Profesores y personal del ITESO desarrollan insumos que permiten enfrentar la contingencia sanitaria con el diseño de una careta de protección y un par de respiradores.
Si bien la crisis de los servicios de salud es una realidad, también lo es el hecho de que desde diferentes frentes surgen iniciativas que buscan colaborar para enfrentar la pandemia.
Un equipo integrado por profesores de asignatura, de planta y personal del ITESO trabaja una de las iniciativas: el diseño y la fabricación de caretas de protección y el desarrollo de un par de respiradores.
Luis Enrique Flores Flores, coordinador de la Licenciatura en Diseño del ITESO, cuenta del trabajo que realiza este grupo multidisciplinario de itesianos. “Pensamos que la universidad debía hacer algo más allá del aislamiento, que podíamos ofrecer más como académicos. Estuvimos intercambiando ideas que llegaron a oídos de Óscar Castro, director del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano (DHDU), y de otros coordinadores de carrera que nos invitaron a formar un grupo de trabajo”. Luis Enrique añade que comenzaron a trabajar aprovechando las instalaciones, laboratorios y el apoyo del personal del ITESO. Así, formaron un equipo liderado por David Ochoa coordinador de Ingeniería Mecánica, Luis Enrique González profesor del Departamento de Electrónica Sistemas e Informática, para el desarrollo de hardware y software, y el propio Luis Enrique Flores en el área de diseño y procesos.
Lo primero que trabajaron fue el del soporte para una careta de protección, diseñada por Luis Carlos Gutiérrez, supervisor de procesos automatizados de los Talleres de Innovación y Diseño del ITESO, quien presentó la idea que han estado perfeccionando. Aunque comenzaron trabajando con MDF, actualmente el diseño está hecho para fabricar el soporte de la careta con acrílico.
“Es un material que es lavable, se desinfecta fácilmente y se puede reusar”, detalla Luis Enrique, cuya área de investigación es la sustentabilidad, añade que de este modo se optimizan los recursos y se minimiza el impacto ambiental. Actualmente ya solicitaron los insumos para comenzar a fabricar las caretas, que son reusables, ergonómicas, funcionales y fáciles de ensamblar.
Flores Flores, quien recientemente fue nombrado coordinador de la carrera de Diseño, explica que tienen la capacidad para fabricar cerca de 60 máscaras por hora con una inversión de 14 pesos por pieza, incluyendo el costo de la mano de obra y el material. Señala que la intención es poner los insumos a disposición de las autoridades de la universidad para que decidan a dónde enviar las máscaras.
“Pensamos que la mejor manera de invertir estos recursos es la donación. Como universidad jesuita y humanista es lo que toca: entregar un producto viable que permita minimizar los contagios y aumente la probabilidad de vida de las personas”, dice.
El otro proyecto en el que ha estado trabajando este equipo multidisciplinario es el desarrollo de un par de ventiladores. El primero es una propuesta de Alain Osmel Martínez, un cliente de los talleres de impresión 3D y corte láser de la universidad, quien se acercó al equipo para pedir asesoría para la elaboración de un respirador a partir de un diseño que liberó el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés).
“Ya solicitamos una partida para comprar un motor y algunos componentes electrónicos que necesitamos para arrancar las pruebas”, dice Flores y explica que este ventilador es para pacientes no tan graves o aquellos que ya están en recuperación.
El segundo ventilador, es un diseño más complejo ya que está pensado para atender a pacientes de terapia intensiva. Para este diseño están en diálogo permanente con médicos internistas, quienes les han orientado para que se cumplan los lineamientos de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Luis Enrique se siente orgulloso de que el ITESO aporte, desde diferentes frentes, acciones para atender la contingencia, como el trabajo de las caretas del profesor Miguel Huerta y la fabricación de otros insumos. Destaca el trabajo realizado por todo el equipo en el que participan, además Álvaro Sánchez, coordinador administrativo de los Talleres de Innovación para el Diseño del ITESO, y Édgar Rodríguez Cárdenas y Carlos Alberto Carrillo, ingenieros de Continental que trabajan en la programación del microcontrolador del respirador.