«Desde el hot cake perfecto hasta cómo olvidar a tu ex: todo tiene su ciencia», fue una de las conferencias impartidas en el marco de la Feria de Ciencias ITESO (FECIIT) 2025, organizada por la sociedad de estudiantes de la Ingeniería en Nanotecnología
Hay ciencia hasta en el enamoramiento, pues a nivel bioquímico, este es un cóctel de droga interno que genera una mezcla que nos vuelve locos, la cual se parece a esa misma sensación que siente un paciente que padece un trastorno obsesivo compulsivo. La ciencia está en lo que cocinamos y hasta en cómo conciliamos el sueño. Es ese impulso de explorar y comprender, algo que hacemos con frecuencia.
Bajo esta idea transcurrió la conferencia «Desde el Hot Cake perfecto hasta cómo olvidar a tu ex: todo tiene su ciencia», impartida por la especialista Gabriela Calderón y que fue parte de las actividades de la cuarta edición de la Feria de Ciencias ITESO (FECIIT) 2025, organizada por la sociedad de estudiantes de la Ingeniería en Nanotecnología.
Licenciada en Mercadotecnia, Maestra en Procesos Cognoscitivos y profesora titular del Departamento de Economía Administración y Mercadología (DEAM), Calderón explicó que la ciencia es la búsqueda de obtener conocimiento a través de métodos muy concretos, que agrupan una serie de observaciones, experimentos y razonamientos. “Para que sea ciencia requerimos estar dispuestos a la comprobación. La ciencia no tiene miedo de ponerse a prueba, tiene la característica de ser verificable y está dispuesta a tratar, tratar y tratar”, mencionó la experta en gestión de trade-marketing.
La especialista utilizó situaciones de la vida diaria para evidenciar que el método científico es empleado infinidad de veces, desde tratar de conquistar a alguien en una fiesta, curarse de la resaca o intentar quitar una mancha de la ropa. “A la ciencia no la tenemos que encasillar a fuerzas en las ciencias duras”, expresó la también directora comercial de la cervecería Corazón de Malta.
Mencionó que a través de la ciencia podemos, por ejemplo, establecer, conocer e implementar el modelo básico de vinculación afectiva, que es hacerse notar, buscar algo en común, interactuar y establecer una relación. “Nuestros intentos científicos de cada día pasan siempre por observar, medir y comparar. Todos tenemos hipótesis y las ponemos a prueba”, dijo.
Calderón lamentó que, pese a lo fascinante de la ciencia, aún siga sin verse reflejada en los gustos poblaciones pues, de acuerdo con la última Encuesta sobre Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología (ENPECYT 2017) en México del INEGI, los lugares o recintos culturales y de diversión más frecuentados por los mexicanos son los cines (60.5 por ciento), los parques de diversión (39.9) y los zoológicos o acuarios (32.6%). Mientras que los menos visitados fueron la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología (6.9), los planetarios (10.9 por ciento) y las exposiciones tecnológicas o industriales (13.1).
No es de extrañar entonces que, según esta misma encuesta, el 45.8 por ciento de los entrevistados siga considerando que, debido a sus conocimientos, los investigadores científicos tienen un poder que los hace peligrosos.

Celebración del pensamiento
La ciencia es una persona curiosa que trata de ver a través del ojo de una cerradura, es comprender el mundo e innovar, pero también hacer justicia. Con esta convicción se realizó la cuarta edición de la FECIIT 2025, en la que por vez primera participaron estudiantes de otras licenciaturas del país, además de los alumnos de la universidad jesuita.
En el acto de apertura se invitó a usar la ciencia para algo más grande que nosotros mismos, que fuera no solo para la academia y los laboratorios, sino verla como una herramienta que nos permita analizar, cuestionar y transformar la realidad. La coordinadora de Ingeniería en Nanotecnología del ITESO, Elsie Evelyn Araujo Palomo, fue la responsable de hacer la declaratoria inaugural de la feria en la cual se expusieron y evaluaron proyectos, se llevaron a cabo paneles y conferencias, y hubo oportunidad para realizar labores de networking.
“Hoy no solo celebramos el conocimiento sino también la curiosidad, el compromiso y la creatividad de nuestra comunidad universitaria”, dijo Araujo. “Nos encontramos en el año de la mecánica cuántica, una de las materias más desafiantes y revolucionarias de la ciencia moderna, que nos recuerda que no siempre el universo se comporta de manera intuitiva, y que es en lo incierto, en lo misterioso y en lo incomprendido donde nace la verdadera innovación, esa es la esencia de esta feria, atrevernos a mirar más allá de lo evidente.”
La académica aseguró que en cada proyecto, experimento y conversación surgida en la feria, se entretejieron mundos, desde los más pequeños hasta los grandes sistemas que modelan nuestra sociedad, “esta feria es un espejo del espíritu jesuita de formar profesionales que no solo dominen la técnica, sino que comprendan su responsabilidad frente al mundo y para el mundo”, concluyó.

FOTOS: Zyan André