En el marco de las actividades en torno al 8 de marzo en el ITESO, la doctora en biología molecular impartió una conferencia en la que la invitación principal fue a que las mujeres se involucren en los temas de ciencia

A Sarah Ratkovich le gusta preguntar. Fue una pregunta la que le abrió la puerta para su investigación con la que se licenció como química farmacobióloga por la UdeG, y esa misma pregunta le abrió la puerta al Doctorado en Biología Molecular. Por eso remató la charla «Muerte celular en investigación en salud» con una invitación a la audiencia, integrada mayoritariamente por mujeres: «anímense a preguntar». 

La charla de Ratkovich González estuvo enmarcada en las actividades que se organizaron en el ITESO para conmemorar el Día Internacional de la Mujer. Durante la sesión, la científica compartió los hallazgos de sus investigaciones en torno a la muerte celular, en específico los trabajos que realizó con las proteínas CD-95 y Trail. La investigación se relaciona con enfermedades como el VIH y otras que involucran la muerte de las células, como el virus de papiloma humano y el cáncer de mama.

La ponencia de Sarah no es una ponencia convencional, no al menos para lo que se acostumbra en el ambiente de la ciencia. Sí, hay datos, muchos datos; también hay gráficas, infografías y memes. Muchos memes. «Tenemos que dejar de pensar que la ciencia es sólo para los científicos y comenzar a hablar de ella en términos más comunes», dice la investigadora. Como ejemplo pone un programa de televisión que la marcó desde que era niña: El autobús mágico, una serie de animación en la que las y los alumnos de la maestra Valeria Rizos aprendían fundamentos de temas científicos con un lenguaje claro. «Es más fácil que a la gente se le haga interesante un tema si es divertido. Debemos quitarle los pedestales a la ciencia», añade.

Ratkovich también tiene el grado de la Maestría en Ciencias Médicas por la Universidad de Colima y es profesora de la materia «Ingeniería genética y regulación», que forma parte del currículo de la Ingeniería en Biotecnología del ITESO.

Desde su perspectiva, uno de los factores que dificultan que las mujeres se involucren más con las disciplinas relacionadas con la ciencia es la falta de referentes. Lanza una pregunta: ¿cuántas científicas conoces? La lista es corta si se compara con los nombres que salen cuando se pregunta por científicos. Por eso, dice, ella busca ser un referente para sus alumnas.

Por otra parte, también señala que es importante que las mujeres aprendan a hacer equipo para las investigaciones. Dice que muchas veces lo que se fomenta es la competencia, ya que son varias las mujeres que buscan integrarse a equipos formados sobre todo por hombres. «Entonces, en lugar de trabajar juntas competimos», señala.

Pero si algo tiene claro, y no tiene reparo en compartirlo con las personas que siguen la charla, es que «la ciencia no se hace con una sola persona, hay que trabajar en equipo». También afirma que «las ciencias exactas no son tan exactas» y que, contrario a lo que se suele creer, «las ciencias sociales están más definidas que las exactas. Hasta les robamos algunos de sus métodos de análisis». 

Ratkovich concluyó su participación invitando a la audiencia sumarse a las otras actividades que tendrán lugar a lo largo de estos días. «Vengan, vamos a echar chisme», terminó, entre risas, suyas y de las personas asistentes.

FOTO: Luis Ponciano