Los altos índices de siniestralidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara están relacionados con la falta de educación vial y con las artimañas que muchos encuentran para evadir la ley. La solución, apuntan académicos del ITESO, está en la educación y en una cultura de convivencia en paz

Por Ilse Martínez

A principios de enero de 2022, un menor de 13 años de edad murió tras un percance vehicular en la colonia Loma Bonita, en el cruce de las calles Esturión y Pingüino. Otro conductor quedó herido. El fallecido era motociclista. El día 23 de ese mismo mes, un hombre de 55 años fue arrollado por un vehículo en Periférico Oriente en el municipio de Tonalá, a la altura de la iglesia de La Luz del Mundo. También falleció debido al siniestro.

En Guadalajara, Tlaquepaque, Tlajomulco, Tonalá, Zapopan y El Salto se registraron 12 mil 815 siniestros viales entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2020; es decir que, si se divide por los dos mil 191 días transcurridos en ese periodo, cada día se registraron seis hechos, en promedio, de acuerdo con el Mapa de Siniestralidad elaborado por el Instituto de Información Estadística y Geográfica de Jalisco (IIEG), en colaboración son la Secretaría de Transporte.

En ese mismo lapso hubo mil 356 fallecidos y 19 mil 270 lesionados en siniestros en los que participaron todo tipo de vehículos de transporte: aproximadamente una muerte cada dos días, y nueve lesionados diarios. Y eso que la plataforma solamente analiza los fallecimientos y lesiones registrados en sitio, «las derivadas del momento en el que ocurrió al momento del siniestro, y no contemplan muertes y lesiones registradas después del hecho, es decir, durante su traslado, hospitalización, etcétera, por lo que esta base de datos no conforma la estadística global reportada por la Secretaría de Salud a través de los Cubos de Salud y del Inegi», se explica.

En cuanto a vialidades, se dio a conocer que el Periférico fue la avenida con más accidentes. Anteriormente López Mateos era la que registraba más percances o atropellamientos. De acuerdo con el análisis, el cruce de Periférico y Jesús Michel-8 de Julio fue el más letal entre 2015 y 2020, con 10 muertos y 168 lesionados. Mientras que en la intersección de esa misma vialidad con Tabachines se reportaron siete muertes, pero la cantidad de lesionados fue de 193.

Compartir el espacio

Yeriel Salcedo Torres, profesor del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU) del ITESO, enfatiza que es importante recordar que todos formamos parte de una misma comunidad y que somos personas que utilizan distintas formas para moverse en un mismo espacio. «Todos y todas hay que tratar de parar un poco y reflexionar que lo que hacemos puede afectar la vida de una persona, para toda la vida». 

«Un accidente es algo imprevisto; cuando decimos siniestro vial, éste tiene algo de trasfondo, no fue algo sorpresivo. Si tú vas a 160 kilómetros por hora, y algo pasó, no es accidente: es porque vas a una velocidad a la que no debías haber ido», puntualiza.

Bernardo García, director del Departamento de Formación Humana de la universidad, coincide: «Vivir en una ciudad con tantas personas implica reconocer la importancia de poder vivir juntos; que cada uno de nosotros nos preguntemos cómo le podemos hacer para convivir. Cuando los seres humanos nos preguntamos cómo será la mejor manera de vivir unos con otros, la respuesta es: cuidemos nuestras vidas, no sólo yo, sino la vida de las personas con las cuales comparto una ciudad, un territorio, un espacio».  

Tres mil 552 multas diarias por exceso de velocidad

La Agencia Metropolitana de Infraestructura para la Movilidad documentó que el año pasado se emitieron un millón 296 mil 810 infracciones por superar el límite de velocidad permitido para circular en la ciudad, lo que representó un promedio diario de tres mil 552 sanciones. El cruce con más señalamientos fue Periférico con la calle Del Tule, a la altura de Concentro, de acuerdo con el análisis de 41 radares activos.

Yeriel Salcedo Torres considera que el dato de multas no refleja la realidad, ya que hay muy pocas vialidades con radares.

