Abraham Trujillo, egresado de Ingeniería Electrónica, perfecciona un dispositivo para que personas con paraplejía puedan comunicarse.

Durante su infancia no pensó en ser bombero o policía. Desde los 10 años se ponía a desarmar carritos de control remoto, teléfonos o “cualquier cosa que tuviera motores y transformadores”.

Junto a Juan Manuel Solano y Verónica González, Abraham Trujillo recibió el primer lugar en el concurso Universitrónica 2012, en la categoría de Sistemas Embebidos, gracias al desarrollo del Hboard (foto de abajo), un tablero para personas con alteraciones motoras severas que no pueden comunicarse. El sistema cuenta con un sensor que, al detectar un sonido, envía señales a una tableta, la cual a su vez muestra imágenes relacionadas con comida, necesidades y distintas expresiones.

Actualmente Abraham trabaja con Juan Manuel en el perfeccionamiento del Hboard haciendo algunas modificaciones en el hardware y el software, con la intención de reducir su tamaño para que sea más fácil su embalaje, más práctico de usar y reduzca costos de producción, de manera que resulte más atractivo a inversionistas y clientes.

El Hboard surgió en el Proyecto de Aplicación Profesional (PAP) “Tablero de comunicación para personas con alteración motora severa” que coordinó Bernardo Cotero, académico del Departamento de Electrónica, Sistemas e Informática (DESI) del ITESO.

Ese terreno, el de las soluciones para personas con capacidades diferentes, se encuentra poco explotado en México, comenta Abraham, por lo que tiene confianza en que la tableta cosechará buenos dividendos.

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Hboard desarrollada por Abraham Trujillo. Facilitará a personas con capacidades diferentes comunicarse mejor con su entorno.

Tecnología, innovación e igualdad de oportunidades

Desde que comenzó sus estudios en el ITESO, de donde egresó en 2011, se involucró en el desarrollo de proyectos en las diferentes asignaturas de la carrera, “como un electrocardiograma pensado para personas de edades avanzadas que estaba conectado a un módem que mandaba los datos registrados a un celular de un doctor o un familiar. Si se detenía el corazón de un paciente o presentaba alguna arritmia, el doctor o el pariente podía estar informado al instante”.

También desarrolló un sistema ABL de localización GPS, un dispositivo para monitorear la localización de un automóvil y, una vez ubicado, avisarle al dueño a través de mensajes a su teléfono celular.

Y es que Abraham está convencido de que con nuevos inventos tecnológicos es factible mejorar la calidad de vida de las personas y reducir la discriminación, las brechas existentes entre generaciones y estratos sociales. “La tecnología es una gran herramienta para poder juntar a las personas; tal vez no las pueda curar, pero sí ayudar a que no haya tanta diferencia entre una persona que sí puede caminar y otra que no”.

Uno de los motores de su filosofía es alguien muy cercano. “Juan Manuel está en silla de ruedas. Al convivir con él durante toda la carrea me sensibilicé y me di cuenta de qué tan mal está el país en todos los aspectos de inclusión a personas discapacitadas. De ahí la motivación para desarrollar tecnología y productos que no sean caros, con un balance ‘gana-gana’ para que nosotros podamos seguir trabajando y que las personas tengan los dispositivos que desarrollemos”.

Con China o Canadá en la mira como posibles destinos laborales en el futuro, Abraham quiere ser parte del auge de las startups tecnológicas en México, y ya tiene decidido que en un futuro no muy lejano montará su propia empresa.

“Me gustaría tener una empresa propia que se dedique al desarrollo de nuevas tecnologías, primero para discapacitados y después para otros mercados”. Texto Fabián Ramírez Fotos Luis Ponciano