El recinto alberga la exposición Elogio a la luz, con la que se formaliza la cesión del legado de la fotógrafa nayarita al ITESO. La muestra permanecerá en exhibición hasta mediados de junio y el resguardo posterior de la obra estará a cargo de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, de la Universidad 

La Casa ITESO Clavigero está poblada de rostros: cubiertos, descubiertos, mirando a la cámara o al horizonte. También hay manos y cuerpos y flores. Excepto tres, de tonos sepia, todas las imágenes se muestran en blanco y negro y en toda la escala de grises que cabe entre uno y otro. Su autora, Susana Chaurand, da la bienvenida a quienes visitan la casa. Su autorretrato es, además de puerta de entrada, un adelanto de lo que se puede apreciar en la exposición Elogio a la luz, muestra fotográfica con la que se formalizó la cesión del acervo fotográfico de Chaurand al ITESO por parte de su familia. 

Nacida en Tepic, Nayarit, en 1955, Susana Chaurand fue jefa del Departamento de Fotografía en el Instituto Nacional de Bellas Artes. Luego de mudarse a Francia, participó en el Taller Experimental de Fotografía de Jean-Pierre y Claudine Sudre. A su regreso al país fue asistente del fotógrafo mexicano Manuel Álvarez Bravo, con quien participó en la creación del Museo de la Fotografía de Ciudad de México. En 1983, ya en Guadalajara, fundó junto con Dominique Sudre, su esposo, la Escuela y Galería de Fotografía Nicéphore Niépce. La escuela “fue un parteaguas para la forma de enseñar fotografía y en la difusión de la cultura fotográfica en la ciudad”, dijo durante la inauguración José Martínez Verea, fotógrafo que fuera alumno de Susana Chaurand y que, en sus palabras, fungió como “bisagra” para concretar la donación de la obra de la fotógrafa al ITESO. 

Luis Roberto Romero Chaurand, sobrino de la artista y quien era propietario de la obra junto con su hermana, Marcela, dijo que hacían entrega del acervo “seguros de que ella lo vería con agrado”. También mencionó que no era fácil desprenderse de la obra “por la carga emocional que tiene”, pero, añadió, la familia lo hace de buena gana porque permitirá “que las imágenes sean valoradas, conservadas y difundidas”, amén de ser “compartidas con más generaciones que podrán estudiarlas y realizar investigaciones”. 

En ese sentido, José Martínez Verea dijo que la donación del acervo al ITESO ofrece la oportunidad de que “la obra cobre nueva vida”. Prueba de ello es la exposición, que describió como una suma de voluntades y muestra de trabajo en equipo.  

El acervo fotográfico de Susana Chaurand se integra por un centenar de fotografías en blanco y negro, hojas de contacto y negativos. En la exposición también pueden apreciarse tres cámaras fotográficas, una ampliadora, fotos del álbum familiar y tres retratos, en color sepia, de Susana cuando era niña. Con la formalización de la donación, el ITESO, a través de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla, SJ, se compromete a resguardar, exhibir y facilitar el acceso al acervo para su conocimiento y estudio por parte de la comunidad universitaria o por quien esté interesado en conocerlo. 

“Quiero expresar el profundo agradecimiento por la donación. Es un acto de generosidad que trasciende el tiempo y el espacio”, dijo Mónica Márquez, directora de Información Académica del ITESO. También expresó que la obra de Susana Chaurand “enriquece el acervo de la Biblioteca, pero también es una apuesta por el futuro para impulsar la experiencia estética, la reflexión, la investigación y una forma de sentir el mundo desde una nueva mirada. Recibimos con emoción y agrado este legado por parte de la familia”. 

Gutierre Aceves, director de la Casa ITESO Clavigero, destacó que la incorporación de la obra de la fotógrafa nayarita a los acervos de la Universidad es relevante porque “es el primer acervo fotográfico compuesto por fotos de autor. Esto es importante porque abre una veta para que la fototeca vaya más allá de la crónica fotográfica y la fotografía documental”. Aceves Piña explicó que el discurso curatorial de la exposición está articulado a partir del texto “Siempre la luz”, autoría de Susana Chaurand, y concluyó poniendo en relieve la calidad del trabajo que hacía la fotógrafa al momento de imprimir sus piezas. 

“El matrimonio de Susana con Dominique la ligó a una familia de grandes fotógrafos que trabajaba los temas que ella heredó, como el retrato, los paisajes y la naturaleza muerta, con un plus: era una familia especializada en la impresión artística de la fotografía, lo que le dio las habilidades y técnicas para producir imágenes llenas de arte”, dijo Gutierre Aceves. 

La inauguración tuvo dos momentos de cierre. El primero, la firma de los documentos que oficializan la donación del acervo al ITESO. El segundo, la lectura en voz alta del texto “Siempre la luz”, de Susana Chaurand, en voz de su sobrina, Marcela Romero: Vibrante y hecha de silencios como la música, fuente espectral de texturas y sensaciones, la luz siempre me ha inquietado por lo que oculta recatadamente. Desentrañar esas zonas imperceptibles al ojo cotidiano, creando atmósferas que las enmarquen, ha sido mi pasión de años…”. 

Elogio a la luz, fotografías de Susana Chaurand, estará en exhibición en Casa ITESO Clavigero (Guadalupe Zuno 2083, entre Chapultepec y Marsella) y se puede visitar de lunes a viernes, de 9:00 a 19:00 horas, y los sábados, de 10:00 a 14:00 horas. Entrada libre. 

FOTOS: Zyan André