Andrés Valerio, estudiante de Ingeniería Química en el ITESO, tenía un sueño: acudir a un Campeonato Mundial de Triatlón. No solamente compitió en la edición 2013 celebrada en Londres, sino que se trajo la medalla de oro en la modalidad de “Acuatlón”.Clases de química, trabajo, entrenamientos de alto rendimiento… Andrés Valerio tiene el reto diario de compaginar su vida académica con su carrera deportiva.

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Fue el 11 de septiembre (fecha de notable relevancia histórica para varios países). ¿El escenario? Las frías aguas de Londres. ¿El motivo? El Campeonato Mundial de Triatlón, especialidad Acuatlón en la categoría 20-24 años.

Andrés Valerio, mexicano, estudiante de Ingeniería Química del ITESO, vencía por dos segundos al eslovaco Jan Pavlik. El estudiante de séptimo semestre hizo un tiempo de 30 minutos y 30 segundos; el europeo registró 30 con 32… Apenas dos segundos más, la distancia entre la medalla de oro de Valerio y la de plata de Pavlik. Y en tercer lugar se posicionó otro mexicano: Diego Fernández.

Las páginas especializadas en noticias deportivas, las redes sociales, los blogs de aficionados y los medios impresos y en línea publicaron su nombre y sus fotografías; las cadenas de televisión entrevistaron a su entrenador, y la semana pasada Andrés seguía visitando cabinas de radio para narrar su experiencia. “Yo no podía creer que varios medios le estuvieran dando tanta cobertura al Mundial de Triatlón”, reconoce el itesiano, quien literalmente puso en boca de muchos mexicanos la palabra “Acuatlón”.

Su próxima meta es participar en las competencias que se desarrollarán en México para conseguir su pase al Campeonato Mundial de Triatlón 2014, que se desarrollará en Edmonton, Canadá, y así continuar su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, en 2016.

“Es un sueño que todos tenemos. Yo tenía el sueño de ir a un mundial y lo logré, ¿por qué no lograr este otro de ir a los Juegos Olímpicos?”, se pregunta el atleta.

Preparación dentro y fuera del agua

Con 21 años, Andrés divide sus días para ir a entrenar en la piscina, trabajar cuatro horas, estudiar por las tardes y correr alrededor de ocho kilómetros en una pista de atletismo, en ocasiones la del ITESO.

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Pero antes de colgarse la medalla, tuvieron que pasar varias cosas: el jefe de la empresa donde trabaja pagó el vuelo a Londres; el gerente de una empresa de aleaciones dentales consiguió recursos para pagarle su uniforme; una empresa local de helados le otorgó siete mil pesos para pagar el hotel y, finalmente, los ahorros de su mamá sirvieron para pagar las comidas y la inscripción a la competencia. Listo, Andrés voló acompañado por ella los 9 mil kilómetros que separan a Guadalajara de la capital del Reino Unido. Era su primera vez en el Viejo Continente.

Con un traje de neopreno, prestado por un egresado del ITESO, se sumergió en el lago Serpentine del Hyde Park, sede de conciertos y competencias en los pasados Juegos Olímpicos. Durante 12.18 minutos, nadó un kilómetro en aguas a 15 grados centígrados de temperatura; después corrió cinco kilómetros durante 17.11 minutos hasta cronometrar su tiempo final y vencer a otros 30 competidores.

“Escuché que un grupo de mexicanos estaba consultando los resultados en la página de internet, así que les di mi nombre, me buscaron y me dijeron: ‘Ganaste’. Le di actualizar a la página para ver si alguien aparecía más arriba y dije ‘¡No, no puede ser posible!’ Cuando vi de nuevo mi nombre en el primer lugar me quedé en shock. ‘Señora, tiene a un campeón del mundo en su casa’, le dijeron mis amigos a mi mamá. La abracé”. Texto Fabián Ramírez Foto Luis Ponciano

 

Una medalla trabajada desde la infancia

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Su carrera en la natación la comenzó a los ocho años. A los 13 años ganó su primer acuatlón en las playas de Guayabitos, y a los 18 años ya tenía su primer triatlón. Andrés  Valerio ha destacado en varias ediciones de la Olimpiada Nacional con el apoyo de su entrenador, Imer Pineda; el año pasado obtuvo el segundo lugar en la categoría “Distancia olímpica”.

“En México, si no eres futbolista o no te construyen tu nombre, es muy difícil que vivas del deporte. El atleta mexicano tiene mucho coraje, mucho corazón, se esfuerza por sí mismo sí quiere lograr algo, pero a veces se lo impiden quienes mandan en el otorgamiento de apoyos”.

Andrés espera que el gobierno mejore las instalaciones deportivas y que surjan más patrocinadores que financien los esfuerzos de atletas con nivel internacional.