En el arranque de la Gira Universitaria Alto a la Tortura, Amnistía Internacional y el Centro de Justicia para la Paz y los Derechos Humanos (Cepad) exigieron al Gobierno de México que atienda los cientos de casos de tortura que siguen impunes.
El ITESO fue el escenario elegido para lanzar en Jalisco la campaña global Alto Tortura, orquestada por la organización Amnistía Internacional, la cual busca, visitando diferentes escuelas de la Zona Metropolitana de Guadalajara, abordar casos, firmas y peticiones que se harán llegar al gobierno mexicano.
El objetivo de la campaña que se dio a conocer en el Auditorio A el lunes 19 de septiembre es generar espacios de diálogo, sensibilización y desmitificación de algunas concepciones generales sobre la tortura, así como invitar a la gente a involucrarse y denunciar los casos que conozca.
Amnistía Internacional se ha dedicado históricamente a documentar casos de tortura alrededor del mundo; calcula que el 75% de las 141 naciones estudiadas sigue torturando. Por esta razón, es la quinta vez que la organización lanza una campaña global para exigir a los gobiernos que erradiquen esta práctica.
México, en la lista negra de AI
Titulado “Alto Tortura”, este nuevo esfuerzo se concentra en cinco de los países en que dicha organización tiene presencia, elegidos porque en los últimos años presentaron un incremento en sus prácticas de tortura: Marruecos, la zona del Sahara occidental, Nigeria, Filipinas y México.
En el caso de nuestro país, AI presentó el año pasado el informe “Fuera de control; tortura y malos tratos en México”, una investigación de dos años con familias, victimas y autoridades para conocer la grave situación que vive el país, con la tortura generalizada y persistente en varios estados de la República, con una alta permisividad por parte de las autoridades.
De 2003 a 2013, México registró un incremento del 600% en los casos reportados ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, mientras que entre 2010 y 2013 esta institución recibió 7 mil 164 quejas, las cuales han dado pie únicamente a siete sentencias por tortura.
En México, la ley contempla un dictamen médico-psicológico aprobado internacionalmente para determinar posibles casos de tortura o malos tratos aplicados por instituciones como la Procuraduría General de la República, pero de acuerdo con datos de las propias autoridades, solo a una de cada 20 presuntas víctimas de tortura se les aplica.
“En México existe un alto grado de impunidad; con esta permisividad las autoridades ignoran y toleran el uso de la tortura. No solamente va contra las leyes en México sino también a nivel internacional”, afirma AI.
Tal es el caso de Yecenia Armenta, quien presuntamente fue detenida y torturada para que firmara una confesión por un delito que, según afirma la acusada, no cometió. Lleva casi tres años en prisión, mientras que los hombres que la torturaron permanecen en libertad. Texto Marcela Gutiérrez Foto Amnistía Internacional