Del 23 de mayo al 15 de julio, el Verano Internacional del ITESO ofrece 33 cursos para cientos de alumnos de licenciatura. Diecinueve profesores provienen de 15 países, tres de ellos narran su experiencia en esta universidad

La mezcla de culturas, de formas de percibir la vida y de encontrar soluciones para los problemas que se presentan, además de la diversidad de conocimientos de los alumnos desde sus distintos campos de acción, hace que la experiencia de los profesores del Programa de Verano Internacional del ITESO sea altamente enriquecedora. El aprendizaje se da en varias direcciones.

En 2022 se cumplen 11 años de esta iniciativa impulsada por Isabel Valdez Castellanos, coordinadora de Cooperación Académica de esta universidad, y con la que se busca que todos los alumnos tengan acceso a una experiencia internacional. En esta ocasión, 459 estudiantes de licenciatura se inscribieron en al menos uno de los 33 cursos que se impartirán del 23 de mayo al 15 de julio. Unos son presenciales, otros virtuales y algunos se desarrollarán en modalidad mixta.  

Las asignaturas favoritas en esta ocasión fueron «Interculturalidad», «Abordaje clínico de enfoques no centrados en el peso», «Bioética», «Mercadotecnia integral» y «River systems».

Para esta edición llegaron al ITESO 19 docentes provenientes de instituciones del Reino Unido, Uruguay, Italia, Portugal, España, Países Bajos, Argentina, Turquía, Ecuador, Costa Rica, Estados Unidos, Francia, Perú, Colombia y Chile.

Gilles Nakhlé, profesor de la escuela de comunicación Sup de Pub, de Francia, cuenta que en su clase hay alumnos de ingeniería, Publicidad y Comunicación Estratégica, Mercadotecnia, Arquitectura y Nutrición y Ciencias de los Alimentos: «Desde cualquier dirección, cuando ponemos a personas de distintos campos salen chispas, ideas muy buenas». Nakhlé imparte el curso de «Estrategias de comunicación en redes sociales» a 12 personas. Es la segunda vez que está en esta casa de estudios, aunque ha participado en cuatro ocasiones en el programa de cursos de verano, dos de ellas a distancia: «Para mí es una manera de intercambiar conocimientos entre mi universidad y el ITESO. También compartir lo que yo hago en Francia con una perspectiva mexicana. Además, conocer cómo los usuarios mexicanos perciben las prácticas en Europa y cómo se intenta implementarlas adaptándose a la cultura mexicana. El intercambio intercultural, aprender desde ambos lados y compartir: éstos son los valores que considero importantes», asegura el académico.

«Lo más interesante dentro del aula es que hay alumnos de distintos campos, lo cual crea mucha riqueza por lo que ellos descubren de los demás y acerca de sus propios puntos de vista; además, no siempre trabajan con las mismas personas de la clase», agregó.

El objetivo de este programa es que los alumnos del ITESO tengan una experiencia internacional al cursar asignaturas con profesores provenientes de otros países que enseñan con diferentes metodologías, enfoques y visiones, esto promueve el desarrollo de habilidades de comunicación intercultural y de flexibilidad en el aprendizaje académico.

«Los cursos a ofertar surgen, en su mayoría, de los departamentos académicos, de coordinadores y algunos profesores. Son asignaturas que deben tener valor curricular y poder revalidarse por un curso dentro de los planes de estudios. En algunos casos recibimos la propuesta de universidades socias en el extranjero, misma que se analiza para ver su pertinencia», explicó Jessica Carmona Holley, de la Oficina de Internacionalización del ITESO.

«Se ha aprovechado el programa para poder ofrecer cursos que no están en los planes de estudio y que son de temáticas y tendencias actuales y atractivas para los estudiantes». Tal es el caso del taller de «Animación stop motion: introducción al desarrollo y preproducción de cortometrajes», impartido por Ramona Mismetti, de la Civica Scuola di Cinema Luchino Visconti, en Italia.

Sobre el fortalecimiento de los vínculos y la colaboración entre el ITESO y otras universidades extranjeras, Jessica Carmona, representante de la Oficina de Internacionalización, explica: «Se han desarrollado proyectos cortos. También ha pasado que un profesor invitado provenga de una universidad con la cual no hay convenio de colaboración, y a partir de su estancia acá se establece un acuerdo o convenio académico. Ya tuvimos el caso de una universidad en Estados Unidos que otorgó cinco becas completas de maestría a alumnos del ITESO. Hemos tenido experiencias de profesores que vienen con grupos de alumnos de sus universidades, y en este verano tenemos alumnos de la Universidad Marquette y de la Universidad de Memphis». 

Emilia Iglesias Ortuño, académica de la Universidad de Murcia, España, imparte el curso «Contexto histórico y social para el trabajo social» a 14 alumnos, una asignatura para los estudiantes de todas las carreras. Ésta es su segunda vez como profesora en el ITESO. En 2021 dio clases en línea.

«Aquí cambia totalmente el tipo de estudiantes y lo que ellos demandan. Tienen mucha curiosidad por saber lo que yo opino o las diferencias que hay entre lo que yo pienso y lo que ellos creen. Para mí esto es un reto como profesional, como académica, como investigadora y docente. Los sistemas universitarios siempre son un reto, y el ITESO tiene sus estándares de calidad y hay que cumplirlos. Pero también es interesante conocer a otros profesionales, a otros colegas, otras estrategias docentes que a lo mejor allá no se utilizan. Siempre aprendo mucho y siempre es muy enriquecedora, y siempre merece la pena», relata Iglesias sobre su experiencia.

Este tipo de vivencias, dice, amplía los horizontes de los alumnos: «Todos necesitamos que nos saquen del círculo de confort, como le llaman —tan criticado el término, pero así le llamamos. A veces necesitamos que alguien nos cuente otra experiencia para que nosotros demos valor a la nuestra». 

Micaela Canales es directora de arte y vestuario en Costa Rica. Vino a Guadalajara a dar el curso de «Diseño de indumentaria escénica», en el que tiene 14 alumnos. Llegó animada por una amiga que es egresada de la carrera de Diseño del ITESO: «Ha sido una sorpresa muy grata; primero, unas instalaciones preciosas, los estudiantes muy receptivos. Me he sentido muy cómoda a la hora de desarrollar el programa y aportar —porque ha existido un programa para abordar esta materia—, pero también me he sentido con una buena escucha para proponer cuáles serían temas pertinentes para la formación de estudiantes en este campo tan especializado». 

«Las experiencias internacionales me permiten revisar mi formación, así como poner en diálogo horizontal los conocimientos con los estudiantes, porque estamos en vivo y en directo, en sincronía. Crear metodologías para la formación, con estudiantes de diferentes carreras, me permite buscar caminos creativos, divertidos», añade Canales.

«Me gusta venir porque estoy hablando con personas que tienen otras realidades, otras experiencias en el campo de la indumentaria escénica y la dirección de arte. Mi país no tiene una industria tan fortalecida como la industria acá en México. Estoy viendo que los resultados que mis alumnos del ITESO van generando siempre están relacionándolos muy directamente con su campo laboral. Eso es algo que veo como diferencia con los estudiantes que tengo en Costa Rica, que no tienen un mundo laboral con una industria que les esté exigiendo».