El estado actual de los derechos humanos en México y las recientes modificaciones a su marco legal, fueron los temas principales durante el primer día de las XVIII Jornadas de Derecho del ITESO.

“Las reformas por si solas no cambian las cosas”. El Rector del ITESO, Juan Luis Orozco, SJ, inauguró con estas palabras las XVIII Jornadas de Derecho de la universidad.

derechos

El Observatorio para la Protección de los Defensores de los Derechos Humanos tiene catalogado a México como uno de los países donde más se les acosa. Consulta más información en www.fidh.org/es/defensores/

Acompañado por diversas autoridades universitarias, entre ellas Roberto Becerra, coordinador de la Licenciatura en Derecho, el Rector invitó a los alumnos  a germinar esa semilla de futuro incierto que representan las reformas constitucionales en materia de derechos humanos en México, tema principal de las jornadas.

Precisamente fueron ellas las que minutos más tarde se convirtieron en la materia prima del debate llevado a cabo en el Auditorio Pedro Arrupe SJ, en la mesa titulada “Estado de la cuestión de los derechos humanos en México y la implementación en la materia”.

En ella estuvieron Mario Patrón, defensor de los derechos humanos desde hace más de una década; Javier Esteban Hernández, representante en México del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, y Jorge Narro, académico del ITESO, quienes debatieron, entre otros asuntos, la pertinencia de reformar las leyes para garantizar que los derechos humanos sean un derecho de todas las personas y no una “graciosa” concesión del Estado, como afirmó previamente el Rector.

“México aún no digiere el rumbo de la reforma constitucional”, consideró Hernández, para defender su postura sobre la vigencia y eficacia de las reformas hechas en 2011. El activista de origen peruano, señaló la discordancia entre la narrativa de la ley y la realidad con que operan las instituciones que imparten justicia y defienden estos derechos.

Patrón aseguró que México tiene como nunca antes herramientas para defender los derechos humanos aunque, al mismo tiempo, derechos que se pensaba eran respetados ahora son violados.

“Pareciera que los derechos humanos no fueran compatibles con la seguridad”, dijo Patrón, al abordar el tema de la tortura, las detenciones arbitrarias y el trabajo que hacen las autoridades mexicanas para erradicar estas prácticas.

Patrón, quien fuera consultor legal de la organización Articulo 19, señaló que la crisis en la que se encuentra México en cuestión de derechos humanos se debe en gran medida a que la reforma de 2011 fue hecha por una cúpula política que defiende sus propios intereses y que dejó en el aire varios puntos vitales que se siguen debatiendo en el Congreso de la Unión.

A decir de Narro, todos los días se cometen violaciones a estos derechos –basta con leer la prensa y escuchar algunos noticieros radiofónicos- y la principal institución responsable de resguardarlos, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, está rebasada y su actuación resulta, como mínimo, “insuficiente”. Hizo un llamado a los estudiantes a no enamorarse del “fetiche de la ley”, el cual supone que la ley por sí sola puede transformar la realidad.

“Las comisiones federal y estatal de los derechos humanos no nos están protegiendo”, enfatizó Narro luego de presentar cifras de investigaciones elaboradas por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM): a partir de los más de 41 mil expedientes de quejas elaborados por la CNDH, se emitieron menos de 400 recomendaciones.

A estas cifras también se suman leyes “retrógradas” auspiciadas por el propio gobierno –como la “Ley Bala”, en Puebla–, reflejan un amplio panorama de la precaria situación de la procuración de justicia y la defensa de los derechos humanos en México, según palabras de Patrón. El también profesor dijo estar esperando una resolución completa de la reforma de 2011, ya que considera que aún se encuentra en el terreno de lo “aspiracional”.

Tanto Patrón como Hernández confiaron que universidades como el ITESO impulsen una educación en la que los derechos humanos sean un eje transversal en la formación de los futuros abogados, además de convertir esta área en un área de especialización. En este sentido, el ITESO cuenta con la Maestría en Derechos Humanos y Paz y con el Programa Institucional de Derechos Humanos.

La sesión concluyó con la sugerencia de Narro a los asistentes de que consideren a los derechos humanos como algo más que un mero nicho de mercado, ya que estos son, ante todo, “un desafío moral”. Texto Octavio Covarrubias Foto Luis Ponciano