En septiembre próximo se realizará en Puebla el Diálogo Nacional por la Justicia y la Paz en México. Como parte del camino de preparación, el ITESO abrió sus puertas para el Encuentro Nacional de Obispos y Empresarios

«La paz y la justicia son dos aspectos indispensables para construir esperanza». Con estas palabras, Alexander Zatyrka, SJ, rector del ITESO, dio la bienvenida a los obispos y a las y los empresarios reunidos en el auditorio Pedro Arrupe, SJ, de la universidad, a donde acudieron para participar en el Encuentro Nacional Obispos – Empresarios, convocado por la Conferencia del Episcopado Mexicano, una reunión en la que, dijo también el Rector, «coincidimos en el deseo de que el país sobresalga por sus valores y su capacidad de superación».

El encuentro, para el que el ITESO fungió como sede y convocante, forma parte del camino de preparación rumbo al Diálogo Nacional por la Justicia y la Paz en México, que tendrá lugar en Puebla en septiembre próximo. A la cita en Guadalajara asistieron 30 obispos de distintas diócesis del país, sacerdotes, presidentes de organismos empresariales, empresarias y empresarios de distintos sectores. «Los empresarios responsables y la Iglesia debemos encontrar puntos de convergencia desde la ética, la responsabilidad social, la búsqueda del bien común y la sostenibilidad», dijo Alexander Zatyrka, SJ, en su mensaje de apertura, y también mencionó que los trabajos de ambos grupos deben abonar a la construcción de «un mundo más justo y equitativo, sólo así será posible construir la paz».

El Rector del ITESO también invitó a la audiencia a reflexionar sobre la importancia del diálogo, la protección del Estado de derecho y el papel de la sociedad civil en ambos ámbitos. Alcanzar la paz, añadió Zatyrka Pacheco, «es un esfuerzo compartido que nos debe llevar a exigir acciones concretas». Para concluir su intervención, recordó el asesinato el año pasado de los jesuitas Joaquín Mora y Javier Campos, así como del guía de turistas Pedro Palma, en Cerocahui, Chihuahua, y dijo que tras la tragedia «nos comprometimos a superar el dolor con acciones que nos llevaran a la construcción de la paz sin olvidar el dolor de las víctimas».

Después del Rector del ITESO tomó la palabra monseñor Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), quien dijo que la idea central del encuentro era el diálogo. Compartió los sinónimos señalados por el papa Francisco, según los cuales el diálogo es igual a «acercarse, expresarse, escuchar, mirarse, conocerse, tratar de comprenderse, buscar puntos de contacto». El arzobispo también dijo que «de un diálogo nunca se puede salir igual» y expresó su confianza de que, tras la jornada en el ITESO, las y los asistentes vieran reavivada la esperanza.

Monseñor Rogelio Cabrera dijo que la paz sólo es posible cuando todas las partes creen que las otras personas pueden aportar algo, y mencionó que, para ser posible, el diálogo debe considerar a todas las personas involucradas en la misma plataforma. «Creer que el otro tiene algo para aportar. No depende sólo de una persona, un gobierno, un organismo, una empresa, ni siquiera de la Iglesia. Debemos aceptar los aportes de cada persona». Esta aceptación, continuó el arzobispo, debe respetar la identidad de cada quien. «No podemos ocultar lo que somos. En la medida en que aceptamos lo que cada uno es, es que el diálogo puede ser realista».

El presidente de la CEM también mencionó que es necesario aprender a negociar. «Yo doy, tú das y juntos sumamos. La negociación nunca es una resta, siempre es una suma. Estamos aquí para sumar, para adherirnos». Finalmente, dijo que para hablar de la paz es necesario crear cauces concretos, a fin de no quedarse en las palabras.

Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, expresó que la realización del encuentro «refleja la necesidad de preservar la paz y la justicia en todo el país». Dijo que el país ha sido aquejado por una violencia que provoca angustia y dolor, que «siembran raíces que rompen con el tejido social y afectan la actividad empresarial y el comercio». Calificó como «valioso» que obispos y empresarios se unan para construir alternativas y dijo que es necesario «construir una agenda que permita evitar la polarización y la exclusión, que fomente la tolerancia, la comprensión y el diálogo. Una agenda conjunta que fomente la revitalización del tejido social».

Eugenio Cárdenas, presidente de la Confederación de las Uniones Sociales de Empresarios de México (Confusem), señaló que es importante actuar con serenidad, valor y sabiduría. Durante su participación proyectó un videomensaje del papa Francisco en el que el pontífice invitó al empresariado a ser creativos. «Un empresario sin creatividad no es un buen empresario. Dios nos enseñó la creatividad. Crezcan en creatividad y no tengan miedo. De una crisis no se sale solo, y cuando se sale, no se sale igual», dijo el Papa.

