EL CISAI del ITESO, el Cereal y la Fundación C&A se integran en un proyecto para fomentar el cumplimiento de los derechos laborales de las y los trabajadores textiles.

Vestir es una de las necesidades básicas de las personas. Y ya sea por desgaste o por el mero gusto de estrenar, cada tanto hay que estar renovando el guardarropa, actividad a la que los consumidores acuden con gusto y pocas veces se detienen a pensar todo lo que hay detrás de la prenda que están eligiendo en una tienda: ¿cuánto ganan las y los trabajadores que hicieron esa prenda? ¿La fábrica donde esa marca maquila su ropa cumple con sus obligaciones laborales? ¿Se respetan los derechos de las y los trabajadores? Lo cierto es que muchas veces las respuestas no son favorables: como ocurre con frecuencia, la del vestir es una de las industrias más precarizadas en lo que respecta a ingresos y cumplimientos de derechos. Para buscar cambiar esta problemática compleja a finales de 2018 surgió la iniciativa Bordando Alianzas. 

El proyecto es el resultado de la suma de esfuerzos del Centro de Innovación Social de Alto Impacto (CISAI) del ITESO, el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) y la Fundación C&A. Durante la presentación de los trabajos realizados, Agustín Rodríguez, del CISAI, explicó que la idea era generar cambios en el ámbito de los derechos humanos laborales de las personas que trabajan en la industria textil en el estado. Así, se convocó a 87 actores de los diferentes sectores de la cadena de la industria —trabajadores, empleadores, gobierno y academia— quienes diseñaron tres prototipos que buscan cumplir el objetivo de mejorar el conocimiento y el acceso a los derechos humanos y laborales. 

Paloma Xom Sotelo, también del CISAI, explicó que el trabajo se realizó en diez etapas, que incluyeron investigación académica, integración de un comité interseccional, formación de trabajadores, trabajo de campo, análisis sistémico y el diseño de los tres prototipos de soluciones: una plataforma virtual de justicia laboral, un índice de derechos humanos laborales y un laboratorio de empatía.  

La formación de las y los trabajadores estuvo a cargo del Cereal. Hugo Mendoza explicó que se impartió un diplomado en derechos humanos laborales. “Nadie defiende lo que no conoce, por eso es importante que las y los trabajadores generen conciencia de sus derechos. También los empleadores. Sin la participación de todos los sectores no podemos avanzar. Si el tema económico funciona adecuadamente, todo funciona: los empleadores obtienen ganancias y los trabajadores pueden acceder a una vida digna”, explicó el integrante del Cereal. 

Durante la primera sesión del foro en el que se han dado a conocer los avances de Bordando Alianzas se presentó el primer prototipo, la plataforma virtual de justicia laboral. Durdana Prado, consultora de Bordando Alianzas, explicó que ésta tiene como punto de partida el desconocimiento que hay de los derechos laborales entre las y los trabajadores, los empleadores y los consumidores. Con esta base, se integraron tres componentes: el acercamiento para sensibilizar en los derechos; la concientización, el acompañamiento y la canalización; y la creación y acción de conciencia colectiva. 

Para el primer rubro se contempla el envío de información a los dispositivos móviles a través de una aplicación y canales de mensajería como SMS y WhatsApp. Para el segundo, el diseño de una plataforma en donde las personas interactúen a partir de conocer, compartir y actuar o reportar un problema. Finalmente, el diseño de actividades que permita estar en contacto entre pares, de modo que se propicie el intercambio de experiencias, el diálogo y la reflexión. “La idea final es poder incidir en las decisiones de producción y del consumo de indumentaria”, dijo Durdana Prado. 

Luego de la presentación, se abrió una ronda para que representantes de la cadena de la industria textil opinaran sobre el prototipo, en la que participaron la trabajadora Rosario Macías; María del Rosario Cota, investigadora de la UdeG; Efraín Martínez, coordinador nacional de Fashion Revolution México; Roberto Santana, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido; y Nora Martín, de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología de Jalisco. 

Los cuatro participantes coincidieron en lo necesario que es trabajar para que las y los trabajadores y empleados tengan conocimiento de sus derechos y obligaciones, para que los ejerzan, y que los consumidores también se involucren en esta reflexión. 

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