En el marco del Día Internacional de la Mipyme, bajo el lema “Transformando la manera de hacer negocios», el Centro Universidad Empresa (CUE), como parte de la Escuela de Negocios, entregó el reconocimiento y llevó cabo una serie de actividades en la Casa ITESO Clavigero

Por cada mililitro de café que tomamos, tenemos tres mililitros generados en residuos; para que un grano de café llegue a tu taza, tuvo que pasar en un promedio de 80 pares de manos. Al igual que otras industrias, hay un bagaje social que muchas veces pasa desapercibido. 

Con esta idea en mente, fue que el egresado del ITESO, Daniel Tessier Newton desarrolló el proyecto Dan’s Café, un emprendimiento de corte social y agroecológico, el cual recibió el galardón de alto compromiso social de la Escuela de Negocios del ITESO, en el marco de una serie de actividades por el Día Internacional de la Micro Pequeña y Mediana Empresa (Mipymes), organizadas por el Centro Universidad Empresa (CUE) en la Casa ITESO Clavigero. 

“Traemos café a Guadalajara desde el sureste de Chiapas cumpliendo tres factores muy importantes, el principal es el factor social, que es lo que más relevancia tiene en nuestro modelo de negocio. Evitamos tratar con cualquier tipo de coyote o intermediario, para hacerlo directamente con pequeños productores, colectivos, con fincas, que se encarguen de una producción agroecológica, de permacultura, biodinámica, o cualquier tipo que reduzca la huella ambiental en la producción de café, desde la semilla hasta la taza”, explicó el egresado de Ingeniería Ambiental, quien recibió la presea de manos del director del CUE, Manuel Flores Robles. 

Quien también es egresado de la Maestría en Administración (MBA) de la universidad jesuita explicó que, desde esta empresa, se busca como factores añadidos el tener una producción de calidad y una producción que sea nacional. Este negocio fundamentó su tesis de maestría, en la que recibió mención honorífica, basada en la reestructuración de un modelo de negocio con buenas prácticas socio-ecológicas. 

“Me interesaba saber cómo plasmar esa cadena de valor agroecológico social, desde el cultivo y cómo reestructurar ese modelo de negocio con buenas prácticas laborales, ecológicas, que nos ha llevado a un aumento de la calidad de vida de nuestros colaboradores. Hemos tenido un crecimiento exponencial, pero siempre con un ancla en un esquema con cero huella ambiental, nuestra energía proviene de celdas solares, con cero residuos tanto orgánicos como inorgánicos, todo se recicla y se reutiliza a través de la colaboración de otras organizaciones civiles, y lo más importante es el nexo social”, mencionó. 

El valor trascendental de las empresas familiares 

Bajo el lema «Transformando la manera de hacer negocios», la Casa ITESO Clavigero recibió el Día Internacional de las Mipymes donde, además del premio, se llevó a cabo la conferencia “Las organizaciones familiares impulsadas por los valores” impartida por Ramón Murillo Cerda, especialista en desarrollo de liderazgo y gestión empresarial, quien compartió con los presentes algunas ideas en torno al valor trascendental de la cultura de los valores al interior de las empresas familiares. 

“La cultura organizacional es el conjunto de valores, creencias, normas, actitudes y comportamientos compartidos por los miembros de una empresa que influyen en la forma en que trabajan juntos y como toman decisiones, y contribuye a definir la identidad y el carácter distintivo de la organización”, explicó Murillo. 

En su ponencia, el especialista con más de 17 años de experiencia directiva en empresas globales dijo que la cultura, la cual debe ser definida por el fundador de la empresa, es la forma en cómo hacemos negocios, la manera en cómo nos va bien o nos va mal, y que está perfectamente delimitado y aclarado al interior de una empresa. Van a marcar que se vale y que no, que está bien y que está mal, cuáles son los límites. 

“Cuando logramos unificar los criterios, las empresas cambian radicalmente. La cultura es una ventaja competitiva y si la definimos bien, y realmente creemos y somos congruentes con esto, vamos a tener una empresa que fluye y colaboradores que se identifican”, añadió. 

Para diseñar conscientemente la cultura de una empresa, Murillo destacó que hay que entender la filosofía de fundador, especialmente las nuevas generaciones que estén en posiciones de dirección, así como diseñar estrategias y resultados deseados. Y finalmente, esto lo debemos convertir en comportamientos, en innovación y valor de servicio. 

“No hay una cultura que sirva para todos, cada empresa va a definir sus valores, y también cada palabra significa cosa distinta para cada empresa. Es ver qué necesitas e ir caminando hacia el valor que te lleva a donde tú quieres estar. Una vez definidos esos cinco o seis valores clave, hay que liderarlos. No es una responsabilidad de recursos humanos, ni del gerente general, es una responsabilidad de todos los líderes”, declaró. 

En la jornada también se llevó a cabo la intervención del colectivo Inkludering con la charla «Empresas inclusivas y sostenibles: caminando hacia el futuro», estos consultores especializados en Derechos Humanos y Sostenibilidad compartieron estrategias para desarrollar al interior de las empresas procesos de selección no discriminatorios, entornos de trabajo accesibles, cambios en la cultural laboral, liderazgo inclusivo y sensibilización, esto como parte integral de una política empresarial que finalmente traerá beneficios tangibles, no solo en cuestión de reputación y publicidad, sino en productividad, innovación, gestión de conflictos y ampliación de la base clientes. 

FOTO: Zyan André