Para finalizar la apertura del encuentro, tomó la palabra el cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, quien manifestó su «confianza en que el encuentro dará fruto y abrirá cauces de esperanza». Dijo que en la diócesis de Guadalajara los obispos y los empresarios han realizado estas reuniones desde hace 26 años, constituyendo un espacio «para el diálogo, el intercambio de ideas y el compromiso» en el que se han abordado temas de la política, la vida social, la economía y otros ámbitos, con la participación de especialistas que les han permitido «ahondar en las reflexiones apoyados en la Doctrina Social de la Iglesia para aterrizar las reflexiones en compromisos comunes».

«Nos necesitamos unos a otros»

A lo largo de la jornada se intercambiaron puntos de vista y diagnósticos en temas tales como seguridad y Estado de Derecho, la cultura del encuentro y el diálogo, los retos para la sociedad civil y las tareas que es necesario llevar a cabo para caminar hacia la justicia y la paz nacional. Todas las mesas estuvieron agrupadas en tres conceptos base de la Doctrina Social de la Iglesia: Ver, Juzgar y Actuar.

Al cerrar los trabajos, Eugenio Cárdenas, presidente de la Confusem, agradeció a las personas participantes «por la oportunidad de hacer la diferencia» y expresó su deseo de «que lo que hemos hecho hoy tenga eco. Dialogar nos brinda la oportunidad de trabajar unidos para un mejor mañana y buscar el México que anhelamos, de justicia, paz y esperanza».

José Abugaber Adonie, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), señaló que desde hace 18 años la inseguridad es el problema más agudo que ha golpeado al país sin que los gobiernos logren acabar con la violencia. Expresó la exigencia de «un golpe de timón a la estrategia para pacificar el país», y dijo que el encuentro realizado en el ITESO era importante «por la búsqueda de alternativas. Debemos hacer un alto en el camino y reflexionar sobre un nuevo modelo de convivencia. Es necesario exigir una nueva estrategia y nuevas políticas públicas».

Por su parte, José Héctor Tejeda Shaar, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), dijo que la inseguridad es un problema de todos los días. Continuó diciendo que los espacios que propicien el diálogo son importantes para promover la paz y la justicia. «Cuenten con nosotros para hacer eco a este llamado que está haciendo la Iglesia. La seguridad es un bien superior que debemos buscar todos unidos en acciones positivas», concluyó.

La última intervención correspondió a monseñor Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM, quien calificó la jornada como «intensa, pero ha valido la pena. Es un momento histórico». Dijo que los obispos se iban agradecidos por las aportaciones de las y los participantes y destacó algunos puntos que fueron abordados en las charlas y mesas de trabajo. «Debemos construir la confianza entre nosotros, así como abrir el corazón y los ojos a la violencia, la injusticia y la muerte. Hemos de ser creativos y colaborativos en torno a una agenda común, porque nos necesitamos unos a otros. Debemos buscar un nuevo modelo de país que responda a las necesidades que estamos viviendo».

El prelado invitó a participar en los diferentes encuentros y foros que están encaminados a la reunión que tendrá lugar en septiembre en Puebla. «Caminemos juntos, vale la pena. Construyamos la justicia y la paz. Tenemos una estrella que nos guía: el bien común. Estamos llamados a comunicar esperanza a nuestra gente», concluyó Castro Castro.

Para cerrar, líderes de la iniciativa privada y de la CEM firmaron y dieron lectura a una declaración conjunta en la que resaltaron que «construir la paz necesariamente pasa por la impartición de la justicia, así como por un Estado de Derecho que sustente y asegure un orden justo para todos sus integrantes, y restablezca las condiciones indispensables de legalidad y transparencia».

El documento resalta la importancia de la educación, así como la necesidad de multiplicar las oportunidades de formación para todos los sectores de la población. Además, consigna que «la cultura del cuidado puede convertirse, frente a las fracturas de la sociedad y la inercia de las instituciones, en el lenguaje común que construya puentes y que nos permita vivir en una nueva realidad en la que se honre la memoria de los cientos de miles de víctimas de la violencia, se exprese nuestra solidaridad a sus deudos, se repare el daño causado y se garantice su no repetición».

En lo referente a las condiciones económicas, el documento asienta que «el empleo digno que brinda las mejores condiciones para los colaboradores es uno de los factores clave para que las sociedades puedan construir la paz. Por ello, crear fuentes de empleo suficientes y bien remuneradas es la principal aportación para que las empresas se conviertan en lugares en los que se respeta la dignidad humana y se contribuye a la vivencia de la paz».

La declaración conjunta, firmada por el ITESO, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), la Confederación USEM, la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco), señala que el encuentro también ha favorecido el diálogo intergeneracional. Asimismo, ha dado pie al compromiso por impulsar la reconstrucción del tejido comunitario. Por su parte, añade el documento, «los Obispos han refrendado su compromiso como líderes promotores de la paz, junto con los empresarios de México para escuchar, actuar y trabajar de la mano con las autoridades y los ciudadanos, promoviendo la participación de todos en causas sociales de alcance local y nacional, priorizando la cultura y la defensa de los derechos humanos».

Finalmente, la declaración convoca «a todos los mexicanos a sumar esfuerzos para tejer redes fraternas y solidarias de acción y colaboración mutua que permitan restaurar la paz que necesitamos».

FOTOS: Luis Ponciano