«Se nos hace fácil. No dimensionamos que hay gente a la que no le importa ir rápido, estacionarse en una banqueta, ciclovía, invadir una zona peatonal, o no respetar estos límites de velocidad. Todas las acciones son el inicio de un posible escenario de fatalidad, de que una persona muera o sufra una lesión permanente a causa de un siniestro en el que se involucra a un vehículo motorizado», subraya, y añade que, aunque todos podemos equivocarnos al momento de conducir, hacerlo a mayor velocidad reduce las posibilidades de maniobrar ante cualquier percance. «Un error de esa velocidad puede incidir en la vida de otras personas, no sólo en nuestra vida. Toda acción puede tener una consecuencia. Se nos hace fácil pasarnos el alto, ir rápido, pero hay que estar conscientes de que eso pone en riesgo la vida de otras personas». 

Bernardo García destaca que las normas que tienen que ver con la velocidad no deben pensarse como un obstáculo personal, sino para el cuidado de las personas. «Esta manera de pensar nos hace ver que a la ley no hay que estarle buscando huecos. Es distinta la vulnerabilidad de un ciclista de la de un peatón en silla de ruedas, la de alguien que maneja un tractor o un coche. También es un enfoque interesante pensar no sólo en el cuidado, sino en el cuidado de los más vulnerables».

Por una cultura de convivencia

La Policía Vial puede multar a los conductores de vehículos por 143 causales previstas en la Ley de Movilidad y Transporte del Estado de Jalisco. De acuerdo con el reporte de la dependencia, en 2021 aplicó 533 mil 800 sanciones a conductores, un promedio de mil 462 al día.

Los principales motivos fueron: estacionarse en zona prohibida, estacionarse en zona prohibida en calle local, no utilizar el cinturón de seguridad, circular con alguna de las puertas abiertas, no respetar alto de semáforo/ policía vial/ vuelta con flecha y subir y bajar pasaje en lugares distintos de los autorizados.

Bernardo García resalta que la solución de fondo es la construcción de una cultura de la convivencia y del cuidado, sin darle más peso a las acciones punitivas. «No creo que el incremento de leyes o supervisiones o castigos necesariamente sea la solución más profunda; tampoco digo que no sirvan, pero sí creo que es un nivel menos profundo que el de la cultura de la convivencia. Si asumimos una cultura de cuidarnos unos a otros, se garantizan menos accidentes. Tener como prioridad el cuidado propio y el cuidado de los demás. Se garantiza de fondo que haya cada vez menos accidentes, muertes». 

Ante la proliferación de opciones para evadir la ley en materia vehicular —desde gestionar cambios de placas hasta compartir la ubicación de los retenes de alcoholimetría, por ejemplo—, los académicos del ITESO remarcan que conducir un vehículo es responsabilidad de todos.

Yeriel Salcedo Torres subraya que es irresponsable no pensar en las consecuencias que tienen las acciones de este tipo. «Hay que reflexionarlo como sociedad, que para eso son las reglas». Apunta también que el incremento de evasores es un reflejo de que algo estamos haciendo mal.  «La impunidad logra posicionarse en la sociedad gracias a las acciones de este tipo. Yo he escuchado decir: ‘Es mi derecho a moverme rápido’; pero ese derecho tiene implicaciones sobre los derechos de las otras personas, incluso en el derecho a la vida. Se organizan para seguir haciendo lo que ellos creen que es lo mejor para ellos». 

Sugiere pensar en más políticas públicas y acciones de prevención, como el proyecto EducaVial, un programa del municipio de Zapopan que brinda talleres de concientización a personas que cometieron faltas viales.

«Con esto, el número de reincidencia baja. Hay que medir con más calma el impacto de este proyecto; gente que no se daba cuenta de lo que hacía y a la que el curso le ayudó. Sería un buen proyecto estatal, a muchos niveles». La educación es clave, pues, como señala el académico, «mientras esto no cambie, siguen muriendo personas o viviendo toda su vida con una lesión». 

Bernardo García añade: «Tiene que estar presente la educación en esta toma de conciencia y de sensibilidad de lo que implica compartir un lugar común y vivir juntos: ser conscientes del daño que podemos ocasionar a los demás. La educación me parece el territorio más fértil para generar una cultura de los cuidados mutuos». 

Siniestralidad en la ZMG

1 de enero de 2015 al 31 de diciembre del 2020

Hechos en los que sólo participaron automóviles: 6 mil 27

Fallecidos: 260

Lesionados: 4 mil 768

Hechos en los que participaron vehículos de motor (sin contar transporte público):

11 mil 80

Fallecidos: 917

Lesionados: 14 mil 106

Fuente: Mapa de Siniestralidad de la Secretaría de Transporte de Jalisco

FOTO: Luis Ponciano