En el tercer encuentro “El humanismo y las humanidades en la tradición educativa de la Compañía de Jesús”, especialistas abordan el arte, el diálogo intercultural, a ciencia, la comunicación y la educación para reflexionar sobre el papel de las humanidades en el quehacer formativo jesuita.
“De nada sirve el conocimiento si no está al servicio de los demás, sobre todo de aquellos más olvidados y desprotegidos. En el México actual, el celo por la humanidad se hace imprescindible, y las humanidades están y deben seguir estando encaminadas a colaborar en esa actitud”.
Con estas palabras, Juan Luis Orozco, SJ, Rector del ITESO, inauguró el tercer encuentro “El humanismo y las humanidades en la tradición educativa de la Compañía de Jesús”, a realizarse en el Auditorio Pedro Arrupe, SJ del 6 al 10 de octubre. Este coincide con la conmemoración del Bicentenario de la Restauración jesuita.
En esta nueva edición, el arte, el diálogo intercultural, a ciencia, la comunicación y la educación serán los temas que abordarán especialistas nacionales e internacionales para reflexionar sobre el sentido del humanismo y el papel de las humanidades en la educación jesuita, que ha estado presente desde los primeros planes de formación que trazaron los jesuitas.
Presidieron también la inauguración Alfonso Barba, jefe del Departamento de Estudios Socioculturales; Arturo Reynoso, SJ, titular del Departamento de Filosofía y Ciencias Sociales, y Luis Marrufo, jefe del Centro de Formación Humana; estas dependencias diseñaron conjuntamente el programa, conformado por cinco conferencias magistrales y diálogos entre estudiantes y conferencistas.
El arte novohispano, símbolo de identidad jesuita
En el arte de las misiones jesuitas del siglo XVII se encuentran elementos que hablan de su tradición educativa con los primeros conversos indígenas, de sus ritos y hasta de su cotidianidad en la forma de vivir su fe.
Clara Bargellini, académica del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, presentó elementos característicos de la arquitectura de las misiones novohispanas de México, de los objetos con los que celebraban sus liturgias y del arte pictórico y escultural que presentaban en sus iglesias, en la conferencia magistral “La dimensión estética en la expansión misionera jesuítica”.
La doctora en Historia del Arte por la Universidad de Harvard se enfocó en el norte y noroeste del país, donde más ha centrado sus investigaciones desde su residencia en México. Para la investigadora italiana, el conocimiento histórico de quiénes estuvieron en estas misiones y de dónde provenían es crucial para entender el contexto de sus aportaciones al arte novohispano.
“El arte de las misiones en el noroeste, sobre todo de los jesuitas pero en general, es ignorado porque el acceso no es fácil, pero también porque por mucho tiempo se ha dicho que no hay, y lo que está no vale la pena porque son reproducciones del centro del país”.
Bargellini desmintió esta creencia al presentar ejemplos de su riqueza en imágenes: la técnica arquitectónica de la misión de Nombre de Jesús en Carichí, Chihuahua; la presencia de las pinturas de Juan Correa, artista novohispano reconocido, en diversas misiones del norte; la proliferación de imágenes de la Virgen María, reconocidas por su belleza por distintas publicaciones antiguas, y el valor artístico de los elementos para las liturgias (ornamentos, imágenes sagradas, vestiduras) realizados por jesuitas e incluso indígenas conversos.
“Encuentro como común denominador en la presentación el hecho de que el hombre, para glorificar a Dios, siempre ha tratado de hacer algo espléndido”, declaró Tiziano Leoni, académico del ITESO encargado de comentar sobre la conferencia de Bargellini.
Carlos Sánchez, coordinador de licenciatura y maestría en el Departamento de Filosofía y Ciencias Sociales, moderó la conferencia y, en su intervención final, rescató el valor del arte para interpretar el espíritu de la época.
“La expresión artística religiosa es puente y respuesta a necesidades urgentes de identidad, de trascendencia de la situación, de la comunicación, de comunión y de la salud. La religión, mediada por el arte, permitirá sobrellevar la violenta realidad”, dijo el académico. Foto Luis Ponciano