Alfonso Hernández Valdez, quien preside esta instancia, explica que más que imponer sanciones, el Tribunal lo que busca es fomentar el respeto y el cumplimiento de los derechos de la comunidad universitaria. “Buscamos el cuidado y el respeto en todas las dimensiones de la persona”, dice
El Tribunal Universitario del ITESO es un órgano colegiado de la Universidad que tiene por objetivo dirimir conflictos o quejas entre los integrantes de la comunidad universitaria. Y, como es un órgano de última instancia, sus resoluciones son inapelables. La suma de las palabras tribunal, última instancia e inapelables impone. Sin embargo, Alfonso Hernández Valdez, su presidente, explica que, al igual que otras instancias de procuración de justicia de la Universidad, “no buscamos un enfoque punitivo, sino uno formativo. Más que imponer sanciones, buscamos el respeto y el acceso a los derechos de la comunidad universitaria”.
Alfonso Hernández es académico del Departamento de Estudios Sociopolíticos y Jurídicos del ITESO (Desoj). En agosto pasado fue invitado a presidir el Tribunal Universitario y explica que éste se conforma de cinco integrantes: cuatro de ellos son miembros permanentes, y uno más, un representante de cada grupo de la Universidad —estudiantes de licenciatura y posgrado, personal administrativo y académicos—que se integra al Tribunal según el caso que estén revisando.
¿Y qué tipo de casos analizan? “Son muy variados. Puede ser desde la aclaración de una calificación —no es el más común, pero ha pasado— hasta casos de faltas disciplinarias relativamente graves, actos ofensivos o discriminatorios, acoso laboral”, dice Hernández Valdez, y agrega algo que es muy importante: después del Tribunal Universitario ya no hay otra instancia a dónde acudir dentro de la Universidad, por lo que lo más recomendable es recurrir a él después de intentar resolver las diferencias o quejas en otras instancias, como la Comisión Disciplinaria o los departamentos de programa.
“Atendemos quejas que ya se trataron en otra instancia y cuya resolución no dejó conforme a una de las partes, pero no sólo así llegan casos. También hay quienes contactan directamente al Tribunal, pero no es lo deseable”, dice el académico y añade que el Tribunal también está facultado para atraer casos de especial importancia para resolverlos.
Una vez que un caso llega hasta el Tribunal Universitario, explica Alfonso Hernández, lo primero que se hace es determinar la litis, o el asunto de fondo de la controversia. Ya que se analizan todos los elementos, se ratifica la queja o se considera infundada y se emiten resoluciones, es decir, las cosas que hay que hacer para concluir el conflicto. “En el caso de la aclaración de la calificación, por ejemplo, si la queja es fundada se resuelve si hay que cambiar la calificación o si se deja como está”, dice Alfonso Hernández, y continúa con un ejemplo más grave: “Si una instancia determinó que había que expulsar a un estudiante, se ratifica o se revoca la expulsión. Como Tribunal podemos hacer recomendaciones a partir de los casos que vemos en los procesos”.
El académico del Desoj explica que el trabajo que realiza la instancia a su cargo, como el de otras instancias de la Universidad, tiene que ver con el sentido de justicia, pero no sólo: “Detrás de todo el trabajo están el acompañamiento y la responsabilidad que tenemos como comunidad universitaria. El trabajo se alinea con lo que somos como ITESO, con un enfoque que pone a las personas en primer lugar, cuidándolas y respetándolas en todas sus dimensiones y reconociendo su dignidad”.
Actualmente, las cuatro personas que son miembros permanentes son su presidente, Alfonso Hernández Valdez; Araceli García Gómez, del Centro Interdisciplinario para la Formación y Vinculación (Cifovis); Ana Paulina Quintero, de la Coordinación de Reconciliación y Construcción de Paz (Cerpaz), y Lilián Solórzano, de la Oficina de Comunicación Institucional. Según las personas involucradas en la queja, en cada caso se pueden sumar Ana Fernanda Hernández Sanmiguel (estudiante de Derecho); Denhy Fuentes Ortega (representante de Posgrados); Manuel Gutiérrez Aceves (representante del personal administrativo) y Ruth Rangel (del área académica). Completa el equipo Roberto Becerra, también del Desoj, quien funge como secretario y se encarga de resolver dudas y, según el caso, derivar las quejas.
Si bien “no es deseable que los casos lleguen directamente al Tribunal, porque se trata de un organismo de última instancia; lo mejor es crear una inteligencia jurídica universitaria para generar resoluciones en las instancias previas”, Alfonso Hernández dice que la manera más directa de contactar al Tribunal Universitario es a través del correo tribunal@iteso.mx. “Es la vía más utilizada y la mejor forma de detonar algún proceso, aunque también pueden escribir para aclarar sus dudas”.
FOTO: Luis Ponciano