En el ITESO, como en las demás instituciones educativas jesuitas en el mundo, el concepto de calidad académica responde fundamentalmente a qué tan pertinente es el saber frente a la realidad social donde se aplicará.
Las semillas que hace más de 60 años se plantaron en el proyecto académico de lo de lo que hoy es el ITESO, la Universidad Jesuita de Guadalajara, conforman un bosque de programas educativos, investigación y vinculación socialmente pertinentes, cuyas raíces se alimentan de la tradición educativa jesuita que data de hace más de 450 años.
El ITESO es la primera universidad de Jalisco en recibir el registro de Institución de Excelencia Académica por parte de la Secretaría de Educación Pública de México, parte de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y hemos sido acreditados, varios años, por la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES) y por los consejos de acreditación de enseñanza de ingenierías y licenciaturas vigentes del país. En posgrados, el ITESO es un referente de prestigio académico en el occidente del país, pues es la universidad con más posgrados reconocidos por el Conacyt en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad, así como en la modalidad de Posgrados con la Industria.
Además, es la única universidad privada del estado con un programa de posgrado reconocido en el rubro de competencia internacional. Ha sido la primera universidad en Jalisco en recibir la certificación de la Secretaría de Medio Ambiente como universidad sustentable y, a escala nacional, es la segunda universidad más sustentable de México, según el ranking internacional Green Metric de la Universidad de Indonesia.
En términos prácticos, lo anterior significa que el ITESO busca de manera constante renovarse en sus programas educativos, en su infraestructura, su tecnología y sus formas de relacionarse como comunidad para fortalecer la formación profesional de vanguardia.
En el ITESO, como en las universidades jesuitas del mundo, el concepto de excelencia va mucho más allá de ofrecer una educación superior que cumpla con las exigencias del mundo; aquí germina una docencia, investigación y vinculación con el distintivo de pertinencia social. Así, la práctica educativa está orientada por cuatro dimensiones interrelacionadas: utilidad, justicia, humanidad y fe, conocidas como el Paradigma Le-dezma-Kolvenbach.
En palabras de Arturo Sosa, el general de la Compañía de Jesús en el mundo, la universidad concebida como proyecto de transformación social es una que “se mueve hacia los márgenes de la historia humana y encuentra a quienes son descartados por las estructuras y poderes dominantes.
Es una universidad que abre sus puertas y ventanas a los márgenes de la sociedad. Con ellos y ellas viene un nuevo aliento vital que hace de los esfuerzos de transformación social fuente de vida y plenitud”.
Te damos la bienvenida al proyecto global de educación universitaria más grande de la historia con más de 228 universidades y más de 2, 300 colegios en el mundo.