La profesora y egresada del ITESO lleva años trabajando en innovadoras maneras de compartir conocimientos entre muy distintos públicos; ahora ha participado en la exposición “Si yo fuera Orozco”.
“Orozco fue un muy buen pintor y pude compartir mis intereses con él”.
El mensaje escrito por Mariana se puede leer una hoja colgada en el Instituto Cultural Cabañas; en el mismo tablero hay dibujos hechos por niños de José Clemente Orozco o de El Hombre en llamas, esa obra maestra del muralismo mexicano.
Esto es parte de la exposición “Si yo fuera Orozco” (www.siyofueraorozco.com), la cual estará montada hasta el 30 de abril y en cuya concepción está el trabajo de un grupo multidisciplinario que se hacen llamar Múcura.
“Áreas como educación, historia del arte, diseño y arquitectura nos unimos en el tema de la museografía” explica Brenda Valdes, una de las egresadas del ITESO que forman parte del proyecto.
Esta es una exposición dirigida, de manera primordial, a los niños, pero también a quienes por primera vez quieran acercarse a la obra del muralista jalisciense en un recinto que es Patrimonio de la Humanidad y que resguarda algunas de sus mejores creaciones.
“Es interactiva, lúdica y didáctica y se encuentra dentro de una línea que el Cabañas ya se comprometió: tener un espacio dedicado a los niños”, cuenta la egresada de Ciencias de la Educación quien trabaja con otras egresadas de la universidad: Brenda Solís y Laura Maceira (Diseño) y Margarita de Silva (Arquitectura).
Brenda, egresada de Ciencias de la Educación del ITESO y Maestra en Estudios en Museos con especialidad en Educación por la Universidad de Leicester, también coordina el Proyecto de Aplicación Profesional “Museos y comunidad”, desde donde involucra a estudiantes del ITESO.
¿Cómo armaron la exposición?
Lo que hicimos fue pensando en generar una empatía entre el niño, el visitante y el artista para que conocieran sus procesos, sus técnicas, las diferentes herramientas que fue utilizando, el contexto histórico en el que vivió. No se sale siendo un especialista después de la exposición, porque es más para entender todo lo que rodea a un artista y también hacerlo humano, bajarlo un poco del pedestal.
Hay obra original de Orozco y decidimos poner sus bocetos con la idea de ver esos ensayos que tiene un artista. En los murales vemos terminado el caballo bicéfalo, pero antes de eso hubo muchísimo ejercicio, trabajo, planeación, composición…
httpv://www.youtube.com/watch?v=LTRonZrItRY&feature=youtu.be
¿Por qué el foco en los niños?
Los niños desde temprana edad tienen esa curiosidad o deseo de ver y aprender más de lo que tienen enfrente para reflexionar sobre eso. Esto es formación de públicos y una excusa para que puedan dialogar con los adultos, porque pueden realizar el mismo ejercicio que el niño. La intención es que sea accesible, que se aprenda a través del diálogo y apostarle a que los niños complementen su formación y que ellos formen a los adultos.
¿Qué respuesta han tenido?
La gente está muy agradecida al tener un espacio más de juego –o menos formal– para el aprendizaje, porque tiene una curaduría, tiene obra, tiene espacios donde puedes sentarte a escuchar audios, leer o jugar.
Desde el principio pensamos que fuera una exposición incluyente y que pudieran integrarse personas con discapacidad visual o discapacidad auditiva.
¿Qué destino tendrá “Si yo fuera Orozco”?
Va a ser una exposición itinerante. Se termina en Guadalajara y posiblemente la siguiente sede sea el Colegio de San Ildefonso (Ciudad de México). Hay otras sedes que se están negociando como Ciudad Guzmán, obviamente (cuna de Orozco). La idea es hacer a Orozco más visible; parte de la preocupación del Cabañas era que a otros artistas se les ha dado más visibilidad internacional y está ese sentimiento de, ¿y por qué a Orozco no tanto? Foto Roberto Ornelas