Su encomienda para los próximos cuatro años será la de impulsar el plan estratégico de la Asociación, aprobado en el 2019 en una asamblea realizada en el ITESO

Impulsar la formación integral de estudiantes, docentes y colaboradores con inspiración cristiana y de acuerdo a la identidad ignaciana, así como hacer investigación que incida en políticas públicas, todo al servicio de la fe, la promoción de la justicia y el cuidado del medio ambiente, es la misión que tiene el ITESO como universidad confiada a la Compañía de Jesús. Y esta misión la comparte con otras 29 instituciones, con las que conforma la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (Ausjal), que se constituyó hace 36 años y que hoy dirige Luis Arriaga, SJ, quien fue Rector del ITESO de 2018 a 2022.  

En total, 30 instituciones de educación superior de 14 países del continente son parte de Ausjal, y el ITESO es una de las ocho universidades de México que pertenecen a dicha red.  

A la par de la promoción de intercambios académicos y la movilidad de estudiantes, la Ausjal trabaja en torno a temas relevantes para las instituciones, a través de redes en las que participan docentes de las 30 universidades.  

Dichas redes, además de tener el respaldo institucional de sus instituciones, colaboran con el apoyo de la Secretaría Ejecutiva de la asociación, que a partir del 1 de marzo encabezará Francisco Urrutia de la Torre, hasta el 28 de febrero pasado director de la Oficina de Relaciones Institucionales del ITESO.  

Durante cuatro años, la encomienda de Urrutia será impulsar la puesta en práctica del plan estratégico de Ausjal, que se aprobó en 2019 en una asamblea realizada en el ITESO. Entonces se definieron cuatro objetivos estratégicos, y Urrutia de la Torre tiene claros los retos para la asociación que implica cada uno de ellos. 

El robustecimiento de la identidad, la misión y el liderazgo ignaciano en las universidades es el primer objetivo. “El desafío de Ausjal es fortalecer el posicionamiento global de las universidades desde su identidad jesuítica, transformadora de la realidad e innovadora, esto en relación con la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU, por sus siglas en inglés)”.  

Urrutia de la Torre reconoce que existen programas ya consolidados, como el Programa del Liderazgo Ignaciano Universitario Latinoamericano (PLIUL) y los diplomados en Gerencia Social ignaciana y en Derechos Humanos, además, de Casa Abierta Ausjal e Intercampus Virtual Ausjal. 

“Tenemos el reto de atraer a más estudiantes a aprovechar este intercambio virtual; tenemos la capacidad y el mandato de la junta directiva de que cada estudiante Ausjal pueda aprovechar una asignatura de intercambio latinoamericano, al menos, y nuestro reto es hacer atractiva la experiencia para incrementar la demanda”, dice Urrutia de la Torre. 

El segundo objetivo es promover un modelo universitario innovador que se centre en la experiencia de aprendizaje del estudiante. “Es clave aprovechar el potencial de las universidades más sólidas en la región, y que este potencial ayude a fortalecer a las menos consolidadas, considerando —según la expresión de san Ignacio de Loyola— tiempos, lugares y personas”. 

Fortalecer la contribución y la incidencia de las universidades jesuitas en el proceso de transformación de las sociedades es el tercer objetivo, y Urrutia de la Torre señala que la junta directiva y la asamblea de Ausjal están armando un documento sobre los ámbitos prioritarios para la incidencia universitaria socioambiental.  

“También, a solicitud del padre General (Arturo Sosa Abascal, SJ), se prepara el lanzamiento de un Observatorio de la Democracia en América Latina, como una contribución desde nuestras universidades a producir conocimiento que contribuya a fortalecer nuestras democracias”. 

El cuarto objetivo estratégico del plan de Ausjal a 25 años es afianzar en red la internacionalización de las universidades. En este punto, Urrutia de la Torre afirma que el desafío es fortalecer los acuerdos entre nuestras universidades y las que conforman la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas. Diría László Barabási, científico de redes, que, si queremos ser actores relevantes del ecosistema universitario global, nos toca posicionarnos como nodos con una alta densidad de relaciones, es decir, constituirnos en hubs, y para ello debemos relacionarnos cada vez más cercanamente y productivamente al interior de AUSJAL con la IAJU, pero también con las redes más relevantes del mundo”. 

Urrutia de la Torre califica como pertinente la aportación de las universidades jesuitas a los desafíos de América Latina y del mundo: “Nuestras sociedades esperan muchísimo de nosotros. No aspiremos a menos que a la transformación socioambiental de nuestros países; aportar a esa transformación, universitariamente, es decir, haciendo docencia, investigación e incidencia”. 

En carta dirigida a la junta directiva de Ausjal, el nuevo secretario ejecutivo agradeció  la confianza depositada en su persona; en especial, reconoció la colaboración cercana que ha tenido con el presidente de la asociación, Luis Arriaga, SJ, y también el apoyo del Rector del ITESO, Alexander Zatyrka, SJ, así como el intenso y fructífero trabajo de la Mtra. Patricia Guerrero y el P. David Fernández, SJ, al frente de la Secretaría durante los últimos años, así como del Mtro. Felipe Crudele a lo largo de esta transición”. En ese documento, Urrutia de la Torre concluye: “Quedo de ustedes, en procura de servir y ‘no estorbar al Espíritu’, como decía el P. Pedro Arrupe, SJ”. 

FOTO: Luis Ponciano