Hace unos meses, en el marco del Día Internacional de Cero Desechos en marzo de este año, Antonio Guterres, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), declaró: “Ir a la última moda podría matar al planeta”. Lo dice con fundamento: según datos de la ONU, esta industria es responsable del 8 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero, cada año consume el agua equivalente a la que se requiere para llenar 86 millones de albercas olímpicas y utiliza químicos nocivos para el planeta y para los humanos. A pesar de esto, la fast fashion sigue imponiéndose, aunque hay iniciativas que comienzan a diseñar contracorriente. De esto se habló en la primera actividad de la segunda jornada del Congreso Internacional de Moda + Sostenibilidad, organizado por la Licenciatura en Diseño de Indumentaria y Moda del ITESO junto con las organizaciones Universo Mola, a través de Hilos México, y la fundación Entre Soles y Lunas.
Para mostrar que otra moda es posible, el panel “Diseñar con conciencia: prácticas que regeneran” reunió a Itzel Real Guerra, investigadora de Sociología y Antropología de Moda y fundadora y directora creativa de Flavante; Carol Mendoza, directora y fundadora de Second Clóset MX; Achtli Bautista Monge, fundadora y directora creativa de Ach+ y Jehsel Lau, directora y diseñadora de Haute à Porter, quienes sostuvieron una charla en la que respondieron las preguntas de Raymundo Pérez.
La primera pregunta puesta en común indagaba en lo que las diseñadoras entienden por diseño consciente. Itzel Real dijo que, para ella, este modelo de trabajo parte de una investigación que busca “cuestionarte, ver tus medios, tus recursos, tus redes y, a partir de ahí, crear respondiendo por qué, para qué y qué mensaje cargan los diseños que realizas”.
Carol Mendoza, cuya empresa trabaja con prendas ya existentes para darles un segundo uso, dijo que el diseño, y en este caso el consumo consciente de ropa es importante porque “ya tenemos demasiadas prendas en el mundo, no necesitamos más. Lo que necesitamos es alargar la vida útil y propiciar un consumo más sustentable de las prendas”.
La segunda pregunta, en torno al papel que juegan las diseñadoras al búsqueda de otro modelo de diseño de modas, Achtli Bautista dijo que desempeñan “un papel político y cultural”, por lo que la apuesta es ir más allá de la estética y, en cambio, ahondar en “la riqueza cultural de América Latina, regresar al origen, crear desde lo local y desde la empatía con con las personas, los materiales y los procesos”. Por su parte, Jehsel Lau dijo que el conocimiento “permite entender hacia dónde dirigir tu creatividad” para, entonces sí, “entrar a fondo a diferentes temas como los sociales, la innovación y los procesos de producción”.
Después la panelistas compartieron con la audiencia, reunida en los auditorios M, cómo combinan la creatividad con la sustentabilidad sin sacrificar la calidad de las prendas. Jehsel Lau dijo que es importante, primero, entender la diferencia entre los conceptos sostenible y sustentable: “No hay nada sostenible en el tiempo si no es sustentable”, para luego añadir que el tema de la sustentabilidad no es nuevo y va más allá de una tendencia: “Hay que verlo como una filosofía de vida”. Dijo que el factor humano es el tema más importante y entenderlo así permite tener una mayor conciencia de los materiales y su origen, buscando garantizar “la calidad para el cliente, pero también para quienes trabajan contigo”.
Itzel Real dijo que para ella es importante la búsqueda por “deconstruir la idea de que las cosas sustentables dan flojera”. Invitó a la audiencia a explorar la filosofía de los cuidados e invitó a las y los asistentes a ver el diseño como un juego “para descubrir cómo puedo cuidar más el planeta”. Para Achtli Bautista hay que evitar el diseño de moda fácil porque “produce mucha basura y mucho desperdicio. Hay que destapar la creatividad para tomar otras direcciones”. Para cerrar la ronda, Carol Mendoza dijo que “el reto es no olvidar el objetivo: cuidar el planeta. La moda y la sustentabilidad no están peleados” y dijo que en su caso, al tratar con ropa de segunda vuelta, muchas veces tiene que derribar tabúes y mitos entre los y las consumidoras.
Para cerrar, las diseñadoras hablaron de los cambios que se necesita impulsar. Jehsel Lau dijo que no hay una fórmula ni una solución única. Un primer paso, añadió, es “llevar al consumidor a entender qué hay detrás de cada prenda. El pecado no es la moda, sino el consumo y el ritmo al que se consume”. En esa línea también opinó Itzel Real, quien dijo que no hay que dejar de “cuestionarnos a qué marcas le estamos dando nuestro dinero, nuestro tiempo y nuestros recursos”. Finalmente, Achtli Bautista y Carol Mendoza coincidieron en lo importante que es encontrar un propósito y trabajar en colaboración con otras personas y proyectos. Porque, como remató Jehsel Lau “si el diseño de moda requiere conocimiento, disciplina y perseverancia, el diseño sustentable requiere tres veces más”.
FOTOS: Zyan André
