Como inauguración del Festival, Magos Herrera cantó para la comunidad universitaria algunos de sus temas más representativos.

El escenario era inmenso para una sola persona y su pedal de loops. Pero la voz de Isa de la Mora, llenó la explanada de la Biblioteca, y hasta los jardines aledaños, donde estudiantes y miembros de la comunidad universitaria se reunieron para el concierto innaugural del Festival Cultural Universitario, que presentó a Magos Herrera.

Antes de que la artista mexicana comenzara su concierto, la estudiante de Comunicación y Artes Audiovisuales abrió con un set de canciones e improvisaciones, creadas enteramente a partir de secuencias de voz grabadas en vivo, como cama instrumental de melodías que mencionaron a México, la tierra, el mar y el amor.

“Qué alegría regresar a este país, a esta ciudad, a este campus. Estuvimos aquí hace tres patas de gallo menos, pero qué alegría volver a vernos”, dijo Magos Herrera en su primera intervención. Se hizo acompañar de su cuarteto de jazz para interpretar canciones de sus últimas cuatro producciones discográficas.

La comunidad universitaria pudo caminar con los músicos por la cuerda floja que divide a los estándares de jazz con cantos folklóricos, con una interpretación de La Llorona acompañada de intrincados solos de piano; Luz de luna, de Álvaro Carrillo; o Brigas nunca mais (Peleas nunca más), clásico de jazz brasileño de Antonio Carlos Jobim y Vinicius de Moraes, en un arreglo originalmente realizado por Magos y Javier Limón.

Con este guitarrista, que no pudo estar esa noche, la cantante grabó el disco He for She, el cual forma parte de la campaña del mismo nombre, lanzado por la ONU para promover la equidad de género, y del cual interpretó varios temas.

Arte para reflexionar

“Para llegar a los primeros 60 años de una universidad con espíritu joven y dinámico, pero con una trayectoria sólida, se requiere mucho trabajo, muchas ganas y mucho corazón, en todas y cada una de las áreas que la componen”, expresó Juan Carlos Núñez, director de Integración Comunitaria del ITESO, en la inauguración del Festival.

Además de calidad académica, se requiere “también el trabajo que hacemos desde lo emocional, lo espiritual, deportivo, cultural y emprendimiento. La integración de estas dimensiones de la vida universitaria es fundamental”.

Juan Carlos recordó los inicios de esta celebración, a la que le antecedió la creación del Centro Cultural Universitario (CPC), en la década de los 90. Los esfuerzos de aquellos primeros impulsores de la expresión artística en el campus hicieron posible que la primera edición de este Festival, en 2002.

“Festejemos disfrutando de la experiencia estética, la convivencia, aprendiendo y retomando nuestras tradiciones, para construir juntos la reflexión y el gozo de un buen presente y de un mejor futuro”, dijo.