Después de ser Oficial de terreno de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, Aldo Pérez Vega, egresado de la Licenciatura en Derecho, seguirá su profesionalización en la Academia de Ginebra de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos
En su maleta, Aldo Pérez Vega lleva la convicción de que es posible un mundo mejor para las personas que son desplazadas por un conflicto armado. La lleva desde que egresó de la Licenciatura en Derecho del ITESO, hace siete años, y si bien la convicción es la misma, hoy tiene la perspectiva de alguien que ya estuvo en contacto con una porción de las más de 114 millones de personas que han sido desplazados por la guerra y la violencia en el mundo.
Recientemente trabajó en la operación del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Guatemala y fue Oficial de terreno de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia para darle seguimiento al cumplimiento del acuerdo de paz post conflicto armado de aquel país.
“Estaba en zona de conflicto armado activo así que fue una experiencia bastante ruda porque estaba en un pueblito en el departamento del Cauca, que es una zona muy golpeada por el conflicto armado y mi rol era verificar las necesidades de las personas ex combatientes, ahora firmantes de paz, la situación de personas defensoras de derechos humanos, la situación de líderes y de gobiernos indígenas”, cuenta.
Aclara que la misión de verificación de la ONU acompaña a personas que ya dejaron las armas y están en proceso de reincorporarse a la vida civil.
“La parte más retadora era avanzar en la implementación de los objetivos del acuerdo porque muchas veces se veían permeados por cuestiones de seguridad que vulneran tanto a la población civil como a líderes y lideresas de los territorios. Todavía persisten masacres o persecución contra personas que dejaron las armas por parte de miembros de grupos armados actuales y al final todo eso termina permeando en la transición”.
Esta fue la experiencia que terminó por convencerlo de estudiar un posgrado en Derecho Internacional Humanitario. “Estando en Colombia vi el trabajo que hacía el Comité Internacional de la Cruz Roja que es precisamente el de fomentar el conocimiento del derecho internacional humanitario, tener interlocución directa con los grupos armados, compartirles información sobre las reglas del derecho internacional y, de alguna forma, propiciar la protección de civiles. Entonces ellos tenían un mandato más complejo”.
Aldo estudiará en septiembre un posgrado en la Academia de Ginebra de Derecho Internacional Humanitario y Derechos Humanos con una beca completa.
El bagaje de Aldo Pérez Vega en el camino de la defensa de derechos humanos inició desde antes de egresar de la carrera con un intercambio en la Universidad de Buenos Aires, en un voluntariado en FM4, en el Programa de Asuntos Migratorios del Centro Universitario de Incidencia Social del ITESO y en el equipo de derechos humanos del albergue La 72 en Tenosique, Tabasco.
“Mi intención es seguir trabajando específicamente en contextos de violaciones a derechos humanos en entornos de conflicto armado, temas de desplazamiento forzado a raíz de conflicto armado y me gustaría también contribuir a la enseñanza del Derecho Internacional Humanitario en la región de América Latina”.
Recuerda que desde que estaba en la Licenciatura en Derecho comenzó a involucrarse en el tema de las personas refugiadas sin entender todas sus aristas y aunque en su trayecto ha lidiado con la frustración de que no se puede cambiar todo también tiene claro que en la actualidad “hay un camino mucho más trazado, en comparación cuando yo estaba terminando mi carrera, ahora mismo hay más vías para poder influir en las sociedades desde cualquier trinchera, espacios para seguir contribuyendo”.
“Sigo creyendo en la frase de que ‘otro mundo es posible’”, afirma al reconocer que tuvo el privilegio de nacer y crecer fuera de contextos o ambientes de violencia y pobreza, así como poder ir a la universidad y tener acceso a oportunidades profesionales incluso cuando era estudiante. “Sigo pensando y apostando que esta es la vía, la vía de que más personas deberían tener también la posibilidad de acceder a estas oportunidades”.
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