Presentan la «Guía de Implementación de Sistemas de Bicicleta Pública con Perspectiva de Género» dentro del del Seminario Permanente de Estudios de Movilidad Urbana Sustentable (Semus)
No todas las personas de desplazan de la misma manera. El espacio público y la movilidad, así como el goce y el sufrimiento de la ciudad, se ven influidos por el género y las propias experiencias urbanas que ello conlleva.
Bajo esa premiso fue se trabajó la Guía de Implementación de Sistemas de Bicicleta Pública con Perspectiva de Género, que fue presentada en Casa ITESO Clavigero dentro del Seminario Permanente de Estudios de Movilidad Urbana Sustentable (Semus). El documento fue elaborado por el colectivo Transeúntas con la cooperación de la empresa BKT Bici Pública.
Aunque la bicicleta puede ser un elemento que abone a la independencia y emancipación de las mujeres, lo cierto es que su movilidad actualmente es un poco más compleja y con dificultades debido a barreras como la violencia de género, la violencia sexual, el acoso callejero, la violencia vial, las restricciones de horario para la movilidad, la movilidad del cuidado y las deficiencias en la infraestructura ciclistas.
“Si se reconocen estas brechas de género y los factores socioculturales y físicos, desde un sistema se pueden incorporar estrategias puntuales que contrarresten estas brechas y estos factores que nos limitan la movilidad como ciclistas urbanas”, dijo Triana Zepeda Saldaña, fundadora de Transeúntas y quien fue responsable de esta guía junto con Silvina Razo.
De acuerdo con la guía, en Mi Bici GDL, modelo que se usa en Guadalajara, el sistema es utilizado por un 70 por ciento de hombres y 29 por ciento de mujeres; en CDMX el modelo de Ecobici tiene a un 63 por ciento de hombres y un 33.6 por ciento de mujeres. Pero esta representación se repite en otras latitudes, por ejemplo, en City Bike, en la ciudad de Nueva York, un 68 por ciento de los usuarios son hombres y un 24 por ciento son mujeres, mientras que en Temi Bici de Argentina, Chile y Brasil, un 61 por ciento lo usan los hombres contra un 38 por ciento de mujeres.
Esta investigación reveló que detrás de estas cifras tan dispares existen factores socioculturales y de roles de género que marcan una diferenciación de patrones de movilidad entre géneros. Estos tienen que ver con cuestiones como la educación, la seguridad, el miedo, la falta de estímulos para el uso de la bicicleta en la infancia, la falta de acceso, la vestimenta y hasta los roles de género en el cuidado.
Pero también hay factores físicos como el miedo a ser víctimas de siniestros de tránsito o de alguna violencia, falta de infraestructura, ciclovías en mal estado, seguridad vial, percepción de riesgo y accesibilidad de los sistemas.
Ante esto, el texto propone la necesidad de trabajar en varios aspectos, como son la creación de entornos habitables, la caminabilidad y la necesidad de tener espacios seguros. Lo anterior implica conocer de forma diferenciada las experiencias de las personas en la forma de habitar y moverse en el territorio. Es por eso por lo que el trabajo de esta guía se realizó tanto a partir de las experiencias personales, como recogiendo las opiniones, propuestas y emociones de los usuarios del sistema de Mi Bici GDL.
“La guía está diseñada y dirigida para el personal técnico de empresas operadoras, así como instituciones gubernamentales y se puede aplicar en las escala temporal y espacial del territorio”, añadió.
En la presentación, que fue moderada por Yeriel Salcedo, responsable del Proyecto Derecho a la Ciudad Sustentable del Centro Universitario de Incidencia Social (Coincide) del ITESO también estuvo Gabriela Becerra, del comité de Diversidad, Equidad, Inclusión y Pertenencia de la Asociación Norteamericana de Bicicletas y Patines compartidos y parte de BKT Bici pública, quien reconoció que existe una brecha de genero en los sistemas y en la bici como transporte en sí.
“Es importante cerrar esta brecha, porque las mujeres como ciclistas urbanas tenemos más autonomía y generamos más confianza al andar en la calle. Esto también debe ser visto como una apropiación del espacio público, vivimos en ciudades pensadas y diseñadas desde lo masculino y salirnos más a la calle, andar en ella, es pensarla y experimentarla de otra forma”, expresó.
Además, participó Mario Delgado, cofundador BKT Bici Pública, empresa fundada en 2008 que opera el sistema Mi Bici GDL con 4 mil bicis, 368 estaciones, 400 mil viajes mensuales y 27 mil personas usuarias; y Ecobici en Ciudad de México con 9 mil 308 bicis, 689 estaciones, 2 millones de viajes mensuales y 192 mil personas usuarias activas.
“Es muy importante que la ciudad ponga los recursos necesarios para hace el monitoreo del resultado de los programas que en sus políticas públicas desea implementar”, opinó sobre la evaluación del éxito de este tipo de iniciáticas de movilidad, destacando que Guadalajara ha pasado de 65 a 300 kilómetros de infraestructura ciclista en la ciudad desde la implementación del sistema Mi Bici.
FOTO: Zyan André