Cuando se habla de hacer accesible un lugar para personas con discapacidad o de la tercera edad, la mayoría de las personas piensa en la instalación de rampas. Pero para quince estudiantes de Arquitectura del ITESO la accesibilidad no se restringe a esto.

¿Cómo llegaron a esta conclusión? Experimentando un espacio a ciegas, en muletas y en silla de ruedas, esto como parte de un taller que tiene como fin el presentar una propuesta de intervención de la Plaza San Fernando en Guanajuato, cuyo centro histórico fue denominado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco (https://whc.unesco.org/en/list/482).

El ejercicio era no solo sortear escaleras y macetas hasta llegar a la plaza, que es uno de los escenarios del Cervantino, sino habitar el lugar, es decir, tomar un café, comer algo, sentarse, escuchar, oler.

La profesora Fabiola Colmenero, explica que se eligió la Plaza de San Fernando por la afluencia que tiene tanto de gente local como de turistas pues “tiene escenarios durante todo el año y en el Cervantino hay actividades culturales masivas. Entonces ¿qué pasaría si esta plaza fuera accesible? Si es una plaza tan importante, dentro de un centro histórico patrimonial, ¿cuál sería la derrama económica si se potenciara como un espacio incluyente? La idea es que podamos replicar el ejercicio en otras ciudades”

Las dos propuestas que presentarán los estudiantes el próximo 5 de diciembre estarán alineadas a las normativas del INAH e incluirán elementos para generar sensaciones para personas sordas, aromas y sonidos para las personas que no pueden ver.

El taller fue parte de Trazo, el encuentro de Arquitectura que se realizó del 30 de septiembre al 2 de octubre, y además de las alumnas y alumnos del ITESO participaron estudiantes del Colegio de Arquitectos y de la Universidad de Guanajuato.