Internacionalista y profesor en el ITESO, Cordero García participó en la cuarta charla del ciclo Ética Aplicada con una conferencia titulada “Histeria Apocalíptica: Recursos para analizar y entender la realidad global”, durante la cual compartió estrategias para analizar los acontecimientos contemporáneos 

Conflictos bélicos ocurriendo de manera simultánea, populismo creciente, crisis climática, polarización. La información llega por todas partes y la dificultad para ponderarla, incluso para confirmar su veracidad, genera temor e incertidumbre. “Estamos viviendo una histeria colectiva”, dice Carlos Cordero García, y agrega: “Pero llevamos más o menos 50 años así”. Por eso lo mejor es hacerse de recursos para analizar de manera crítica la realidad contemporánea. Ese fue el objetivo de la conferencia “Histeria Apocalíptica: Recursos para analizar y entender la realidad global”, como parte del ciclo Ética Aplicada organizado por el Departamento de Formación Humana del ITESO. 

Al comenzar la charla —después del simulacro interno de la universidad para recordar el sismo del 19 de septiembre de 1985—, el internacionalista y profesor del ITESO explicó que el título “más allá de ser una provocación, es el reflejo de una percepción que hay entre las personas sobre lo que pasa en la política internacional”. No es para menos: los problemas globales se ven potenciados por su exposición mediática, que se traduce en una creciente polarización, la pérdida de la confianza en el futuro y miedo al cambio. Detrás de esto, dijo Cordero, “se oculta un cambio acelerado de la realidad, por lo que las personas tienden a refugiarse en la tradición”. Ante este escenario, lo mejor que se puede hacer, expuso, es imitar a Melania Trump durante la toma de protesta de su esposo, Donald, en su segundo periodo presidencial: mantener la actitud y tomar distancia. 

Carlos Cordero compartió con la audiencia herramientas y estrategias para no dejarse llevar por la “histeria apocalíptica”. Para hacerlo, tomó como base un modelo propuesto por Keneth Walts, que propone analizar lo acontecimientos en tres niveles: el internacional (sistémico), el nacional-estatal (sobre la política exterior y su relación con la política interior) y el individual (el análisis de los perfiles de las personas tomadoras de decisiones). Respecto del primero, dijo que en el plano internacional las relaciones son más anárquicas en el sentido de que no hay un Súper Estado que aglutine a lo demás, lo que da pie a interacciones influidas por juegos de poder. Esto propicia dos reacciones: la paranoia y la cooperación. 

Para analizar el nivel sistémico, dijo Cordero García, es necesario observar las conductas de los Estados a partir de sus contextos, para entender, entre otras cosas, cómo funcionan las zonas de influencia y la proximidad cultural. En cuanto al nivel nacional-estatal, hay que poner la lente en cómo la política interior de los países configura su política exterior. Puso el ejemplo del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, quien emprendió el ataque a Gaza en un contexto en el que iba perdiendo legitimidad dentro de su país. En México, añadió, valdría la pena preguntarse por qué la oposición no ha podido reaccionar frente al régimen de Morena. Finalmente, sobre el nivel individual mencionó que hay que poner atención a la trayectoria, capacidad y personalidad de las personas tomadoras de decisiones, conocer su inclinación ideológica, las formas en que se comunican y el tipo de liderazgo que ejercen. 

Una vez planteado el método, el académico del ITESO compartió el elemento clave: la información. En una época en la que esta abunda, es importante, dijo, que sea “bien seleccionada, que revisemos las fuentes, que sea contrastada con otra para no caer en polarizaciones. Hay que identificar las fuentes en las cuales podemos confiar”. Como parte de la charla, compartió algunos de los medios y pódcasts en los que él se informa como Caspian Report, Gatopardo, Al Jaazera, France 24, El Informador, El Financiero, Todxs tenemos una opinión, Ground News, entre otros. 

En esa exposición estaba cuando los teléfonos sonaron al unísono a causa de la alerta por el simulacro nacional. Cuando las personas regresaron a sus sillas, Carlos Cordero remató su exposición diciendo que “el mundo ya se estaba acabando desde hace muchos años, no tengamos prisa por ver si hace calor en el Infierno”. 

Para redondear la conversación, Cristina Ulloa, también académica del ITESO, hizo un comentario a las ideas compartidas por Carlos Cordero. Ella dijo que era importante “preguntarnos, ¿para qué queremos saber?”. Responder esta pregunta, continuó, permite “tomar distancia de la histeria y abrir la posibilidad de imaginar otros futuros, preguntarnos cómo le podemos hacer para transformar el sistema”. Sobre esto, Cordero García añadió que “apartarnos de la histeria no es lo mismo que no hacer nada, es no dejarse llevar por una dinámica que nos está restando”. 

 

FOTO: Zyan André