En consonancia con su búsqueda constante de la escucha y el diálogo, por primera vez el Rector del ITESO participó de un proceso de evaluación de su desempeño al frente de la Universidad. A mitad de su rectorado, Zatyrka Pacheco dio a conocer a la comunidad universitaria los compromisos que servirán para trazar el camino por recorrer 

Muchos son los rasgos distintivos del rectorado de Alexander Zatyrka, SJ, al frente del ITESO. Uno de ellos, la búsqueda permanente de la escucha y el diálogo. Otro, no menos importante, el impulso que ha dado a los procesos de evaluación como parte de un compromiso permanente con la mejora continua. En ese sentido, desde su llegada a la rectoría, en 2022, se han realizado 40 evaluaciones a las y los titulares de las direcciones estatutarias y las diferentes instancias universitarias. Y como no hay mejor manera de predicar que con el ejemplo, este año se sumó una evaluación más: la del Rector, que por primera vez participó en un proceso de evaluación y cuyos resultados fueron dados a conocer el 15 de agosto, en una actividad en la que Zatyrka Pacheco compartió los compromisos que guiarán los siguientes dos años de su gestión al frente de la Universidad. 

“Hacer un alto y reflexionar sobre nuestro quehacer es una práctica acorde con el modo de proceder ignaciano. Tiene el sentido de revisar honesta y constructivamente lo que hacemos para reconocer lo que realizamos bien y lo que podemos mejorar”, dijo Alexander Zatyrka en el mensaje dirigido a una audiencia reunida en el auditorio M e integrada por la Junta de Gobierno, representantes de ITESO A. C., la y los titulares de las direcciones estatutarias, la comunidad de jesuitas, titulares de diferentes direcciones y coordinaciones y demás integrantes de la comunidad universitaria. Durante las evaluaciones, añadió, “descubrimos fortalezas y áreas de mejora que no teníamos registradas. Las primeras para consolidarlas y las segundas para atenderlas de la mejor manera, en tiempo y forma. Estos ejercicios nos ayudan a situarnos en una actitud de mejora continua. Se trata, al final de cuentas, de una herramienta que abona a nuestra búsqueda permanente del magis 

El Rector expuso —“con satisfacción”— que algunos elementos que él considera importantes como parte de su liderazgo ignaciano fueron bien evaluados, como el diálogo desde la apertura y la escucha; la importancia de la inspiración cristiana y la identidad ignaciana del ITESO; la toma de decisiones colegiadas; la cercanía con las direcciones estatutarias; la capacidad de mediación; el cuidado de la persona y el compromiso con la evaluación para la mejora continua. En ese sentido, dijo, “mi primer compromiso con la comunidad universitaria es precisamente consolidar estos elementos que ustedes aprecian”. 

Después, compartió las que identificó como áreas de mejora: asumir una postura más asertiva en el liderazgo, clarificando prioridades y líneas de acción para avanzar hacia metas explícitas, claras y comprometidas; agilizar los procesos de toma de decisiones; incrementar la interacción con el estudiantado en espacios informales y de convivencia; y no descuidar su presencia y su palabra como representante del ITESO en foros sociales, políticos, religiosos, empresariales y de la sociedad civil. “Asumo estas recomendaciones como un mandato para reforzar estos pendientes de mi gestión directiva”, dijo. 

