables en los procesos de construcción.

Cuando el ITESO abrió sus puertas hace 60 años, en su oferta inicial se encontraba la licenciatura en Ingeniería Civil. La carrera está tan arraigada a los orígenes de la universidad que uno de sus primeros egresados tiene asignado el expediente número 000001. Por eso, tanto la licenciatura como el ITESO están de fiesta. Y qué mejor manera de celebrar que con la realización del XIX Simposio Internacional de Ingeniería Civil (SIIC), coordinado desde el Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) y que ya es considerado, según sus organizadores, como uno de los más importantes no solo de la región y el país, sino de América Latina.

Durante la sesión inaugural, el jueves 8 de marzo, Catalina Morfín, titular de la Dirección General Académica de la universidad, señaló que la realización del simposio es evidencia “del interés del ITESO por hacer de nuestro hábitat un lugar digno y seguro para todos”.

La directora general académica resaltó el hecho de que la Ingeniería Civil es una de las profesiones que tienen más injerencia en la vida humana, ya que de ella dependen la proyección de las ciudades y su dotación de servicios e infraestructura, entre otras cosas, pues construir es una de las necesidades propias de la sociedad. Esto, añadió, tiene un bemol: se trata de una profesión que utiliza una gran cantidad de recursos ambientales y de alto consumo energético. De ahí la necesidad de buscar nuevas e innovadoras alternativas para “cambiar la forma en la que se consiguen esos recursos y cómo se usan, para evitar desperdicios y propiciar el reciclaje”.

Catalina Morfín señaló que uno de los retos del ITESO es “avanzar en el estudio y la comprensión de la sustentabilidad”, y compartió con los asistentes algunas ideas de la Congregación General 36 de la Compañía de Jesús, en el que se habla precisamente de la necesidad de crear un cambio de estructura en la manera de acceder a las materias primas, de modo que se alcancen beneficios para la sociedad, pero también para el medio ambiente.  La directora general académica de la Universidad Jesuita de Guadalajara concluyó su intervención señalando que se debe avanzar para “construir un futuro que nos haga habitantes plenos de nuestra casa común”.

Xyoli Pérez Campos, profesora del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM, resaltó la importancia de que geofísicos e ingenieros civiles trabajen de la mano en la edificación de estructuras.

Fiesta y celebración

Además del estudio y la reflexión, la decimonovena edición del simposio es también una fiesta. Y para celebrar, los ingenieros civiles del comité organizador decidieron construir un puente que conectara los orígenes de la licenciatura con su era reciente. Así, durante la jornada inaugural se rindió un homenaje a Mauricio Aguirre, Jorge Fernández, Salvador Ibarra, José Manuel Sepúlveda y Carlos Valencia, egresados de la generación 1958-1963, aquella que se enroló en el ITESO cuando el campus se encontraba al lado de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres y que confiaron en el proyecto.

En el otro extremo del puente se encuentra Abigaíl García, egresada de la generación Otoño 2017, quien recibió una mención honorífica por su desempeño académico y su congruencia con las Orientaciones Fundamentales del ITESO. Al agradecer la distinción, Abigaíl se mostró conmovida por volver a un lugar en el que dijo haber sido muy feliz, y añadió que “el ITESO enciende un chip que te permite ver el mundo con otros ojos”.

Luego de la inauguración oficial, vino la primera conferencia del simposio, titulada “El rol de los geofísicos en la prevención y atención de desastres naturales”, y que estuvo a cargo de Xyoli Pérez Campos, profesora del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM.

La profesora e investigadora explicó que la geofísica combina conocimientos de matemáticas, física, química y geología para desarrollar instrumentos y técnicas que permitan explorar el planeta y dar apoyo para la construcción de estructura, de ahí de la importancia de que tanto geofísicos e ingenieros civiles trabajen de la mano en la proyección y edificación. “Es fundamental hacer estudios geofísicos antes de ejecutar cualquier obra”, dijo Pérez Campos, y describió este trabajo conjunto como “una cadena que va desde el estudio y comprensión de la fuente sísmica hasta la construcción de infraestructura”.

La charla partió desde la definición de riesgo —que se entiende a partir de la conjunción de los conceptos peligro, vulnerabilidad y exposición—, para luego hablar de los fenómenos naturales perturbadores, que pueden ser astronómicos, hidrometeorológicos y geológicos. En estos últimos se encuentran los sismos, área de especialización de Xyoli Pérez, quien con ilustraciones y gráficos explicó de manera concisa el origen y comportamiento de los sismos —hizo comparaciones entre el de 1985 y los de 2017—, y compartió cómo ha evolucionado la manera de registrarlos en el Servicio Sismológico Nacional. Concluyó diciendo que es “fundamental hacer llegar toda esta información a la ciudadanía para acabar con los mitos”.