Con más de 15 años de experiencia en talento y desarrollo organizacional, Carla Martínez comparte una visión crítica sobre empleabilidad, sesgos inconscientes y las nuevas reglas del mercado laboral
Por Jackelyne Vargas
La egresada de la Maestría en Administración (MBA) del ITESO, Carla Martínez, compartió su experiencia y conocimientos en el Taller de Empleabilidad realizado este verano. Especialista en talento, selección y desarrollo organizacional, ha sido testigo —y parte activa— de la transformación profunda del mundo laboral. Actualmente se enfoca en temas de diversidad e inclusión, tecnología aplicada a recursos humanos y sesgos inconscientes, ofreciendo una mirada crítica y actualizada para quienes buscan incorporarse al mercado profesional.
Desde su experiencia, uno de los mayores retos para las y los jóvenes es la falta de transparencia en los procesos de selección. “Llegamos al mercado laboral sin saber realmente qué esperar. No nos explican cómo funciona una entrevista hoy, qué buscan las empresas o cómo influyen los algoritmos y los prejuicios humanos en la toma de decisiones”, señala.
Advierte que, más allá de la tecnología, son las propias personas quienes reproducen sesgos que distorsionan la evaluación de los candidatos. “Nuestro cerebro simplifica información para tomar decisiones rápidas, pero eso puede generar prejuicios: asumimos cosas por el nombre, el estilo de vida o el género de quien está al otro lado. Así, se cierran puertas a talento valioso”. Reconocer esas trampas mentales, dice, es el primer paso para construir procesos de selección más justos.
Con más de 15 años de trayectoria en áreas de talento, ha observado cómo los procesos de selección evolucionan. En este contexto, es clave identificar los sesgos, tanto humanos como automatizados, para diseñar convocatorias más equitativas.
Además, invita a cuestionar los estereotipos que atraviesan cada etapa del reclutamiento y a cuidar la huella digital sin renunciar a la autenticidad. “Las redes sociales pueden ser una excelente carta de presentación, pero también un terreno minado si no se gestionan bien la privacidad y la exposición. Ajustar la visibilidad, revisar etiquetas y pensar dos veces antes de publicar contenido personal protege tu marca profesional sin perder tu voz”.
En cuanto al currículum, sugiere eliminar datos que no aportan valor y que pueden activar filtros sesgados, como la fecha de nacimiento, el estado civil, la dirección o el CURP. “Enfócate en lo que realmente marca la diferencia: logros, resultados cuantificables y habilidades clave. Así reduces el riesgo de ser descartado por criterios ajenos al desempeño”.
Para enfrentar este nuevo panorama laboral, recomienda iniciar un proceso constante de autoconocimiento: definir objetivos claros, comprender cómo funcionan los sistemas automatizados de reclutamiento (ATS) y prepararse para entrevistas por competencias o videoevaluaciones. “En muchos casos, el primer filtro ya no es una persona, sino una plataforma. Saber usar palabras clave, cuidar lo que compartes y equilibrar lo técnico con lo estratégico cambia por completo las reglas del juego”.
Carla concluye que para la empleabilidad en 2025 estamos ante un cambio de paradigma: “La empleabilidad ya no es solo técnica, es estratégica. Y para eso necesitamos preparación, información y comunidad”.
FOTO: Jackelyne Vargas