La Licenciatura en Comercio y Negocios Globales lanzó el Programa Sensei, el cual busca unir a adultos mayores con jóvenes universitarios en una relación de aprendizaje mutuo. Se pretende que en un futuro abarque todas las carreras del ITESO. 

Estás cursando el último semestre de tu licenciatura y no sabes qué harás una vez concluidos tus estudios; no tienes idea de cómo buscar trabajo o cómo presentarte a una entrevista laboral. O qué tal si recién ingresaste a la universidad y no estás tan seguro de haber elegido la carrera adecuada. En ninguno de los dos casos tienes a alguien con quién platicar, alguien con experiencia que te escuche y esté dispuesto a darte un buen consejo.

Una situación similar vivió Alejandro Cazar (ya fallecido) mientras estudiaba de intercambio en Lancaster, Inglaterra, donde tuvo a un jubilado académico muy de cerca durante todos sus estudios. De él aprendió muchas cosas, se convirtieron en amigos y fue tan grata la experiencia que, al morir el mentor, le dejó un fideicomiso para que arrancara la Fundación Oportunidades –conocida ahora como Entre Humanos–, la cual busca acercar a las generaciones de ayer y hoy y de paso que la sociedad se dé cuenta de lo mucho que los adultos mayores tienen que aportar a los jóvenes estudiantes. Así surgió en el ITESO el Programa Sensei.

Este se encuentra operando en la universidad a manera de piloto desde el semestre pasado en la Licenciatura en Comercio y Negocios Globales. Luis David Castañeda, presidente de la Sociedad de Alumnos de la carrera, relata cómo desde el semestre pasado “les latió la idea” a él (en ese entonces vicepresidente) y a su antecesor, Gerardo Lahm.

 

El programa de acompañamiento de adultos mayores con estudiantes del ITESO, abarcará este semestre todas las carreras del Departamento de Economía, Administración y Mercadología (DEAM). Se realizará un “saloneo”, del 6 al 12 de septiembre, para informar de sus beneficios a los estudiantes de la asignatura “PRUP 1”.

 

La Fundación los contactó y les explicó de qué se trataba la iniciativa. Ellos la platicaron con su coordinador y posteriormente con Rosana Torres, del Centro de Acompañamiento y Estudios Juveniles (C-Juven), desde donde se hizo la vinculación para que una vez con luz verde, iniciara en enero. La difusión en un principio se hizo entre estudiantes de primer ingreso, pero al no tener una respuesta lo suficientemente masiva, se incluyeron también a alumnos de segundo, octavo y noveno.

Así se reunieron a 27 estudiantes o senpais a cargo de nueve senseis, números que a decir de Esteban de la Monja, encargado de asesoría y diagnóstico del Programa Sensei, quizá no sean apabullantes, aunque sí muy optimistas, especialmente porque comenzaron en una sola licenciatura, subrayando que también se incorporaron alumnos  de Ciencias de la Comunicación e Ingeniería en Sistemas Computacionales. 

La dinámica consiste en una reunión entre el senpai y su sensei durante aproximadamente una hora –una vez por semana durante ocho semanas– todas en el campus. En ellas empiezan por tocar aspectos generales y luego temas más específicos como la familia, amigos o carrera y el por qué se quieren abordar estos tópicos.

“Es como un como un papá que nada más te van escuchando y dando consejos… Son gente muy preparada, directivos, exgerentes, empresarios que tienen bastante experiencia, cosas que a nosotros nos hacen falta”, comenta Luis David.

Esteban menciona que su proceso de reclutamiento es muy arduo, ya que cada sensei debe contar mínimo con una licenciatura, y ya que se tiene una preselección, pasan por un proceso de capacitación de cinco meses, en el que se refuerzan sus competencias de acompañamiento, coaching, mentoring y orientación profesional.

“La idea es que se generen tanto ideas emprendedoras como carácter, que el adulto mayor pueda dejar una pequeña semilla de lo que es el carácter para mantener una sociedad más sana”, agrega Esteban. En un futuro, se espera hacer llegar esta iniciativa a todas las carreras de la universidad. Si deseas más información, llama al teléfono 3669 3434, extensiones 3572 y 2949. Texto Claudia Alzaga Foto Archivo