Los nuevos profesores de asignatura del ITESO para el ciclo Primavera 2024 tuvieron una sesión de bienvenida en la que se les compartieron los fundamentos de la pedagogía ignaciana, así como información útil para su estancia en la Universidad
Entender al ITESO como una comunidad, más allá de la visión tradicional de la universidad como una institución formadora de profesionistas; como un espacio de acompañamiento mutuo y de crecimiento como seres humanos, y un sitio para ejercer el magis ignaciano, ofreciendo ese “más” que surge de la interrelación con los otros: tal fue el mensaje central que el rector Alexander Zatyrka Pacheco, SJ, prodigó a los nuevos profesores de asignatura que se sumaron a la institución jesuita para este periodo de Primavera 2024, durante la jornada de bienvenida que se llevó a cabo el fin de semana pasado, y en la cual también se les proveyó de información administrativa y académica útil para su estancia en el campus y su desempeño como docentes.
“La vocación docente que compartimos tiene que ver con nunca perder de vista en mi quehacer que estoy interactuando con personas. No es ver al alumnado como objetos de mi trabajo o destinatarios de lo que estoy realizando, sino como personas con las que estoy en relación y en un caminar en el que todas y todos nos beneficiamos y aprendemos, y vamos construyendo esta realidad que deseamos”, dijo Zatyrka Pacheco.
El Rector compartió con los maestros un poco de su trayectoria de vida y cómo fue que, a los 24 años, conoció a la Compañía de Jesús durante un trabajo como misionero voluntario laico en Bolivia, dentro de un programa de educación técnica, y cómo le llamó poderosamente la atención el modo en que los jesuitas interactuaban, su espontaneidad y su respeto a otras formas de pensamiento, lo todo lo cual a final de cuentas lo llevó a realizar los ejercicios ignacianos.
Una de las ideas detrás de la formación jesuita que compartió fue la de cura personalis —el cuidado de la persona en su totalidad—, orientada a nunca perder de vista a la persona y vivir conscientemente lo que eso significa, es decir, que más allá de los conceptos, la experiencia es el centro de la formación y del devenir, y en ese ámbito, el cuidado recíproco es el reto central.
Para explicar el concepto del magis, se valió del relato del milagro bíblico de la multiplicación de los panes y los peces, en el que Jesús conmina a sus discípulos a revisar cuáles son sus dones y, con ellos, a darle de comer a la multitud.
“El magis significa que siempre hay algo más que puede nacer de nuestro interactuar, en primer término, en nuestra trascendencia con Dios —para quienes tengan ese referente en su interioridad—: siempre hay una posibilidad de algo más. Está centrado sobre todo en más humanidad, en la capacidad de entendernos y vivirnos como personas. Es en la construcción de estos espacios compartidos en los que vamos descubriendo cómo nos podemos humanizar y personificar”, añadió.
Finalmente, llamó a no perder de vista que los estudiantes están dentro de una etapa de vida en la que atraviesan el final de un proceso de individuación, donde descubren una identidad propia e irrepetible, la cual se constituye en oposición a otros individuos. Para Zatyrka, el proyecto de personificación es que ahí, en este nacimiento de un yo incipiente, es donde se alcanza la plenitud, en contacto de una sana intimidad con los demás.
“Muchos de estos elementos se aprenden por modelaje: como me tratan aprendo a tratar. Este magis ignaciano que queremos subrayar implica acompañar a las chicas y chicos que en este momento de su vida pasan de la individuación a la personificación, para aprender a desenvolverse como personas. La clave es ofrecerse a la comunidad, al bien común. Yo les recomendaría que no dejen de hacer ese inventario, de ver qué traemos para compartir, para convertirnos en una buena noticia para la gente que nos rodea”, expresó.
Dentro de las actividades de bienvenida, se socializó con los docentes el contexto y la apuesta formativa del ITESO; se compartió un mensaje de la directora general académica, Catalina Morfín; se realizaron mesas de diálogo en las que se dieron a conocer experiencias de aprendizaje que se promueven en la institución; se montó una feria informativa con distintas instancias de la Universidad en la que se transmitió información de utilidad para la labor de los profesores; y se realizó un breve recorrido por el campus que culminó en la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ.
FOTOS: Zyan André