La Oficina de Egresados guía a los y las jóvenes itesianas en el tránsito de estudiantes a profesionistas, muchas veces también les acompaña en la búsqueda del primer empleo y ofrece diferentes maneras de seguir en contacto con la universidad. Todo con una premisa: una vez ITESO, por siempre ITESO

Jóvenes que recién egresaron, pero también millennials y de la llamada generación X y, un poquito más atrás, de las primeras generaciones que son consideradas como fundadoras. La comunidad de personas que han egresado del ITESO es tan diversa como lo pueden ser 57 mil historias diferentes. “Es una comunidad muy plural, bastante rica, que busca seguir conectada con la universidad: unos quieren revivir los momentos que vivieron, otros buscan la manera de cómo seguir brindando un servicio. Nosotros queremos saber no solo quiénes estudiaron con nosotros, sino qué están haciendo después. Por eso queremos estar presentes, para seguir acompañándoles, conocer sus historias”, dice Ricardo Cortez Amezcua, director de la Oficina de Egresados del ITESO.

La dependencia a cargo de Cortez Amezcua acompaña al estudiantado en el final de su proyecto académico, ya sea de licenciatura o de posgrados. Esta coyuntura, dice el director, “permite crear una amistad y un espacio para ponerse a su servicio. Nos toca acompañar una de las mejores etapas del estudiantado, que es cuando se despiden del ITESO. Es un momento de mucho gozo”. Pero no todo son togas, birretes y fiesta. En el caso de los y las estudiantes de licenciatura, muchas veces también les acompaña y asesora en la incursión al mercado laboral. “También acompañamos a los y las egresadas pensando que van a buscar su primer empleo. Tenemos la obligación de acompañarles en esa búsqueda, de dotarles de herramientas para que puedan estar más preparados para sus entrevistas, para hacer su currículum, también ofrecer herramientas a quienes están emprendiendo”.

Así como la comunidad es diversa, así también es el encargo de la oficina, pues también buscan la manera de estar en contacto con las y los egresados que ya tienen varios años de haber concluido sus estudios, así como vincularse con las asociaciones de los diferentes planes de estudios. Para realizarlo, explica Ricardo Cortez, desde la Oficina de Egresados estarán trabajando en tres rubros: el primero, organizando actividades que describe como “de gran envergadura” para convocar a la mayor cantidad posible de integrantes de la comunidad. “Queremos que sean espacios de gozo y de remembranza, relacionados con el arte, la música, el deporte, la cultura”.

El segundo busca afianzar y profundizar la relación con las asociaciones. “Tenemos un buen número de asociaciones que están participando activamente con el ITESO y creemos que podríamos tener más. Queremos crecer esa participación. Queremos más interacción con los y las egresadas de posgrado, que pueden ser quienes menos tengan ese vínculo con la universidad, entonces queremos intencionarlo”. Además,

Finalmente, explica Ricardo Cortez, también quieren seguir diseñando otras rutas de actualización profesional. “Hay temas muy puntuales que el estudiantado requiere al terminar la carrera y que muchas veces no tienen que ver con su ámbito de estudio. Temas muy puntuales como darse de alta en el SAT [el Servicio de Administración Tributaria], otros temas financieros que a lo mejor no son tan familiares para quienes estudian Arte y Cultura, por ejemplo. Todo forma parte de un proceso continuo de aprendizaje con las y los egresados”.

A la par de esto, también se están impulsando tres proyectos que buscan abarcar las diferentes dimensiones de las personas. El primero, dando impulso a un programa de mentorías para “acompañarles y seguirles dando herramientas para que tengan las mejores condiciones posibles para que su futuro socioprofesional siga teniendo impacto”, detalla Cortez Amezcua. El segundo proyecto “está centrado en conectar con el crecimiento espiritual de las y los egresados en sus diferentes etapas de vida, porque cada generación y cada persona tienen distintas formas de buscar su espiritualidad. Queremos generar espacios, experiencias y servicios para que puedan seguir explorando este ámbito”. Finalmente, el tercer proyecto busca dar continuidad al trabajo que se ha venido realizando durante por lo menos los últimos 15 años en cuanto al seguimiento de egresados. “Estamos trabajando mucho para crear una estructura tecnológica que permita que este seguimiento sea más sencillo, para que sea más amigable el proceso de recabar la información de la comunidad”.

Se trata, continúa Ricardo Cortez, de atender a los y las egresados en el contexto que están viviendo y responder a sus necesidades. Por eso, agrega, también se busca involucrar a sus familias. “Muchos y muchas de ellas ya tienen hijos, hijas, esposos y esposas, y queremos que estén en su alma máter con su familia. También estamos trabajando con las dependencias académicas para seguir ofreciendo espacios de aprendizaje continuo: conferencias, seminarios, charlas”.

Todas estas líneas de acción y los proyectos se enmarcan dentro de las dos divisiones en las que se organiza el trabajo de la oficina: la que está centrada en la identidad de la comunidad de egresadas y egresados —que incluye otros servicios que “se materializan” en la credencial y que permite acceder a diferentes beneficios—; y la que se enfoca en la empleabilidad, dirigida al espacio socioprofesional de las y los egresados —ahí entra una de las actividades estelares de la oficina: Emplearte, jornada de empleo y emprendimiento que en 2025 celebró su décima edición.

Ricardo Cortez concluye diciendo que el espíritu que orienta el trabajo de la Oficina de Egresados busca “primero, dar un buen servicio a la comunidad, y también construir y seguir pendientes de ellos en temas de actualización profesional y en la dimensión espiritual. Queremos que todas las personas que quieran seguir sirviendo encuentren en el ITESO la casa donde lo pueden hacer. Y también estamos buscando las historias de los y las egresadas que impactan vidas. Queremos darlas a conocer, contar qué ha ido pasando”. 

FOTO: Zyan André