Antony Flores, investigador de El Colegio de México, realizó una estancia en el ITESO para conocer a fondo el trabajo que se realiza en Signa Lab, del que destaca su faceta multidisciplinar ya que, afirma, permite profundizar mucho más el análisis de datos.

Era septiembre de 2017. Parecía ser un mes como cualquier otro. Antony Flores avanzaba en su investigación sobre redes sociales y cómo en ellas se articulan diferentes colectividades, con la cual busca obtener el grado de doctor en Ciencia Social con Especialidad en Sociología por El Colegio de México. Entonces, llegó el día 19: esa mañana, tal y como pasó en 1985, la tierra se sacudió, edificios se vinieron abajo y la gente salió a las calles a ofrecer ayuda. Pero, a diferencia de hace casi 40 años, en esta ocasión las redes sociales se convirtieron en un espacio a través del cual se esparció la información sin importar que fuera cierta o falsa, vigente o caduca. Y un movimiento en particular llamó la atención del investigador: la plataforma #Verificado19S, desde donde se buscó ordenar y articular el río de terabytes que corría desbordado por las redes sociales.

“Mi atención en #Verificado19S fue algo coyuntural”, explica Antony Flores. “Yo estaba buscando casos de personas que se articulaban por internet, pero este movimiento llamó mi atención por la diversidad de actores involucrados: activistas, organizaciones, ‘dateros’, voluntarios”. ¿Qué los hacía tan peculiares? La labor que se habían propuesto: ante la oleada de información que iba y venía en las redes sociales, el equipo de #Verificado19S se dedicó, como el nombre mismo lo dice, a verificar la veracidad de la información y, cuando tocaba, canalizar la ayuda a los lugares donde realmente era necesaria. Por ejemplo: si comenzaba a informarse sobre un posible derrumbe, el equipo enviaba personas al lugar para verificar dicha información; si se solicitaba determinado equipo en algún centro de acopio, allá iban para confirmar la solicitud y orientar a los posibles facilitadores. Todo al momento y echando mano de toda la tecnología disponible. O como lo describen en su página web, verificado19s.org: “concentramos la ‘demanda’ de recursos y su ‘oferta’ en tiempo real”.

Una de las peculiaridades del grupo, relata Antony Flores, tuvo que ver en que aun cuando hacia fuera parecían ser un grupo homogéneo, en realidad se traba de un colectivo heterogéneo en el que confluyeron muchos intereses. Por otra parte, añade, también fue importante la trayectoria de cada uno de los involucrados, que sirvió para fortalecer la causa común. Este segundo aspecto, señala, es muy importante porque explica que “las redes son un factor necesario, pero por sí solas no detonan en un movimiento. Se necesitan organizaciones y estructuras que fortalezcan la red. Las redes sociales son una herramienta, pero necesitan un núcleo”. Esta idea es la que está en el fondo de su investigación, que lleva por título “Redes en movimiento. Formación de actores colectivos en campañas digitalmente mediadas”.

Con toda la información que había reunido sobre #Verificado19S, Flores Mérida descubrió el trabajo de Signa Lab, el espacio para el análisis del comportamiento de las redes sociales con sede en el ITESO. Se puso en contacto con ellos para realizar una estancia y conocer de cerca el trabajo que se realiza y que resultó de mucha ayuda para su investigación. “Yo tenía un planteamiento enfocado solo en visibilizar las relaciones que se dan entre los actores colectivos, pero había todo un análisis cuantitativo que no estaba presente en mi línea de investigación y que permite no sólo recolectar los datos, sino darles un sentido y hacer un análisis de dichas relaciones”, explica el investigador, que ya antes había dedicado su tesis de maestría al tema de la ciberciudadanía y las configuraciones de las relaciones de poder en ambientes digitales”.

Después de casi un mes de seguir de cerca los trabajos de Signa Lab, Antony Flores califica como “súper valioso en términos de investigación social en México” el hecho de que exista un espacio éste. Señala que una de sus principales fortalezas radica en su faceta interdisciplinar, ya que esto permite complejizar los análisis que se realizan en cuanto al comportamiento de los actores digitales de las redes sociales. “Es necesario generar espacios multidisciplinarios en otros centros de investigación, de modo que permitan cruzar información, generar diálogos y colaborar en trabajos más comprensibles que reflexionen la realidad mexicana”, concluye Flores Mérida.