Alexander Zatyrka, SJ, explicó que, una vez analizados los resultados de la evaluación, y después de un proceso de autoevaluación, estableció diez retos, a saber: fomentar una mayor colaboración y espíritu de cuerpo entre las diferentes direcciones estatutarias y las instancias que de ellas dependen; concretar los proyectos de gestión estratégica de la matrícula, en los diferentes  niveles educativos; continuar perfeccionando los procesos de evaluación de la gestión directiva y desarrollar un sistema de evaluación del desempeño docente; mejorar la gestión de la comunicación en la universidad; revisar a fondo la investigación y el posgrado, para fomentar la producción y divulgación del conocimiento y vincular la investigación con el posgrado; evitar la duplicación del quehacer de instancias universitarias, creando sinergias para el mejor aprovechamiento del talento de colaboradoras y colaboradores y hacer un uso más eficiente y cuidadoso de los recursos económicos; cuidar la atención a los temas centrales de la agenda nacional y local en temas como economía sustentable, medio ambiente, crisis hídrica, crisis de la democracia, desarrollo del sector tecnológico, crisis de salud mental, inteligencia artificial, visión ética del quehacer profesional y científico, entre otros; atender los pendientes laborales del ITESO; completar el continuum formativo, que va desde la educación media superior hasta el posgrado; y, finalmente, arrancar con los equipos de mediación para resolver conflictos entre el alumnado, personal académico, administrativo y de apoyo, así como entre los distintos estamentos. 

“Entiendo —y confío en que ustedes también— que me corresponde, en mi servicio como Rector, impulsar estas tareas, pero resulta claro que no son un quehacer solamente mío, sino que requiere de la suma de voluntades y de la colaboración de quienes formamos parte de la universidad. Les agradezco desde ahora su apoyo y disposición. Sé que cuento con ellos y que paulatinamente habremos de impulsar estas acciones que no tienen otro fin que el de hacer del ITESO cada día una mejor universidad y una comunidad más amable, en el sentido profundo del término”, dijo Alexander Zatyrka, quien aprovechó para agradecer a Juan Carlos Núñez por prestar el servicio de admonitor. “Esta figura es otra de las genialidades de san Ignacio”, expresó el Rector y explicó que el admonitor “tiene el deber de hacerle ver, a quien ejerce la autoridad, lo que considera como sus aciertos, pero también sus errores y áreas de mejora. Y por eso mi insistencia en que en todas las dependencias de la universidad haya un admonitor, una persona que sea elegida por sus compañeros, pues realmente es de gran ayuda para desempeñar una dirección al estilo ignaciano”. 

Para concluir, su mensaje, Alexander Zatyrka, SJ, dijo a la audiencia: “Sigamos construyendo, con entusiasmo y compromiso, este gran proyecto educativo”, y, enmarcando la actividad en la solemnidad de la Asunción de la Virgen María, expuso que una de las principales virtudes que la Iglesia reconoce en María se describe con el término griego pistis, que normalmente se traduce como “fe” pero que también significa “creer en alguien” y “fidelidad”. Desde esta referencia, dijo: “Quiero compartirles que creo en el ITESO, creo en ustedes, creo en el aporte de cada uno y cada una y cuentan con mi fidelidad”. 

Escuchar e informar 

Previo al mensaje de Alexander Zatyrka, SJ, tomó la palabra Alejandra Martín González, directora de Planeación y Evaluación del ITESO, quien explicó los objetivos de los procesos que se han venido implementando en la Universidad. Dijo que el objetivo principal de todas las evaluaciones realizadas es escuchar e informar sobre los aspectos de la gestión que favorecen el cumplimiento de los fines institucionales, al tiempo que se identifican elementos a mejorar para formular compromisos, priorizando siempre el cuidado de las personas, tanto de las evaluadas como de quienes evalúan. 

Respecto de la evaluación del Rector, detalló que se evaluaron cuatro aspectos: funciones definidas en el Estatuto Orgánico; el desempeño; los aspectos que han contribuido a avanzar y los aspectos a mejorar; y los logros más significativos, así como los retos y desafíos del ITESO.  

Por otra parte, explicó que se consideraron también cuatro instancias evaluadoras: el Consejo Universitario, la Junta de Gobierno, los equipos de Consulta y de Rectoría y la autoevaluación. Como material adicional, se realizó una consulta entre la comunidad universitaria. Sobre esta última, dijo que había tenido por objetivo “medir la percepción de otros actores de la Universidad. Los resultados fueron consistentes con los hallazgos de la evaluación”. 

FOTOS: Zyan André